terça-feira, 20 de setembro de 2011

Afrodisíacos funcionam?

 
Revistas femininas e masculinas estão repletas de receitas infalíveis para enlouquecer o parceiro. "Saiba quais são os afrodisíacos que realmente funcionam", dizem, listando alimentos que serviriam como estimulantes sexuais. Amendoim, catuaba, pimenta, ginseng, açafrão, espora do passarinho quero-quero... a lista é interminável. E inútil. Caso você ainda tenha alguma dúvida a respeito, pode esquecer: afrodisíacos não funcionam. As reações a esses alimentos, quando existem, são puramente psicológicas.

A palavra afrodisíaco remete a Afrodite, a deusa grega do amor, que serviu de inspiração para alguns dos mitos que cercam alimentos e sexo. Como Afrodite teria nascido no oceano, os frutos do mar ganharam uma aura de prazer: quem nunca ouviu falar no poder mágico das ostras? O historiador romano Plínio (23-79) chegou a enumerar as receitas mais populares para restaurar o apetite sexual: folhas de mandrágora, alho triturado com coentro fresco... Diz a lenda que Cleópatra esfregava mel e amêndoas nas partes íntimas para excitar o imperador Marco Antônio.

Passaram-se milênios, mas as lendas persistem. "O poder dos afrodisíacos se baseia mais em folclore que em ciência", diz Meryl S. Rosofsky, professora de nutrição da Universidade de Nova York, em artigo publicado na Encyclopedia of Foods and Culture. "A pimenta, por exemplo, acelera a pulsação e induz o suor, imitando o estado de excitação sexual - o que é bem diferente de provocá-lo", diz.

"Afrodisíacos não existem", diz o sexólogo Gerson Lopes, coordenador do setor de Sexologia do Hospital Mater Dei, em Belo Horizonte. Isso não quer dizer que as pessoas não possam, eventualmente, sentir mais prazer ao consumir algum desses alimentos. "Os afrodisíacos podem funcionar como um placebo, atingindo o objetivo por um efeito psicogênico." Ou seja: a ostra não vai turbinar o seu desejo, mas sua autoconfiança pode aumentar se você acreditar nisso. Afinal, no reino da comida e do sexo, nada mais estimulante que a imaginação.
http://super.abril.com.br/alimentacao/afrodisiacos-funcionam-621674.shtml

segunda-feira, 19 de setembro de 2011

La violencia sexual de la represión

A partir de la proyección en la ex ESMA del documental Lesa Humanidad, investigadoras y víctimas del terrorismo de Estado analizaron las particularidades de los delitos sexuales y su silenciamiento durante años.
 Por Alejandra Dandan
El panel de discusión fue organizado por el Instituto Espacio para la Memoria (IEM).
Imagen: Guadalupe Lombardo.
¿Cómo operaron las relaciones de poder desde la perspectiva de género entre los genocidas? ¿Por qué no se habló de la violencia sexual en los casos tomados por el Nunca Más y durante el Juicio a las Juntas? ¿Por qué la Justicia no lo tomó como delito específico? Algunas de esas preguntas integraron el debate que abrió la proyección del documental Lesa Humanidad, presentado por un grupo de mujeres cordobesas, militantes de los ’70, que exige que la violencia sexual del terrorismo de Estado sea considerada una violación a los derechos humanos. La proyección realizada en la ex Escuela Mecánica de la Armada condensó en pocas horas una discusión que atraviesa a quienes estuvieron dentro y fuera de los centros clandestinos, un debate que intenta buscar diferencias ante una dictadura que homogeneizó a las víctimas.
El documental producido por un colectivo de mujeres cordobesas entre septiembre de 2009 y marzo de 2011 está estructurado en bloques articulados por la voz de Liliana Herrero: cuatro mujeres subrayan en sus relatos formas y efectos específicos de la violencia sexual durante el terrorismo de Estado. Violaciones. Abusos. Con todas las palabras, hasta alcanzar lo insoportable. Intentan dar cuenta de lo que no se dijo. Pero ese camino está antecedido por los relatos de sus historias desde una perspectiva novedosa porque ya no sólo son ellas las que se pronuncian como militantes, sino que releen en clave de trayectorias políticas las vidas de sus padres, del país, de la familia que intentaron construir.

