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domingo, 12 de junho de 2011

Após escândalos, Giggs buscará ajuda para tratar ‘vício em sexo’

Após escândalos, Giggs buscará ajuda para tratar ‘vício em sexo’
Segundo jornal, veterano do Manchester vai se tratar do problema como fez o golfista americano Tiger Woods em 2010
12.06.2011 | Atualizado em 12.06.2011 - 01:00
Envolvido em dois escândalos seguidos, um caso com a cunhada e outro com uma ex-Big Brother, o meia Ryan Giggs, do Manchester United, já procura ajuda psicológica para salvar seu casamento com a esposa Stacey. Pelo menos é o que garante o jornal “The Sun” na edição deste sábado.

Segundo a publicação, o veterano galês de 37 anos vai fazer terapia para curar seu vício em sexo depois de ver relacionamentos extraconjugais com Natasha Giggs, ex-mulher do irmão Rhodri, e com a modelo Imogen Thomas, pararem nas manchetes de jornais e sites de todo o planeta.

Apesar de tudo, a esposa de Giggs teria dado uma chance a Giggs e aprovado a idéia do terapeuta, mesmo método que o golfista americano Tiger Woods usou no ano passado por conta de uma problema de compulsão sexual.As informações são do Globo Esporte.
http://www.correio24horas.com.br/esportes/detalhes/detalhes-3/artigo/apos-escandalos-giggs-buscara-ajuda-para-tratar-vicio-em-sexo/?id=152&tx_ttnews%5Btt_news%5D=133020&cHash=467aac0f6cbcba92545347ebd43af795

En México, 6.7 millones de adictos al sexo

En México, 6.7 millones de adictos al sexo
Milenio
16-Mayo-2011

Los que padecen esta enfermedad por lo regular sufren de obsesión permanente y llegan al extremo de buscar cadáveres, animales o todo aquello que provoque dolor

México.- En México 6% de la población total, es decir, alrededor de 6 millones 700 mil personas, padecen de conducta sexual compulsiva como se denomina a la incapacidad de controlar deseos sexuales al grado de que en un día llegan a masturbarse hasta 15 veces causándose lesiones en los genitales y, como la excitación no cede, sostiene múltiples relaciones sexuales con varias personas, informó el sexólogo César Velasco Téllez.

“El 6 por ciento de la población es muchísima gente, estamos hablando que supera cinco veces a padecimientos como la esquizofrenia”, refirió el director médico de Pfizer, tras referir que, por lo regular, los adictos al sexo sufren de obsesión permanente y llegan al extremo de buscar cadáveres, animales o todo aquello que les provoque dolor.

El especialista dijo que la conducta sexual compulsiva tiene varias causas, “la estructura anómala del cerebro en las primeras nueve semanas de embarazo; o afecta a quienes tuvieron un accidente y daño en el lóbulo frontal, con esclerosis múltiple y epilepsia, esquizofrénicos, con problemas de Alzheimer, con retraso mental o parkinson”, detalló.

El padecimiento, abundó, también se caracteriza por la constante conquista, y el único objetivo es tener sexo. Son extraordinarios para ligar y seducir, la mujer como persona no existe, sólo es un objeto.

La enfermedad afecta principalmente a los hombres. Por cada tres varones hay una mujer, y en 90% de los casos se presentan parafilias, es decir, excitación causada por sadismo, masoquismo, exhibicionismo, voyeurismo, zoofilia, coprofilia, necrofilia y fetichismo.

“Un enfermo de esta naturaleza atesora material erótico que puede ser desde calzones femeninos hasta películas pornográficas, y nunca es suficiente, por eso siempre tiene problemas se dinero”, aseveró el especialista, quien citó datos oficiales de la Encuestas de Salud Mental 2010.

Fantasías sexuales

La diferencia entre una fantasía sexual y el sexo compulsivo es abismal, ya que en la primera basta la cinta imaginaria, donde la persona se topa con su pareja, con un trío o con todo un grupo de extraños dispuestos a entregarse a sus más voraces apetitos carnales. En ocasiones sólo es un voyeurista.

La cascada de imágenes sexuales aparece en cualquier momento, sin pudor o moral.

Juan Luis Álvarez-Gayou, director del Instituto Mexicano de Sexología, AC, institución que, justamente, realizó el estudio 1001 Fantasías sexuales de hombres y mujeres de México.

“Los mexicanos se la pasan fantaseando casi todo el día, por lo menos, 50 por ciento de los pensamientos que generan en una jornada son minificciones, quimeras hilvanadas a capricho. Lo interesante es que tres por ciento de esas fantasías son exclusivamente sexuales”, comentó Álvarez-Gayou.

De acuerdo con el especialista, casi todas las fantasías sexuales tienen su origen en la frustración y las tensiones, en los deseos y sentimientos profundos, en los periodos prolongados de abstinencia o en el más rotundo de los placeres. Cualquiera que sea la ventanilla, la fantasía dota a la persona de gozo y creatividad, de cierto espíritu lúdico y de mucha vitalidad de exploración. Ninguna se cobija con el velo de la culpa y tampoco ninguna es realizable. Todas son muy seguras y privadas.

