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¿Tienes sexo con dolor?, ¿imposibilidad para conseguir la penetración?, ¿problemas con la pareja?, ¿sufres de miedo de ponerte un tampón?, ¿tienes temor al examen ginecológico? Si tienes uno, o todos estos síntomas puede que tengas vaginismo. Muchas mujeres lo sufren y pocas se atreven a reconocerlo, pero sin duda esta disfunción no es para nada agradable.
Para las que no lo saben, el Vaginismo es una contracción involuntaria, del tercio externo de la vagina, frente al intento de penetración vaginal. La kinesióloga especialista en rehabilitación pelviperineal y sexualidad, Odette Freundlich, explica que, “es una reacción reflejo por temor al dolor. Se produce al intentar acercarse con el pene, dedo, transductor de un ecógrafo, tampax, etc".
En cuanto a lo que puede gatillarlo, “generalmente es una mezcla de factores relacionados con una educación restrictiva, religiosa, miedo al embarazo, alguna experiencia anterior dolorosa o fobia a la penetración, lo que se traduce en contraer la vagina y cerrarla con llave”.
La experta comenta que en Chile no se tienen cifras oficiales sobre esta enfermedad, ya que es un secreto que se mantiene en pareja. Sin embargo, “Se realizó un estudio en el año 2000 en mujeres que consultan por disfunciones sexuales y se encontró un 16,5% de mujeres con Vaginismo”.
Para abordar esta problemática, Freundlich junto a un equipo de expertos comenzará un proyecto que tiene por objeto solucionar este problema. “Dentro de poco comenzaremos con un trabajo de investigación a nivel nacional, enfocado a tabular las Disfunciones sexuales femeninas en nuestro país. Esto será muy importante para darnos cuenta cuantas mujeres sufren de estas disfunciones en silencio”.
Por otra parte, un lado del problema es que pocas mujeres se atreven a contar o recurrir a un especialista, y otro, es que muchas no tienen real conciencia de que padecen esta disfunción. “Lamentablemente, son muy pocas las mujeres que tienen conciencia de esta disfunción, saben que tienen un problema con la penetración vaginal y piensan que se solucionará con el tiempo”, agrega la especialista.
El vaginismo “no se soluciona solo”
La kinesióloga es tajante al decir que este problema “no se soluciona solo” y la mujer promedio demora cerca de cuatro años en consultar, en muchos casos por desinformación, o no saber dónde acudir.
La buena noticia es que el vaginismo sí tiene solución. “El tratamiento debe ser multidisciplinario, ya que se trata de un problema físico y emocional. Participan el ginecólogo, kinesióloga experta en sexualidad y terapeuta sexual. En general, se realizan 10 sesiones de tratamiento con la kinesióloga y otras 10 con la sexóloga, con una frecuencia de una vez por semana, por lo que son alrededor de tres meses de tratamiento”.
El tratamiento consiste en:
-Educación de anatomía genital y respuesta sexual.
-Reconocimiento corporal
-Eliminación de pensamientos erróneos frente a la penetración.
-Técnicas de relajación de la musculatura vaginal, frente a la aproximación.
-Terapia manual intravaginal
-Uso de dilatadores para ir desensibilizando sistemáticamente el área
-Instrucciones de coito
¿Cómo influye esto en la relación de pareja?
La experta explica que en general, “estas son parejas muy bien constituidas, se aman, y son cómplices de un gran secreto. Sexualmente han descubierto otra forma de sexualidad no coitocéntrica, tienen un juego sexual mucho más creativo y la mayoría logra llegar al orgasmo y disfrutar de la relación sin coito”.
“El problema está en que quieren sentirse parejas normales, consumar su relación de pareja o matrimonio y por supuesto tener hijos. Es ahí entonces donde comienzan las frustraciones, angustias y búsqueda por resolver el problema”, agrega.