Violencia en debate

“El documental fue abordado como una herramienta de reflexión militante a partir de un nuevo marco de escucha en esta nueva etapa”, indicó Dinora Gebennini, coordinadora del Programa Violencia de Género en Contextos Represivos. “Pero cuando intentamos abordar esto –aclaró– nos preguntaron si no estábamos revictimizando, nos decían que no hay que volver a poner a las víctimas en ese lugar, que es un momento traumático, nos preguntaron si teníamos psicólogos y montones de cosas que tendieron a quitarnos la posibilidad de hacerlo.”
Las discusiones sobre la violencia sexual bajo la represión aparecen hace tiempo. En las salas de audiencias de los juicios orales de lesa humanidad los organismos de derechos humanos y sobrevivientes que declaran en todo el país reclaman en muchos casos que la Justicia la considere como delito autónomo y de lesa humanidad. Hasta ahora la batalla jurídica obtuvo resultados importantes, pero aislados. Un fallo en Mar del Plata y otro en Tucumán. Semanas atrás, el juez Sergio Torres a cargo de la causa ESMA abrió por primera vez una causa con el acuerdo de las querellas a nombre de las víctimas, sobrevivientes y desaparecidas. Las diferencias aparecen no sólo en la Justicia, sino entre académicos e incluso las y los sobrevivientes.
Delia Galara, una de las protagonistas del documental, ex militante de Montoneros, explica los años de silencio. “Cada vez que intentaba hablar con el psiquiatra me preguntaba: ‘¿Qué hacés con tus hormonas?’. Y yo le contestaba que era un pelotudo. Yo le estaba contando una experiencia terrible y él me preguntaba qué hacía con mis hormonas: ¿qué carajo le importa qué hago con mis hormonas?” Son esos tiempos de oídos sordos los que ellas dicen que cambiaron.
María Sondereguer, que es investigadora de la Universidad de Quilmes, se preguntó por qué el silencio duró tantos años. Por las perspectivas de género y poder en la dictadura, por su propio olvido de los testimonios del Nunca Más. “La violencia sexual –dijo Sondereguer–, en los casos de los varones, los destituye de su masculinidad, es una forma de feminizarlos. En el caso de las mujeres, comienza antes del campo, porque es un tema que está en la ciudad y está condensada en los campos y perduró luego por fuera del terrorismo de Estado, por eso tal vez permaneció invisibilizado.” Hasta 1999, dijo, la violencia sexual estuvo tipificada como delito contra la honestidad y después contra la integridad: “No es un delito de acción pública, sino de acción privada, es decir: el comienzo de la investigación o la denuncia debe ser impulsado por la persona agredida, se deposita en la voluntad de la víctima el reconocimiento del crimen y pone en el ámbito privado algo que debería ser de lo público”. Entonces, siguió: “¿Por qué se privatiza la violencia sexual? ¿Es posible diseñar un protocolo de indagación específica para que las víctimas reconozcan eso que sufrieron como violencia? ¿Se puede repensar la reparación? ¿Qué es en este caso lo reparable?”.
Las preguntas sirvieron para alimentar un debate que incluye preguntas sobre roles: quedó claro que la violencia sexual no sólo se ejerció sobre mujeres, sino también sobre varones, un dato que intenta ser mirado en el interior de los juicios orales a partir de los aún escasos datos que aparecen.
Miriam Lewin, sobreviviente de la ESMA, escuchó en el documental los relatos pronunciados “como quien toma un remedio amargo”. “Lo que conspiró al silencio fuimos las víctimas, me culpabilizo como víctima por no haber reconocido los delitos sexuales contra mí y mis compañeras y reconozco que muchos años tuvimos una venda sobre los ojos.”
¿Fue así? ¿Por qué culpabilizarse otra vez como si no hubiese ya suficientes culpas? ¿No será que se privilegiaron otras búsquedas? O que, como dijo otra de las sobrevivientes, en aquellos años había que salir a probar primero hasta la existencia de los desaparecidos y los centros de exterminio.
Miriam Lewin explicó cómo en algún momento, adentro de la ESMA, una de sus compañeras le habló de una violación, y ella le respondió con una pregunta sobre otra cosa, como sucedió años después con el testimonio de Elena Alfaro ante la Conadep. “La concepción era que eso era la mínima parte de lo que nos pasaba –dijo–; como era obsceno pensar en reclamar por los bienes materiales cuando nos habían arrebatado la vida.” Como buenas mujeres, dijo, educadas en el sometimiento, “los delitos sexuales eran menores; si nos sacaban la vida, a nuestros hijos, ¿cómo nos íbamos a atrever a denunciar una tocadita, una violación?”. A eso la dictadura agregó otro estigma con el que las mujeres vienen trabajando. “Las mujeres tenían el doble castigo –dijo Miriam–: terminan siendo las víctimas y cargando con la culpa de haber provocado una situación que deja marcas de por vida.”