Para el estudio que hizo Álvarez-Gayou se recurrió a mil 112 personas, de las cuales 728 fueron mujeres y el resto hombres originarios de distintas partes del país, entre estos, DF, Edomex, Veracruz, Jalisco, Puebla, Yucatán y Sonora.

Los mexicanos, en general, le dan suma importancia a la desnudez y a la estética (entendida como belleza y delgadez). Además, el orgasmo es el símbolo máximo de su placer sexual imaginario, donde la playa, el mar y el campo son escenarios comunes.

Las mujeres están condicionadas por sus influencias culturales, religiosas y patriarcales. Suelen fantasear con sus propias parejas o con alguien que conocieron en el pasado. “Cuando se presenta en escena un tercer hombre éste siempre tiene el rostro oculto y anteponen la exploración al coito; buscan que su pareja explore, bese y toque, con suavidad y paciencia, su clítoris y luego aceptan la penetración”, explicó.

Algunas mujeres reconocieron haber tenido en alguna o en varias ocasiones encuentros fantasiosos con mujeres heterosexuales.

Los hombres suelen fantasear con las mujeres ajenas: casadas, vecinas, compañeras de trabajo o de la escuela, cajeras del supermercado, actrices o cantantes. Cualquier mujer con la que no tiene ni tendrá alguna relación o vínculo íntimo o amoroso.

En sus encuentros imaginarios participan dos o más mujeres hermosas, voluptuosas y frondosas, morenas y sobre todo rubias. Ninguna opone resistencia, están dispuestas a complacerlos en todo.

En la fantasía “a ellos sólo les interesa el coito, el tocar y penetrar a todas. Y claro, ellos les cumplen a todas. No son eyaculadores precoces ni deben de esperar”, detalló.



Características

• El especialista señaló que la conducta sexual compulsiva se acompaña en 80% de los casos del consumo de drogas o alcohol.

• Este fenómeno también se presenta cuando hay trastorno con déficit de atención y bipolaridad.

• Según el sexólogo, tres de cada 10 hombres y mujeres sufrieron en la infancia de abuso sexual y físico, debutaron desde la violencia y no desde el amor, y por eso tienen dificultad para un contacto sano de pareja.

• Quienes padecen la enfermedad suelen contraer infecciones venéreas como VIH/sida, o hepatitis C, y frecuentemente tienen problemas legales y terminan en la cárcel.

• En México, asegura Velasco Téllez, no hay un solo centro en el país especializado para tratar a este sector de enfermos.
http://www.vanguardia.com.mx/enmexico6.7millonesdeadictosalsexo-724903.html

domingo, 5 de junho de 2011

Hipererosia ou Comportamento Sexual Compulsivo

Hipererosia ou Comportamento Sexual Compulsivo

Publicado em: 27/10/2007. Última revisão: 05/03/2011

Dr. Oswaldo M. Rodrigues Jr.
Psicólogo e Terapeuta Sexual. autor dos livros "Psicologia e Sexualidade (Editora Medsi) e Objetos do Desejo (Iglu Editora).

O desejo de se fazer sexo tem várias formas de expressão. Existem pessoas que tem diminuição ou abolição dos desejos sexuais. Existem pessoas com desejo hipertrofiado. Existem pessoas com desejos diferentes da maioria das pessoas... E existem pessoas que fazem sexo com finalidades outras que não apenas sexuais...

Vamos pensar numa dessas maneiras: a hipererosia ou comportamento sexual compulsivo.

Primeiramente, vamos definir o que se tem chamado de hipererosia ou comportamento sexual compulsivo. A expressão feminina deste fenômeno já recebeu nomes do tipo ninfomania (para lembrar das ninfas dos bosques greco-romanos que estariam sempre disponíveis ao sexo) ou messalina (para lembrar da imperatriz romana de quem se dizia que saia às noites disfarçada para orgias nas tavernas, além de manter escravos sexuais em casas para satisfazer suas necessidades sexuais...).

Para os homens, o termo tarado tem sido mais comum, mas já se usou a figura nos sátiros greco-romanos, e seu principal elemento, Príapo, para designar a necessidade de excesso de sexo, pelas criatura metade bode, com chifres e que corriam atrás das ninfas dos bosques.

Figuras mais recentes a exemplo de Don Juan, conferiram a idéia de normalidade e ideal aos homens com comportamentos sexuais compulsivos. As mulheres seguiram com a pecha pejorativa quando do comportamento sexual diferente da norma cultural.

O termo hipererosia já nos leva à idéia de que pode ser um comportamento desejado e positivo, apenas um excesso de erotismo de uma determinada pessoa. As pessoas que sentem uma necessidade sexual maior podem estar incluídas nesta denominação, mas nem sempre... O que pressupõe e que permite chamar de comportamento sexual compulsivo depende de características de personalidade específicas.

