Patricia Matey | Madrid
Actualizado jueves 10/05/2012 14:27 horasNervios, ansiedad, preocupación, incertidumbre... la primera vez, el primer encuentro sexual consentido, suele tener un gran impacto en la vida emocional de los chicos y chicas, aunque también puede acarrear consecuencias graves si no se emplean las medidas de protección adecuadas para evitar embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual. Sin obviar, además, que mantenerla demasiado pronto o demasiado tarde pueden marcar la salud sexual futura, tal y como constata un nuevo ensayo.
Pese a todo y a pesar también de que la edad de inicio en las relaciones sexuales se está adelantando en los países desarrollados, existen pocas investigaciones que evalúen los factores asociados al primer encuentro, la experiencia afectiva y sus posibles efectos en la salud sexual y en su desarrollo. Por ello, Elke Pressing, de la Universidad de Ottawa en Ontario (Canadá), ha llevado a cabo un estudio retrospectivo con 475 jóvenes de entre 18 a 29 años a los que se les realizaron una serie de encuestas destinadas a evaluar cómo fue el primer coito, su función sexual global (deseo, orgasmo...), si han desarrollado aversión sexual y el impacto del encuentro en la sexualidad posterior.
La primera experiencia sexual "es un acontecimiento en la vida de una persona joven y suele ser un rito típico en el inicio del 'camino' hacia la edad adulta. Los terapeutas sexuales suelen pedir a sus pacientes que relaten su primer encuentro íntimo como parte de su evaluación, dado que el resultado positivo o negativo del mismo puede tener un impacto en su satisfacción sexual posterior, detallan los investigadores en el 'The Journal of Sex Research' .
Defienden, además, que el "propósito del estudio fue triple. Queríamos examinar el contexto (edad, estado civil, experiencia del orgasmo...); explorar también las diferencias de genero respecto a cómo se vive el encuentro y, por último, determinar también la asociación entre el primer coito y la salud sexual posterior", destacan los investigadores canadienses.
A qué edad
Los datos revelan que la edad de la primera relación osciló entre los 14 y los 20 años, con "una media de 17 años tanto en ellas como en ellos. En el caso de las chicas, perder la virginidad a edades más tempranas se relacionó con una experiencia menos positiva y con más arrepentimiento. Sin embargo, hacerlo con más años se asoció con mayor aversión sexual en la actualidad y menos satisfacción. En el caso de los varones, una edad más temprana en el primer encuentro se asoció con menor satisfacción, mientras que experimentarla más tarde se correlacionó con niveles elevados de aversión sexual", apunta la investigación.
Para Francisca Molero, directora del Instituto de Sexología de Barcelona y vicepresidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología FESS, "la edad no es un predictivo de estar preparado para una relación sexual, lo que sí es cierto es que los años tienen relación con la madurez personal y lo mismo que hay personas jóvenes maduras para decidir, hay otras muchas que realizan acciones por presión social o de grupo: 'porque todos lo hacen' o 'ya que hay posibilidad lo probamos'.
La primera vivencia sexual puede afectar o influir en la vida sexual futura, "aunque no creo que de forma tan determinante como sucedía años atrás en los que el primer encuentro estaba cargado de gran impacto emocional, sobretodo en el caso de las chicas. Hoy en día se vive más como un tema de iniciación y experimentación. A no ser que la vivencia sea muy intensa tanto por positiva como por negativa. En este último caso, cuando se siente culpabilidad por pensar que no fue con la persona adecuada, si se cree que se tuvieron relaciones bajo presión, fue violenta o se vivió con miedo a un embarazo o haber contraído una enfermedad infecciosa hay más posibilidades de que sea importante o determinante para la sexualidad posterior de la persona, interfiriendo negativamente en ella", insiste la doctora Molero.
Impacto del dolor
De hecho, por ejemplo, "cuando una mujer siente dolor en su primera vez y este dolor sigue repitiéndose en los sucesivos encuentros sexuales, las posibilidades de sufrir vaginismo o dispareunia (dolor con la penetración) aumentan con el paso del tiempo", añade.
Si no ocurrieron ninguna de estas circunstancias negativas, "normalmente cuando se recuerda el primer encuentro al cabo de los años, se hace de forma bastante displicente, entendiendo que no fue maravilloso, ya que la técnica no era muy depurada pero que no estuvo mal. Las mujeres, fundamentalmente, suelen recordar más la parte emotiva", agrega.
Tal y como se documenta en el ensayo, "iniciarse muy pronto (menos de 16 años, similar a la edad de inicio en la sociedad española) se relaciona con insatisfacción y creencias erróneas sobre sexualidad. Además, en estos casos se constata más "dificultad para alcanzar el orgasmo".
Por el contrario, "iniciarse a mayor edad, también tiene sus dificultades, porque a pesar de que el conocimiento y la madurez es mayor, también lo es el miedo al fracaso y se evidencia un mayor número de problemas relacionados con la excitación sobre todo en mujeres".
Los autores determinan que "a mayor relación emocional (un 60% tuvo relaciones con su pareja mientras que un 20% perdió la virginidad con una pareja casual), menor sentimiento de culpa y mayor satisfacción en ambos sexos, aunque especialmente en las mujeres", insisten los investigadores.
Las chicas, "suelen tener su primera relación coital con personas por las que tienen sentimientos amorosos, teniendo expectativas de 'placer' que no se suelen cumplir. Mientras que en el caso de los chicos es más habitual que el primer coito suela ser sobre todo por placer físico y como iniciación", agrega Francisca Molero.
Orgasmos
Otros datos que apunta el estudio hace referencia a que sólo el 6% de las mujeres frente al 62% de los varones logró alcanzar el orgasmo en su primera relación. "Además, el uso de alcohol y drogas en este primer encuentro se relacionó con menos experiencias positivas y altos niveles de arrepentimiento", comentan los autores.
La sexóloga catalana aconseja, por tanto, que a la hora de iniciarse en el sexo "se vaya poco a poco. Se debe buscar un sitio tranquilo y relajado. Las prisas no son amigas de una vivencia de sexualidad positiva y menos si es la primera vez. El conocimiento del propio cuerpo, la aceptación y saber cómo funciona la propia respuesta sexual son elementos importantes para la satisfacción en las relaciones sexuales".