El afuera

¿Qué es lo que se habilita a partir de que pueda pensarse la violencia sexual en estos términos? ¿Los juicios? ¿Solamente? El documental pareció dar cuenta de esas preguntas. En la primera parte de la película, las cuatro mujeres subrayan el deslumbramiento con la vida de las militancias en clave de rescate político de sus organizaciones de pertenencia. Pero reconstruyen también las trayectorias familiares de padres y madres en un mundo atravesado por la vida cotidiana de una militancia que generaba problemas, pero también portaba valores.
Soledad Edelveis García Quiroga es una de las protagonistas. Se presenta como parte de una familia entrerriana de Villaguay, mudada a Córdoba cuando empezó la facultad. “Mi infancia siempre estuvo muy atravesada por un padre peronista, en la resistencia, luchó siempre, vivía mucho en cana después del ’55 y mi madre, más bien, era no peronista por decirlo sutilmente.” Y agrega: “Pero no nos educó nunca para casarnos, ser mujeres que se aplicaran a la casa, a la cocina, a estas cuestiones. Lo que yo más amo de mis padres es el tremendo sentido de la libertad: mi vida estuvo muy marcada por no apegarme a ningún mandato masculino, no fue fácil pero fue parte de un tránsito personal y político complejo, pero siempre lo personal estuvo muy unido a lo político”.
Gloria di Renzo muestra sus fotos de familia. Se presenta como militante del PRT-ERP, trabajadora de comercio, estudiante de historia y de música. “Hasta 1973, cuando vinieron las elecciones, mi familia nunca fue peronista, así que yo tampoco, era bastante gorila, pero dije: ‘Mirá vos, si todos votan acá, capaz por algo debe ser’”. Nilda Jelenic es otra de las protagonistas: “Mi papá en una época fue socialista, después se hizo radical, estaba bien informado en política, viví a través de mi hermana todo lo que fue la lucha de laicos y libres. Por eso digo que las historias no son contradictorias, no son lineales”.
Para Dinora Gebennini cada cosa parece una clave. Las mujeres subrayan parentescos. Trayectorias políticas de familia. Padres. Hermanas. Madres. La idea de los mandatos. Y Gebennini habla de esa determinada condición femenina que persiguió particularmente la dictadura: “Porque ellas generaron rupturas con los estereotipos del género, mantenían otro tipo de relación, no la de la familia nuclear, sino la de la familia militante donde los hijos también eran puestos en función de un proyecto de desarrollo colectivo de libertad, de justicia, de transformación cultural, que era lo que nos movía”.
Meses atrás, en una audiencia por el plan sistemático de apropiación de bebés, Victoria Montenegro planteaba esa misma dualidad con medias palabras. Robada por un coronel del Ejército, en la audiencia recordó lo que él le decía de las Abuelas de Plaza de Mayo, los desaparecidos y la dictadura: decía que las Abuelas con las “mentiras de los desaparecidos” intentaban “destruir a las familias que eran la salud de la sociedad”. Una idea que se replicaba en las propagandas políticas y en las formas en las que intentaron extender un consenso frente al cual aún hoy esas mujeres que se presentan como militantes de los ’70 sienten que deben dar una batalla de sentido todavía pendiente.