São pessoas que:

- tem pensamentos ou atos compulsivos recorrentes;

- tem pensamentos obsessivos - idéias, imagens ou impulsos que entram na mente do indivíduo repetidamente de uma forma estereotipada, são angustiantes (violentos, repugnantes ou obscenos), sem sentido e a pessoa não consegue resistir a eles. São reconhecidos como próprios e pessoais.

- tem atos ou rituais - comportamentos estereotipados, que se repetem muitas vezes, não são agradáveis e são vistos como preventivos de algo improvável.

- estas manifestações ocorrem em conjunto com ansiedade e depressão.

Estas características podem variar e dependem de quanto a pessoa está envolvida com seus pensamentos automáticos e quanto seus processos de pensamento estão desenvolvidos, destruindo e prejudicando os relacionamentos cotidianos.

Estas características psicológicas é que definem a patologia sexual denominada de comportamento sexual compulsivo. Claro que existem mais questões do que simplesmente afirmar que uma pessoa é compulsiva. Estamos falando de um diagnóstico psicológico para realmente determinar uma compulsão sexual. Não basta alguém se identificar nas características ou não crer que estas descrições se refiram a elas. Uma pessoa que já se creia compulsiva necessita de ajuda psicológica profissional, é certo. Uma pessoa que não perceba que é compulsiva não significa que deixe de sê-lo...

Algumas organizações não governamentais tem se formado para suprir a necessidade de tratamento de pessoas que não podem pagar profissionais especializados. No Brasil existem alguns grupos em grandes cidades. São Paulo conta com vários grupos funcionando em vários bairros, por exemplo.

É mais provável que o número de pessoas compulsivas sexuais seja maior na faixa de 40 anos para cima do que nas de idades inferiores. Isto se deve ao desenvolvimento dos processos de pensamento que conduzem ao comportamento compulsivo. O processo tende a ser mais denso e "aperfeiçoado" com o correr dos anos.

O ambiente em que nasce e vive a pessoa pode ser facilitador. Um exemplo é a família de origem valorizando comportamentos sexuais exagerados e as formas de pensar compulsivas. Mas os ambientes e famílias não são determinantes do desenvolvimento do comportamento sexual compulsivo. É a pessoa que desenvolve as características de pensamento, as quais, com um ambiente propício, fica mais aparente.

São pessoas que dificilmente chegam a admitir que tem problemas e que buscam tratamento especializado. Seus comprometimentos emocionais os impedem de tomar providências para modificarem-se, pois seus mecanismos são de se manterem iguais, inalterados... O tratamento psicoterapêutico é extremamente eficaz para aqueles que aceitam a idéia de estão com dificuldades e somente modificar-se-ão com ajuda profissional. A abordagem comportamental cognitiva é q que melhores resultados tem neste tipo de problema. Embora não seja uma abordagem psicológica tão comum no Brasil, já existem muitos especialistas em nosso país. Geralmente são psicoterapeutas que também atuam com a sexualidade humana em terapia sexual.

Os comprometimentos dos processos de pensamento interferem com produção de emoções e afetos. Emoções de paixão são vividas intensamente, sem direcionamentos cognitivos de acordo com planos e vida e razão. É mais provável que este tipo de pessoa "perca a cabeça" e se deixe levar pelas fortes emoções, justificando-se com esta valorização, e acrescentando que não tem controle sobre as próprias emoções e sentimentos.

Algumas destas pessoas podem estar envolvidas com outras problemáticas sexuais a exemplo de parafilias (desvios sexuais). Uma condição pode ser a pedofilia, que tem sido retratada em nosso país com a existência de prostituição infantil. Outras parafilias podem se associar devido ao substrato psicológico que sustenta a compulsão sexual. As parafilias exclusivistas já são uma expressão da qualidade compulsiva.
http://www.saudenainternet.com.br/portal_saude/hipererosia-ou-comportamento-sexual-compulsivo.php

terça-feira, 24 de maio de 2011

14/05/2011 - Será que existe mesmo vício em sexo?

14/05/2011 -
Será que existe mesmo vício em sexo?

Frank Thadeusz

Charlie Sheen durante apresentação de seu "Violent Torpedo of Truth" em Nova York; ator seria viciado em sexo
O vício em sexo é cada vez mais visto como uma doença das massas como o alcoolismo, que exige tratamento, especialmente nos EUA. Grupos de auto-ajuda também estão começando a se formar na Alemanha. Muitos psicólogos, contudo, acham que é uma condição inventada por conservadores moralizantes.

Crystal Renaud começou a se masturbar com regularidade aos 10 anos de idade, depois de encontrar uma revista pornográfica no quarto do irmão mais velho. Como diz Renaud, ela passou os seguintes oito anos da vida buscando material saliente na Internet.

O resgate veio na forma de um campo de férias cristão descoberto pela mãe. “Descobri Jesus e entendi que ele estava me mostrando um caminho diferente”, diz Renaud.

A jovem norte-americana, com mechas cor de rosa no cabelo e esmalte preto, está se tornando uma espécie de símbolo –em dois aspectos. Suas fãs adoram Renaud porque ela ousou chamar para si algo que antes era reservado aos homens como o ex-presidente Bill Clinton, o astro do golfe Tiger Woods e o ator Charlie Sheen: o direito de ser viciada em sexo.

