Cuando el juego sexual te pone en riesgo legal

Cuando el juego sexual te pone en riesgo legal
miércoles, 20 de julio de 2011
Bárbara J. Figueroa Rosa / Primera Hora

En el juego erótico, para muchos, se vale todo en busca de la excitación sexual. Pero, ojo, hay conductas que podrían ir más allá del límite y desencadenar más, que placer, un trastorno, causando graves problemas, incluso legales.

Y es que esa línea divisoria entre lo que podría ser normal y anormal depende en gran medida de que el comportamiento sexual genere una violación a los derechos de otras personas.

Así lo explicó a Primera Hora el psicólogo clínico José Pando, quien mencionó como ejemplos algunos casos de parafilia, un trastorno psicosexual en el que la fase de excitación se consigue mediante métodos no usuales.

“Casi siempre en la parafilia se podrían utilizar tres elementos esenciales: la ofensa o agresión física o psicológica, involucrar a gente en desventaja como niños o ancianos, y la utilización de objetos no animados o acciones que no son típicas para fantasear como lo son algunas prendas de ropa interior, algunos objetos o hasta animales”, destacó el también terapeuta sexual.

Y es que, según Pando, el warning time se percibe cuando la necesidad de excitación va en aumento y se comienza a quebrantar o a violar “ciertas reglas del juego”.

“Un ejemplo claro es que cuando un voyerista mira una revista, una película porno para excitarse y luego llegan a la cama y hacen el amor de lo más chévere. Pero si esa persona se siente movida a ligar en la calle o a través de las ventanas de algún hogar, definitivamente, perdió el control porque se convierte en algo ilegal”, dijo.

Y es que la parafilia, según el terapeuta, “es un adorno a la sexualidad”, en el que muchas veces se llega al placer a través de una de sus vías, el masoquismo.

“Pero incluso en el sadomasoquismo, que es cuando, por ejemplo, se pega a la otra persona o se le habla malo con tal de elevar la excitación sexual, debe haber unas reglas estrictas que jamás se deben romper. Por ejemplo, no debe haber sangre o alguna de las partes puede pedir cuándo parar y se debe respetar ese deseo. Si eso no ocurre, hay una violación de derechos y ésa sería una relación en la que se manifiesta la parafilia coercitiva ”, manifestó al explicar que este tipo de parafilia es cuando se llega a una conducta sexual rara que envuelve a otras personas sin consentimiento o sin su conocimiento.

“La no coercitiva no conlleva agresión, aunque conllevar formas inusuales de excitarse, como el fetichismo, que es cuando, por ejemplo, un hombre quiere que su pareja siempre luzca tacones a la hora del sexo o él prefiere utilizar pantis en lugar de calzoncillos”, dijo.

Además, mencionó otros casos de parafilia que han resultado letales, como fue el caso de la muerte accidental por asfixia autoinfligida del actor David Carradine, conocido por la serie televisiva Kung Fu.

“En ese caso, fue un asfixiofilia y la metodología en este caso es procurar que la persona -sea ella misma o a otra- se prive del oxígeno. Y es que cuando el oxígeno falta, la sensación orgásmica aumenta. Pero es bien peligroso”, expresó. De hecho, ésta fue una de las teorías que surgió a principio de la investigación del incidente ocurrido el pasado lunes en un hotel de la capital, cuando se especuló que la muerte de un hombre pudo haber ocurrido en medio de un festín sexual en el que se amordazaron y se les privó de la respiración a dos sujetos por medio de cinta adhesiva.

“Hay que ver qué surge de la investigación del caso del hotel, pero en medio del juego erótico podrían surgir, como en el caso del actor, accidentes peligrosos”, expresó.

Pando mencionó que entre las parafilias que pudieran ser consideradas como delitos se destaca la necrofilia (violar a muertos), la pedofilia (abusar de niños) y frotterismo (tocar y rozar a una persona en lugares aglomerados, como autobuses, en contra de su voluntad).
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