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-177069-2011-09-19.html

Sexualidade na Terceira Idade é tema de seminário



A sexualidade na terceira idade será tema de seminário realizado a partir das 8 horas de amanhã, no Hotel Kananxuê, no Centro de Goiânia. O evento, que segue durante todo o dia, é voltado à formação continuada de profissionais que atuam nas áreas de Atenção Básica e Estratégia Saúde da Família e atendem às determinações da Política Nacional de Saúde da Pessoa Idosa.

Entre os temas abordados no evento estão: a Política Nacional de Atenção Integral à Pessoa Idosa; a Sexualidade da Pessoa Idosa; Vulnerabilidade do Idoso às DST/HIV/Aids; Saúde Reprodutiva da Pessoa Idosa; Prevenção e Acompanhamento do Câncer de Mama, Cólo de Útero e Próstata.

A Superintendência de Políticas de Atenção Integral à Saúde (Spais), responsável pela organização do evento, espera contribuir com o enriquecimento da reflexão sobre temas relacionados à sexualidade da pessoa idosa, para que os atendimentos nas diferentes áreas possam ter a integralidade necessária.

Mais informações: (62) 3201-3811 

PAN quer escolas a abordarem a sexualidade de forma pedagógica


O PAN considera que a abordagem à sexualidade nas escolas devia ser mais pedagógica. "Dá-se muita informação ao nível funcional, do aparelho reprodutor e isso tudo, mas muitas vezes esquecemo-nos da parte que é a mais importante, que é parte pedagógica, afectiva e a abnegação que é necessário ter para ser mãe", afirmou Lucília Ferreira, após uma visita do partido ao Centro da Mãe.
A candidata do Partido pelos Animais e pela Natureza considera também que os centros de saúde e outras instituições, como casas do povo, deviam realizar  acções de formação para os jovens e também para os pais destes.

HPV: saiba mais sobre o vírus que pode se transformar em câncer de colo de útero

Cristiana Veronez | Estilo & Beleza | 19/09/2011 15h00
Foto: DivulgaçãoDesconhecido por grande parte das pessoas, o HPV (Papilomavirus Humano) é um dos vírus sexualmente transmissíveis mais comuns do mundo e pode levar as mulheres ao câncer. Grande parte das portadoras mal sabe da existência desse vírus em seu corpo, visto que é uma doença silenciosa e quando se manifesta, normalmente é porque já se encontra em estágio mais avançado. Portanto, atenção! A melhor maneira para lidar com isso é se prevenir.
Números do HPV, contágio e prevenção
Segundo o ministério da Saúde, o HPV é responsável por 90% dos casos de câncer de colo de útero. Mulheres entre 15 e 25 anos são as maiores vítimas e o exame Papanicolau, oferecido pelo Sistema Único de Saúde (SUS), é o melhor caminho para a detecção e tratamento. Vale lembrar que os homens não estão livres de contrair o vírus. Quanto antes for detectada e tratada, maiores as chances de a doença não evoluir para o câncer de colo de útero.
Foto: DivulgaçãoNormalmente, os tipos menos perigosos de HPV podem ser detectados pela presença de pequenas verrugas na área genital. Porém, muitas vezes não apresentamos qualquer sinal externo da doença, e o perigo é esse, pois acabamos deixando de nos tratar corretamente.
O contágio não é feito apenas pelo sangue. Contato entre as genitais já pode transmitir o vírus. Ou seja: camisinha sempre, desde as preliminares!
Ainda de acordo com dados do Ministério da Saúde, cerca de 17% da população brasileira é detectada, por ano, com a doença. Estima-se que até 80% das mulheres sexualmente ativas no mundo irão adquirir a infecção pelo HPV ao longo de suas vidas. Atualmente, cerca de 291 milhões de mulheres são portadoras do HPV no mundo. A comparação desse dado com a incidência anual de aproximadamente 500.000 casos de câncer do colo do útero indica que o câncer é um desfecho raro, mesmo a pessoa estando infectada pelo HPV. A dedução é que a infecção pelo vírus é um fator necessário, mas não suficiente, para que seja desenvolvido o câncer do colo do útero.
Cuidar da saúde e sexualidade é uma prova de respeito consigo mesma e também com o seu parceiro. Portanto, fique sempre atenta.
Quais outros assuntos referentes à sexualidade da mulher vocês, leitores e leitoras doSRZD, gostariam de encontrar no site? Comentem!