Desde sua conversão, porém, Renaud parece uma dessas donas de casa que faz cruzadas para banir até os Beatles das prateleiras das casas. Ela levou sua cruzada moral para palestras e campus universitários. Sua mensagem lembra as tiradas de ultraconservadores e fundamentalistas cristãos enquanto reúnem tropas para combater a última batalha no Monte de Vênus.

O número crescente de grupos de auto-ajuda para vício em sexo é um indicador de quanta influência a direita religiosa tem sobre os EUA. Organizações como Addicts Anonymous e Sex and Love Addicts Anonymous que agora tem uma filial na Alemanha, são permeadas de ideias profundamente conservadoras e veem as atitudes liberais em relação ao sexo e aos relacionamentos como nada além de doença.

Os pioneiros do Sexaholics Anonymous advertem: “O desejo sexual é um sentimento desgovernado que nos leva a abusar de nós mesmos, dos outros ou dos objetos para propósitos destrutivos e egoístas.”

O Sexaholics Anonymous defende um programa de 12 passos com base no programa dos Alcoólatras Anônimos.

Crystal Renaud diz que hoje está “limpa”, levando uma vida abstinente e dividindo o apartamento apenas com seu cão.

Especialistas, porém, montaram uma oposição à nova geração de cruzados anti-sexo. Será que o “vício em sexo” realmente é uma doença que requer tratamento, como o alcoolismo? Tal doença existe?

“Missionários”

“Eles fazem algo que muitas vezes está dentro dos limites razoáveis do comportamento sexual se tornar uma doença”, diz o psicoterapeuta Marty Klein. Em seu livro recentemente publicado “America’s War on Sex” (em tradução livre: a guerra ao sexo nos EUA), Klein ataca os guardiões da moralidade.

“A agressão, o desejo de poder e demandas ávidas por prazer fazem parte da sexualidade normal”, diz Klein. Referindo-se aos seus adversários pudicos, ele diz desmerecedoramente: “Essas pessoas são missionárias que querem colocar todos na posição de papai e mamãe”.

Como os radicais não têm outra solução além da abstinência para os supostamente viciados em sexo de suas congregações, alguns cientistas também estão começando a se revoltar. Eles argumentam que o desejo sexual faz parte de um ser humano saudável e que não há nada de patológico nisso, nem mesmo em sua forma exagerada.

Mais de um século atrás, o psiquiatra Richard Von Krafft-Ebing descreveu os sintomas de uma libido hiperativa em termos relativamente drásticos em seu trabalho “Aberrações da Vida Sexual”. O acadêmico escreveu que a “sexualidade patológica é uma praga terrível para sua vítima, que vive em perigo constante de violar as leis e a moralidade, ou de perder a honra e a até a vida”.

Para sua coleção de “perversões e anomalias”, Krafft-Ebing aparentemente teve fontes ilimitadas. Por exemplo, falando do caso de “P., zelador, 53 anos”, o psiquiatra escreveu: “Durante o coito, ele era ‘animalesco, completamente selvagem, tremia e rosnava’, de forma que sua parceira meio frígida ficava enojada e entendia o ato como um dever conjugal e um martírio”.

Krafft-Ebing tinha explicações miraculosas para os motivos das pessoas com distúrbios sexuais: “A influência da raça, estações e até do tempo têm tanto papel aqui quanto o uso de estimulantes”.

Critérios vagos

As visões de especialistas no campo não melhoraram muito desde os tempos do austro-germânico Krafft-Ebing. A maior parte dos alemães vê a suposta agonia do vício sexual como um distúrbio inventado. “Mesmo entre os terapeutas que se especializam no tratamento de problemas sexuais, não há quase consenso sobre como diagnosticar o vício em sexo”, diz Peer Briken, diretor do Instituto de Pesquisa Sexual e Psiquiatria Forense do Hospital da Universidade de Hamburgo.

Como os critérios diagnósticos são vagos, ou totalmente ausentes, os especialistas alemães se recusam a adotar a mais recente diagnose americana. Dos 43 especialistas que Briken reuniu para o estudo, 36 estão convencidos que o vício em sexo não é um distúrbio independente.

Para os psicólogos, o dilema começa com a definição de um nível crítico. Isso não é difícil com o álcool. Uma pessoa que bebe uma garrafa de bebida destilada por dia provavelmente deve sofrer sérias consequências à saúde com o tempo.

Será que sexo demais é nocivo à saúde?

Mas será que sexo em demasia também é nocivo? O corpo humano pode lidar com uma dose de meia dúzia de orgasmos por dia sem sofrer efeitos negativos.

Ainda assim, os apologistas do conceito de vício em sexo ainda tentam definir um número específico de orgasmos como indicador do desejo sexual patológico –um limite arbitrário, em geral definido inteiramente em comparação com valores médios.

