Cuando hablamos de vaginismo, hablamos de una contracción involuntaria de la vagina al intentar el coito. Generalmente esa contracción, viene dada por los nervios de la primera vez, una educación sexual mal adaptada, miedo a los embarazos…La falta de relajación vaginal, provoca dolores intensos, ardor, o punzadas durante la penetración.
Aun que se podría decir que en los comienzos, los nervios, el miedo, la falta de preparación… son los causantes de la dolencia, son las molestias que genera lo que mantiene esas contracciones en el tiempo. Es decir, que en los intentos posteriores, ya no es el miedo, ni los nervios del propio acto los que cierran la vagina, sino el recuerdo del dolor provocado por la penetración anterior. De esta manera, si los recuerdos de las anteriores penetraciones fueron dolorosas, nunca estaremos relajadas ante el futuro intento, por lo que los músculos se contraerán de nuevo y lo harán cada vez con más fuerza hasta impedir totalmente la entrada del pene el la vagina.
El principal problema es que la mujer no controla para nada la constricción y mucho menos desea que ocurra; es una respuesta pélvica involuntaria. Es posible que ella ni siquiera sea consciente de que la respuesta muscular esté ocurriendo, y por lo tanto no sabe que esta, está causando los problemas de penetración.
Las contracciones involuntarias las provocan el músculo pubocoxígeo, que rodea la vagina y que junto con los haces ileocoxígeo y puborrectales forman el músculo elevador del ano. A toda esta musculatura se la conoce coloquialmente como músculos del suelo pélvico y es necesario su entrenamiento para solucionar el vaginismo.
Debido a que es el recuerdo del dolor el que cierra la vagina, nos encontramos con que no siempre el vaginismo aparece con las primeras relaciones sexuales, puede aparecer tras años de relaciones con penetraciones completas y placenteras. De ahí que hablemos de dos tipos, primario y secundario
Cuando una mujer nunca ha podido tener actividad sexual sin dolor debido este problema, su padecimiento se conoce como vaginismo primario y en algunos casos no son capaces de usar tampones, de completar las visitas al ginecólogo y en ocasiones ni siquiera pueden consumar su relación, por que la penetración se vuelve imposible.
Si el vaginismo aparece más tarde después de, haber disfrutado de coitos indoloros, se conoce como secundario. Generalmente es causado por un problema médico, evento traumático (violación, abuso…),por un parto complicado, menopausia…Que provocaron un coito doloroso o un dolor vaginal intenso, que hace que la vagina quiera defenderse de dolores futuros y se cierre a la penetración.
Tenéis que saber que hay maneras de solucionarlo, pero es necesario que te hagan un seguimiento profesional, por que cuanto más tiempo tardes, más se agrava el problema, a que los músculos aumentan su fuerza y el recuerdo del dolor se hace más firme, por que te ha dolido más veces. Chicas, sufrir no es necesario y menos cuando las técnicas han avanzado. Ante el más mínimo problema pedid cita a un sexólogo, ya veréis que rápido empezáis a mejorar.
Irene Liñares es licenciada en Psicología Clínica por la Universidad de Santiago, y experta en Sexología. Tiene una amplia experiencia como educadora y asesora sexual. Actualmente dirige la clínica Ishtar de Psicología Sexual y de Pareja
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