http://www.sidneyrezende.com/noticia/145962+hpv+saiba+mais+sobre+o+virus+que+pode+se+transformar+em+cancer+de+colo+de+utero

A reposição hormonal masculina


19/09/2011

No homem a redução dos hormônios sexuais ocorre de maneira muito mais sutil que na mulher. Não há uma queda tão definida dos hormônios nem um fenômeno tão marcante quanto  a última menstruação. O que sabemos é que neles, a testosterona, o principal hormônio masculino, começa a cair por volta dos 40 anos de idade e daí por diante a perda pode alcançar 1 a 2% da produção hormonal masculina anualmente.
Os sintomas também não são nada característicos como na mulher. Nelas, as ondas de calor não deixam dúvidas de que o climatério chegou. Neles, o declínio dos hormônios sexuais masculinos, a chamada andropausa, ainda não é aceita por muitos estudiosos no assunto. Isso porque seus sintomas lembram muito mais o processo de envelhecer e não ocorrem como um fenômeno fisiológico em todos os homens.
A disfunção erétil e a redução da libido talvez sejam os sintomas mais característicos da andropausa e que mais afligem o homem com declínio hormonal. Mesmo assim, a sexualidade pode sofrer influências de muitas outras causas orgânicas e psíquicas e que nada tem a ver com o declínio do hormônio masculino. Por isso, o diagnóstico deve sempre ter a comprovação das dosagens desse hormônio, além dos sintomas.
Além das alterações da esfera sexual, os demais sintomas que acompanham a redução da testosterona são ainda menos específicos de disfunção hormonal e mais parecidos com o envelhecimento. Redução da massa muscular e óssea, fadiga crônica e desânimo são queixas de muitos homens após os 50 anos e a maioria deles não tem a queda de testosterona que nos permite fazer o diagnóstico de andropausa. Talvez o stress da vida moderna, as demandas profissionais e familiares e a própria expectativa masculina possam estar atuando com mais força do que o declínio hormonal.
Uma vez estabelecido o diagnóstico, a reposição do hormônio masculino pode ser realizada desde que não haja contra-­indicações. As mais importantes são as doenças da próstata ou até as alterações inespecíficas do PSA.  A reposição pode ser feita através de várias preparações do hormônio masculino, que podem ser administradas por via oral, injetável ou por soluções aplicadas à pele sob a forma de gel ou adesivo. Seus benefícios são comprovados em melhorar a libido, a ereção, a massa muscular e óssea.
Há, entretanto, riscos que devem ser monitorados, principalmente devido ao potencial da testosterona em agravar a tendência do aumento da próstata que ocorre com a idade e em estimular uma doença prostática não diagnosticada, entre elas, o próprio câncer de próstata. É bem certo que o hormônio masculino não causa o câncer de próstata, mas também é definitivo o conhecimento de que ele pode ser o gatilho para o crescimento de um tumor maligno até então quiescente. Outras complicações do uso crônico do hormônio masculino são a retenção de líquidos e aumento de glóbulos vermelhos que podem trazer risco de sobrecarga cardiovascular, desenvolvimento de mamas e até apneia do sono.
Como a reposição hormonal feminina, aqui também cada caso deve ser minuciosamente investigado e  o tratamento instituído individualmente e monitorado com rigor. 