Em 1948, o pesquisador do sexo Alfred Kinsey, ainda livre de preconceitos morais, determinou o número total de orgasmos dos cidadãos norte-americanos alcançados em uma semana por masturbação ou ato sexual. O número médio ficou entre um e três vezes por semana. Os valores mais altos foram entre os homens com menos de 30 anos, que atingiam o clímax pelo menos sete vezes por semana, em geral pela masturbação.

De acordo com estudos mais recentes, que corroboram os resultados de Kinsey, entre 5 a 10% dos homens americanos atingem o clímax sete vezes ou mais por semana.

“Se falam qualquer coisa acima de seis, meus ouvidos ficam atentos”, diz Martin Kafka, psiquiatra da Escola de Medicina de Harvard. Com precisão aparentemente científica, Kafka define um viciado em sexo como alguém que tem ao menos sete orgasmos por semana por um período de seis meses e passa “uma ou duas horas por dia em tais atividades”.

Kafka acrescentou mais alguns critérios à sua lista. Ele agora classifica como patológicos os indivíduos cujas fantasias sexuais e comportamentos são: tão trabalhosos que mal conseguem encontrar tempo para outras atividades e obrigações não sexuais; ocorrem como reação à ansiedade, mau humor e tédio ou repetidamente em resposta a eventos irritantes.

Kafka, ao menos, acrescenta a seguinte advertência: “O comportamento hiper-sexual excessivo sem sofrimento pessoal não pode ser caracterizado como patológico”. O fator crítico, de acordo com Kafka, é a pressão psicológica associada com o desejo sexual excessivo.

“Isso não forma um quadro clínico”

“A questão da tensão psicológica é um argumento bastante fraco”, diz o pesquisador de sexo Briken. “Imagine que você seja uma pessoa sexualmente aberta, mas está com alguém cheio de pudores. Então, é claro que você rapidamente fica tenso psicologicamente. Mas isso não forma um quadro clínico”.

O conceito do vício em sexo também é visto com grande ceticismo entre especialistas nos EUA. A Associação Psiquiátrica Americana está atualmente desenvolvendo uma nova versão de seu “Manual estatístico e diagnóstico de distúrbios mentais”. Até agora, a APA recusou-se consistentemente a incluir a suposta aflição do vício em sexo como categoria diagnóstica em seu manual.

O tratamento dos adictos em sexo está principalmente nas mãos de não profissionais, diz o autor Marty Klein. Em muitos casos, eles são ex-viciados em drogas e álcool que escolheram a recuperação da adição como seu princípio de vida.

O voto que os viciados devem recitar ao entrar para a Sex Addicts Anonymous exemplifica suas atitudes algumas vezes questionáveis: “Admitimos estarmos impotentes diante de nosso comportamento sexual adicto –que nossas vidas se tornaram impossíveis de administrar. Acreditamos que existe uma Força maior que nós mesmos pode nos restaurar a sanidade”.

Para os viciados em sexo anônimos, o que soa como um trecho de um romance religioso de terceira qualidade é um primeiro passo vital em uma vida sem o sexo perturbador e a masturbação vexatória.

Pesquisadores sérios do sexo não têm nada além de escárnio para as declarações para chamar a atenção de pessoas como a atriz Lindsay Lohan, cujas tendências ninfomaníacas foram descritas ao vivo para a câmara por um antigo amante: “Fazíamos sexo como coelhos”.

Outra fonte de diversão entre os especialistas no caso é o jogador de golfe multimilionário Tiger Woods, que se internou no Centro Comportamental Pine Grove em Hattiesburg, Mississipi, para tratamento de sua propensão desastrosa de ter dezenas de casos extra-maritais com várias mulheres.

A clínica para tratamento de vícios, com jardins que parecem parques, dá a sensação de um hotel cinco estrelas, onde um grupo seleto de pacientes degusta aperitivos na piscina e se reúne em chalés para sessões em grupo.

Os pacientes que necessitam de terapia em geral passam seis semanas na clínica. Os viciados em sexo praticam ioga ou formam “grupos espirituais”. Banhos de lama presumivelmente alcançariam o mesmo resultado –ou seja, nenhum.

Há um tratamento para isso

Apesar dos curandeiros nefastos da cura do vício em sexo, a crença neste suposto distúrbio e em seu tratamento espalhou-se para os mais altos escalões políticos nos EUA.

Em vários eventos públicos, o ex-presidente dos EUA Gerald Ford atacou seu sucessor Bill Clinton. “Ele não perdia uma saia bonitinha em nenhuma ocasião social”, disse mais tarde o republicano a um jornalista, e prontamente deu seu diagnóstico: “Ele é doente –ele tem um vício.”

A mulher de Ford, Betty, que fundou sua própria clínica para alcoolismo em 1982 após uma batalha contra o álcool, ofereceu seu conselho: “Você sabe, existe tratamento para esse tipo de vício”, disse ela.

Os defensores do modelo da clínica estimam que entre 3 e 6% da população sofre do vício compulsivo em sexo. Só na Alemanha, isso significaria que até cinco milhões de pessoas passam o dia todo, da manhã à noite, pensando em uma única coisa: sexo.

Seria ruim para a economia?

Em palestras e mesas redondas, Crystal Renaud também insiste que ela é “uma em milhões”. Em seu site ela vende camisetas com a imagem de uma mulher com a boca fechada com fita adesiva e as palavras: “Quebre o silêncio”. A ativista acredita falar em nome de um futuro movimento quando diz: “A pornografia não é boa!”

Reanud não tem o apoio da maior parte do sexo feminino, segundo os estudiosos. De acordo com o pesquisador Briken, “as mulheres agora podem obter o tipo de pornografia no mercado que também as excita e que certamente é gratificante”.

Tradução: Deborah Weinberg
http://noticias.uol.com.br/midiaglobal/derspiegel/2011/05/14/sera-que-existe-mesmo-vicio-em-sexo.jhtm

segunda-feira, 23 de maio de 2011

A relação do poder com o vício sexual

Stephanie Griffith | AFP

A relação do poder com o vício sexual
22 de Maio, 2011
A lista de homens poderosos cujas carreiras foram abaladas por um escândalo sexual é muito grande para ser apresentada na íntegra, mas é possível citar alguns expoentes como o ex-presidente americano Bill Clinton e a estrela de golfe Tiger Woods.
O director-geral do FMI juntou-se ao grupo de homens que, estando no auge do poder e das carreiras, enfrentam a possibilidade de ruína por causa de um escândalo sexual. Muitos deles conseguiram livrar-se da investigação.
A sexóloga Sharon O’Hara afirma que existem muitos casos de homens com um voraz apetite sexual cujas vidas foram arruinadas por este distúrbio.
“Tratamos de muitas estrelas de Hollywood que enfrentam este problema e relatam frequentemente a impressão de estarem a passar por um túnel”, diz O’Hara, que há 20 anos se dedica ao tratamento de pessoas viciadas em sexo e adverte que esta compulsão resulta em atitudes criminosas.
“É uma qualidade psicopata: ‘Eu faço o que quero, quando quero, pois sou poderoso’”, explica. “As questões tratam sempre de poder.”
O’Hara afirma que os viciados em sexo e os agressores sexuais são grupos patológicos distintos. No entanto, os comportamentos por vezes podem coincidir.
O especialista Robert Weiss, autor de um livro sobre o assunto, afirma que os homens no topo do poder são particularmente adeptos deste tipo de comportamento.
“Acontece com homens de elevado intelecto. Uma sensação de impunidade combinada com pouca precaução e uma constante pressão pelo sucesso deixam-nos emocionalmente vulneráveis, ao ponto de perderem tudo o que conseguiram com muito esforço”.
Os especialistas observam que é muito difícil um político ir para a cadeia por crimes sexuais. Isso porque a maioria muda de comportamento após os escândalos ou porque as vítimas não apresentam ou retiram as suas queixas.
As opiniões sobre o vício sexual não são unânimes, mesmo entre os profissionais de saúde. A Associação Psiquiátrica Americana não reconhece formalmente o problema como uma desordem mental.
http://jornaldeangola.sapo.ao/19/46/a_relacao_do_poder_com_o_vicio_sexual

quinta-feira, 19 de maio de 2011

27/02/2010 - 01:20 - ATUALIZADO EM 01/03/2010 - 20:04
Faça o teste e descubra se você sofre de transtorno hipersexual
FERNANDA COLAVITTI
http://revistaepoca.globo.com/Revista/Epoca/0,,EMI124263-15228,00-FACA+O+TESTE+E+DESCUBRA+SE+VOCE+SOFRE+DE+TRANSTORNO+HIPERSEXUAL.html

terça-feira, 19 de abril de 2011

Dependentes do sexo

Dependentes do sexo
Quando a atividade sexual deixa de ser um prazer e se transforma em problema

da redação
01/09/2009

Nem sempre o excesso de sexo pode ser benéfico ou vantajoso. Quando o indivíduo perde a capacidade de escolha por não conseguir controlar seus impulsos, ou quando o comportamento compulsivo compromete outros aspectos da vida, como estudos ou trabalho, o diagnóstico pode ser sexo patológico. E daí não entende-se apenas como a quantidade de relações sexuais, mas masturbação em demasia e pensamentos incessantes sobre sexo.

O psiquiatra da Unifesp Aderbal Vieira Júnior, coordenador do Ambulatório de Tratamento do Sexo Patológico do Proad (Programa de Orientação e Atendimento a Dependentes), explica que a idade média dos pacientes é 34 anos.

Segundo Aderbal, na maioria dos casos já vem desde a adolescência, no entanto, somente mais tarde o indivíduo percebe o transtorno. "Ele está em um outro momento da vida, buscando se estabilizar emocionalmente, e se dá conta de que a compulsão sexual é um obstáculo para isso", completa o psiquiatra.

E se o problema começa na faixa dos 30 anos, com o tempo, tende a se agravar. Em entrevista ao Jornal da Unifesp, a advogada Angela, de 37 anos, relata que começou a busca por relações via internet, em salas de bate-papo. Com o tempo, os encontros deixaram de ser virtuais e passaram a envolver somente sexo. Como tornaram-se freqüentes, Ângela percebeu que esse comportamento começou a atropelar sua vida.