Disfunciones sexuales



Las disfunciones sexuales son padecimientos que interfieren con la respuesta sexual, es decir que dificultan o impiden el deseo, la excitación y/o el orgasmo. Para poder ser considerados como padecimientos, deben suceder con cierta frecuencia durante algún tiempo.


Es importante que se cumplan los criterios de frecuencia y tiempo, dado que es natural vivir eventos desafortunados durante el ejercicio sexual, las causas de estas "fallas" son el cansancio, el estrés o las distracciones circunstanciales.

Las disfunciones sexuales deben presentarse en todos o casi todos los intentos durante al menos seis meses (DSM-IV, 2004). Por otro lado, pueden haber sucedido desde el principio o empezar a suceder después de un tiempo de buen funcionamiento. Esto se refiere a latemporalidad de la disfunción, puede ser primaria (desde siempre) osecundaria (después de buen funcionamiento). También pueden suceder en algunas situaciones y en otras no, de manera que tenemos disfunciones globales (se presentan en todas las situaciones), situacionales (solamente presenta en algunas situaciones o con una pareja si y con otra no) o parciales (la disfunción se presenta en todas las situaciones excepto en el autoerotismo).

Las disfunciones pueden presentarse en cualquiera de las fases de la respuesta sexual: en la fase de deseo sexual, puede presentarse eldeseo sexual hipoactivo (baja o falta de deseo sexual).

En la fase de la excitación sexual, hay disfunciones masculinas, ladisfunción eréctil (dificultad para lograr o mantener una erección suficiente para la satisfacción sexual) y disfunciones femeninas,excitación sexual inhibida con lubricación vaginal (dificultad para sentirse excitada a pesar de la presencia de lubricación vaginal adecuada), excitación sexual inhibida sin lubricación vaginal(dificultad para lograr o mantener la lubricación vaginal suficiente para la penetración y satisfacción sexual).

En la fase de orgasmo, los hombres pueden presentar eyaculación precoz (eyacular ante una estimulación sexual mínima, antes durante o después de la penetración, antes de que la persona quiera eyacular) y en ambos sexos puede haber anorgasmia (falta de la experiencia orgásmica ante una estimulación sexual suficiente).

En la fase de resolución pueden aparecer los síndromes dolorosos aunque la dispareunia (dolor coital) puede suceder en cualquier fase de la respuesta sexual.

Existen también disfunciones sexuales que impiden la relación sexual y en particular la penetración son: el vaginismo (contracción involuntaria de los músculos pélvicos que estrechan el introito vaginal o entrada de la vagina impidiendo o dificultando dolorosamente la penetración) y la fobia sexual (miedo y angustia ante la posibilidad de una relación sexual, en particular de una penetración), la fobia puede presentarse tanto en hombres como en mujeres.

Todas las disfunciones sexuales tienen consecuencias negativas, como malestar personal, conflictos interpersonales, sufrimiento y en ocasiones evitación de la intimidad sexual.

Las causas de las disfunciones son diversas y deben ser exploradas con detenimiento pues algunos padecimientos físicos como la diabetes, la hipertensión arterial, el síndrome metabólico, algunos trastornos neurológicos u hormonales y algunos tumores cancerosos tienen manifestaciones en la respuesta sexual humana. Otras causas pueden ser psicológicas como angustia de desempeño, desconocimiento del propio cuerpo y su funcionamiento, interferencias de pensamientos durante la actividad erótica, baja autoestima, trastornos de personalidad o conflictos mentales o emocionales. Un tercer nivel de causas de las disfunciones se encuentra en la relación de pareja, los conflictos y discusiones, problemas de comunicación dificultan las experiencias placenteras y en ocasiones interfieren en la respuesta sexual humana.

En cualquier caso, es muy importante atender las disfunciones sexuales con un especialista (sexólogo clínico) que sea capaz de realizar el diagnostico completo y ofrecer un tratamiento adecuado pues las consecuencias tanto en lo individual como en pareja son importantes y se relacionan con la salud física, mental y sexual, la satisfacción sexual en particular y la satisfacción por la vida en general.