"Para uma pessoa que é casada, trabalha, tem responsabilidade e rotina, dedicar-se a isso exige um esforço significativo. Perdia noites de sono na internet, em busca de pessoas disponíveis, desmarcava compromissos e sem querer afastei-me do meu marido e da minha vida. Eu considerava que tinha um casamento bacana, uma vida sexual legal com o meu marido, mas, mesmo assim, tinha outra vida, cheia de riscos", declarou ao Jornal da Unifesp.

O caso de Ângela é exceção, já que, conforme diz Aderbal, cerca de 95% dos pacientes são homens. Isso porque, geralmente, os homens dependem mais de sexo, enquanto as mulheres precisam de relação.

"Outro aspecto que explica porque eles são mais atingidos é que o homem é vangloriado quando transa com dez mulheres em uma noite, hipoteticamente. Já a mulher é mal vista", destaca o psiquiatra.

O sexo patológico é tratado no ambulatório do Proad com psicoterapia, individual ou em grupo. Caso a disfunção seja decorrente de algum transtorno psiquiátrico, utiliza-se medicamentos. "Em certos casos, também pode-se conciliar a terapia ao uso de antidepressivos, que baixam a libido", afirma Aderbal.
http://www.maisde50.com.br/editoria_conteudo2.asp?conteudo_id=7422

domingo, 6 de fevereiro de 2011

Além do prazer: vício em sexo é mais incompreendido do que em drogas

06/02/2011 14h40min
Além do prazer: vício em sexo é mais incompreendido do que em drogas
Viciados sofrem com dependência e têm dificuldade em fazer tratamento
Viviane Bevilacqua | viviane.bevilacqua@diario.com.br
"Completei 90 dias de abstinência. É muito bom alcançar esta marca. Consegui esta façanha agora, depois da minha recaída, na primavera passada. Estou em recuperação da dependência de sexo. Meu programa inclui de 3 a 5 reuniões por semana, prestar serviço para a irmandade Grupo de Ajuda Mútua de Dependentes de Amor e Sexo Anônimos (Dasa), terapia de grupo semanal, serviços de culto e oração diária.

Tive a recaída quando descobri o sexo no computador. Eu não tinha nenhuma experiência anterior nesta área. Inocentemente, numa noite eu entrei nas salas de conversa. Rapidamente comecei a me isolar em casa e no trabalho. Mentia para minha mulher sobre os motivos de ficar até tão tarde da noite no computador. Estava gastando o dinheiro da família em chamadas telefônicas e contas de internet. Também recaí no meu procedimento primário: sexo com prostitutas. Com a ajuda dos companheiros da Dasa, me internei por 90 dias. Meu senso de amor próprio aflorou e adquiri um profundo entendimento do quanto a minha doença é perigosa. Mas estes ganhos vieram com um alto preço. Minha mulher e eu estamos separados, meu casamento não sobreviveu. Fizemos um empréstimo, para a minha internação. Minha mulher ficou com raiva e não acreditou na minha recuperação, nem meus filhos. Apesar de tudo, estou otimista quanto ao futuro. Aprendi com a minha experiência de recaída e estou grato por ter outra chance."
O texto acima é parte do depoimento de um homem, postado na página da internet do Grupo de Ajuda Mútua de Dependentes de Amor e Sexo Anônimos Dasa, que funciona seguindo os mesmos moldes dos Alcoólicos Anônimos ou dos Narcóticos Anônimos. O objetivo é prestar apoio e ajudar na recuperação daquelas pessoas para quem o sexo deixou de ser apenas um prazer, natural e saudável, para transformar-se numa compulsão e dependência, trazendo muita angústia e sofrimento.
Alguns especialistas acreditam que o sexo vicia mais do que as drogas, é mais destrutivo do que o álcool e mais incompreendido do que outros vícios. Recentemente, a apresentadora de TV norte-americana Oprah Winfrey entrevistou Drew Pinsky, médico especialista em vícios e apresentador do reality show Sex Rehab with Dr. Drew. Ele define a doença como uma desordem da intimidade e afirma que esse problema pode atingir todo tipo de pessoa. Segundo Drew, grande parte dos viciados em sexo sofreu algum trauma quando crianças, principalmente abuso sexual.

Buscar ajuda é essencial

Estima-se que até 6% da população tenha algum tipo de compulsão sexual, segundo dados da Organização Mundial de Saúde. Para ser caracterizada como compulsiva sexual, a pessoa precisa ter, além de uma obsessão por sexo, a sensação de culpa e falta de controle sobre seu desejo. Há um ano, um caso de compulsão sexual ganhou as manchetes: o maior jogador de golfe da atualidade, o americano Tiger Woods, internou-se em uma clínica de reabilitação, após sua mulher descobrir que ele tinha várias amantes. Depois da internação, Tiger pediu desculpas publicamente.
— É difícil admitir, mas preciso de ajuda. Durante 45 dias, do fim de dezembro ao começo de fevereiro do ano passado, fiquei internado e recebi orientação sobre meus problemas. Ainda tenho um longo caminho a percorrer — comentou.
Nos Estados Unidos, as clínicas que oferecem programas de rehab para sexo compulsivo são cada dia mais comuns. No Brasil, ainda não existem centros especializados neste tipo específico de dependência. O Projeto Sexualidade (ProSex) do Hospital das Clínicas da Universidade de São Paulo é dos poucos a tratar de transtornos da sexualidade, entre eles a compulsão sexual.
— O período crítico do tratamento dura em média um ano, com atendimento por psiquiatra, acompanhamento psicoterápico e reeducação sexual — explica a psiquiatra Carmita Abdo, coordenadora do projeto.
Outro serviço, gratuito e de frequência voluntária, é o Dependentes de Amor e Sexo Anônimos (Dasa). As sessões são em grupo, para fortalecer o espírito de ajuda mútua, com programa de 12 passos e discussão de experiências entre os participantes.
Em Santa Catarina, dois grupos de Dasa já funcionaram, por alguns meses, em Florianópolis. Um membro do grupo afirma que por se tratar de um tema delicado, rodeado de moralismos e preconceitos, as salas foram fechadas. Atualmente, existem articulações para reabrir um dos grupos.
Para ser um membro é preciso diagnosticar se a pessoa de fato sofre da doença de dependência emocional e/ou sexual, e se ela realmente deseja se recuperar. Para informações, acesse: dasafloripa@hotmail.com
Eles se trataram
— O ator Michael Douglas passou temporada numa clínica no Arizona em 1990, quando ainda era casado com Diandra, e até hoje jura que foi por excesso de bebida. O casamento com a atriz Catherine Zeta-Jones parece ter resolvido o problema.
— Em 2008, depois de negar durante anos que tivesse problemas com sexo, o ator David Duchovny, da extinta série Arquivo X e da atual Californication, internou-se para tratar de sua compulsão e assim salvar o casamento com a atriz Téa Leoni.
— O comediante inglês Russell Brand, hoje casado com a cantora Katy Perry, transformou os vícios em piada: publicou um livro contando suas passagens por rehabs tanto de drogas quanto de sexo.

:: Esta doença existe, sim
"Sempre fui muito ligada a sexo, desde a adolescência. Mas eu sentia que era diferente das minhas amigas. É como se fosse uma ideia fixa. Quando comecei a namorar, sempre queria mais e mais. Acabava assustando os homens. Achei que se eu casasse isso iria passar, mas não foi assim.

Traí meu marido inúmeras vezes, mas depois chorava muito, arrependida, me sentindo imunda. Cheguei a ponto de pensar em me matar, até que procurei ajuda médica. Hoje, sei que posso ter outras formas de prazer, como sair com minhas amigas, viajar, ler um livro. É importante as pessoas saberem que esta doença existe sim, e que não é a gente que inventa uma desculpa para transar fora de casa." Maria, 34 anos, professora
Procura pela felicidade
Para o psiquiatra Alexandre Saadeh, especialista em sexualidade pela Universidade de São Paulo, o tratamento para compulsivos sexuais é demorado, mas pode ter bons resultados se for feito com um acompanhamento médico.
— É preciso fazer uma análise de cada caso para ver se a pessoa tem um problema ou se a história de ser viciado em sexo é só desculpa para uma traição.
Apesar de já ser descrito há bastante tempo, o sexo patológico ainda é pouco conhecido. Alguns pesquisadores acreditam que possa haver alguma origem orgânica para esse tipo de distúrbio, mas nada foi provado até agora.
— A compulsão sexual é uma dependência. O vício em sexo é uma variante daquele em drogas ou em jogo, o funcionamento é o mesmo. O sexo patológico é diagnosticado quando a pessoa perde a liberdade por não conseguir controlar os seus impulsos — define o psiquiatra Aderbal Vieira Júnior.
Caracteristica do sexo compulsivo

— A erotomania (homem) e a ninfomania (mulher) são termos que indicam um exagero do desejo sexual.
— A pessoa apresenta um nível elevado de desejo e de fantasias sexuais, compulsividade do ato e grande sofrimento.
— Quem sofre deste mal preocupa-se a tal ponto com seus pensamentos e sentimentos sexuais que prejudica atividades e relacionamentos.
— Não pensa nos riscos na hora de satisfazer sua vontade sexual, mesmo sob pena de perder os seus relacionamentos (alta rotatividade de parceiros) ou a própria saúde (Hepatite B e C, HIV).
— Quando tenta controlar o impulso, fica tenso, ansioso ou depressivo. Sente-se escravo de seus desejos.
— Ansiedade pré-atividade sexual, intensa gratificação após o orgasmo e culpa após o ato são frequentes.
— Existem diferentes níveis, desde masturbação compulsiva e prostituição, a comportamentos como exibicionismo, voyeurismo ou até mesmo pedofilia e estupro.
http://www.clicrbs.com.br/especial/sc/donnadc/19,0,3198304,Alem-do-prazer-vicio-em-sexo-e-mais-incompreendido-do-que-em-drogas.html