sexta-feira, 22 de junho de 2012

Argentina: Dictan curso de sexología


EN EL CIPRESS
De la Redacción de El Litoral
area@ellitoral.com
Desde el 29 de junio, en la ciudad se brindará la primera parte del Curso de Sexología y Educación Sexual, a cargo del Dr. Norberto Del Pozo, sexólogo clínico.
El ciclo está destinado a profesionales, docentes y alumnos de carreras terciarias y universitarias de áreas afines a medicina, psicología, psicopedagogía, terapia ocupacional, entre otras.
El disertante trabaja actualmente en diversas patologías vinculadas con la sexualidad humana. Fue presidente del Cipress (Centro Interdisciplinario de Enfermedades de Transmisión Sexual y Sida) y de la Fesea (Federación Sexológica Argentina); fue vicepresidente de la Asel (Asociación Sexológica del Litoral) y miembro acreditador de sexólogos clínicos y educadores sexuales de Fesea.
Los objetivos del curso son proporcionar conocimientos científicos básicos de sexualidad humana, en sus aspectos físicos, psíquicos y socioculturales; desestimar prejuicios y tabúes; asumir una actitud responsable frente a la sexualidad propia y del prójimo; desarrollar habilidades y destreza en comunicación que permita transmitir la correcta información con actitud adecuada en un contexto holístico humanizador.
Entre los contenidos, se abordarán las bases biológicas psicológicas de la sexualidad humana; sexualidad y sociedad; sexología e ideología; la sexualidad en la historia; sexualidad y género; evolución de la conducta sexual; el placer: ¿una adaptación?; sexualidad y discapacidad; proceso de sexuación: el hombre como ser sexo-erótico-inacabado; normalidad y sexualidad; autoerotismo, mitos y verdades; pornografía y erotismo; prostitución; sexualidad, ética y religión; paternidad responsable familiar; ITS y Sida; violencia y abuso sexual; disfunciones sexuales; diagnóstico y tratamiento; orientaciones sexuales (homo-hetero-bisex); transexualidad, travestismo, desviaciones de la sexualidad; parafilias y metodología de la educación sexual, además de otras temáticas.
Esta primera parte del curso de Sexología y Educación Sexual tendrá una duración de 100 horas cátedra, distribuidas en una reunión semanal —los viernes, de 16.30 a 20.30 con evaluación final y presentación de monografía—, con fecha de inicio prevista para el 29 de junio y de finalización para el 28 de septiembre.
Los interesados pueden informarse en el Cipress de Santa Fe: San Lorenzo 3052, los lunes, miércoles y viernes, de 18 a 20, o llamar al (0342) 4562614. También pueden escribir a ndelpozo@arnet.com.ar.

Unidos y dominados

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Expertos confirman que no existe terapia efectiva para rehabilitar a pedófilos



Ni terapias sicológicas ni castración química han logrado curarlos o controlarlos un ciento por ciento.
por Cecilia Yáñez
Estudios internacionales señalan que en un grupo de cien hombres, al menos uno tiene fantasías sexuales con niños. La magnitud del problema y las graves huellas que esta parafilia (desorden sexual) deja en las víctimas ha llevado a que por años el mundo científico intente develar el origen de esta conducta y alguna posibilidad de tratamiento efectivo. Hasta ahora, científicos y expertos coinciden en que no hay ninguna terapia que haya permitido curar este trastorno psiquiátrico ni lograr resultados ciento por ciento efectivos ni permanentes. Sobre su origen, hay datos, pero no pruebas concluyentes, de que tienen una estructura cerebral distinta a las de las personas normales.
Los primeros datos científicos sobre el tema aparecieron en 2007, cuando un grupo de especialistas del Departamento de Psiquiatría de la U. de Magdeburgo (en Alemania) mostró, mediante imágenes cerebrales, que los pedófilos tienen circuitos neuronales diferentes al del resto de los adultos. En una prueba en la que se les exhibía imágenes sexuales entre adultos, su hipotálamo (estructura del cerebro vinculada a emociones y deseos) mostraba una reacción reducida en comparación con la que tenían los individuos sanos. Este déficit fue asociado con un interés sexual alterado, que explicaría el comportamiento pedófilo. Estos antecedentes se presentaban entonces como un primer paso para explicar la neurobiología de la pedofilia.
Ese mismo año, otro estudio comparó imágenes cerebrales de 15 pedófilos, frente a otros 15 adultos normales. Los resultados mostraron que a nivel de estructura cerebral, los primeros mostraban un volumen de la amígdala menor, lo que supone una alteración en una zona del cerebro que es clave en el desarrollo sexual.
Sin embargo, Alfredo Calcedo, psiquiatra forense y profesor titular de psiquiatría de la U. Complutense de Madrid, explicó a La Tercera que, pese a todos estos nuevos conocimientos, todavía es imposible saber qué es lo que condiciona la orientación sexual de estas personas. “Se ha hipotetizado mucho, pero todavía no sabemos cuál es la alteración neuroquímica o electrofisiológica específica que hace que una persona sea pedófila o tenga otras parafilias”.
No hay cura
En lo que sí existe un amplio consenso es que hasta ahora no hay ninguna terapia que haya logrado curar la pedofilia, sólo contenerla, aunque no de forma permanente ni en un ciento por ciento.
El último informe del Proyecto de Prevención Dunkelfeld, que desde 2005 trata en Alemania a pedófilos que han cometido delitos contra niños o que potencialmente podrían hacerlo, concluye que no existe evidencia clínica ni empírica de que la estructura de la preferencia sexual por los niños se pueda cambiar durante la vida. Por eso, allí les ofrecen terapias sicológicas y con medicamentos que apagan todo tipo de deseo sexual para ayudarlos a controlar sus impulsos. Pero es una terapia que debe ser permanente y bajo seguimiento constante. De los 1.400 casos que han tratado, ninguno ha reincidido hasta el momento. Aún así no asegura resultados en todos los pacientes ni en ambientes no controlados.
Lo mismo sucede en otros países, como Inglaterra, EE.UU. o los nórdicos, donde se les aplican terapias que incluyen castración química (fármacos para inhibir su deseo sexual) y terapia conductual. Ninguno ha reportado resultados concretos y 100% efectivos.
Según Calcedo, para la castración química actual -común a todas las parafilias- se usan dos formas de tratamiento: uno es vía hormonal, inhibiendo la hormona testosterona, que es la que regula el deseo sexual en el cerebro. Y otra que reduce la producción de ellas a nivel de los testículos. Este tratamiento trae efectos secundarios, como daño hepático y ginecomastía, por lo que se debe evaluar antes de indicarlas.
Para Ana María Salinas, directora del Diplomado en Psiquiatría y Psicología Forense de la UDD, en nuestro país no hay un enfoque o terapia que haya demostrado efectividad. “Existe algún manejo cognitivo conductual, pero no hay nada que haya probado ser efectivo”. La especialista dice que, por lo mismo y mientras no se logre una respuesta en términos de tratamiento, estas personas no deben tener ningún tipo de contacto con niños. Lo mismo postula Gonzalo Ulloa, subcomisario y sicólogo del Instituto de Criminología de la PDI, quien asegura que “no hay ningún tratamiento específico para la pedofilia”. ¿Castración química? “Es una administración de medicamentos para que la patología se maneje desde un punto de vista biológico, pero hay que ver qué pasa a nivel de fantasías”, dice Salinas.
Seguimiento y control
Por lo mismo, Calcedo dice que las personas que han sido condenadas por un delito sexual en contra de menores deben tener medidas de seguridad y seguimiento permanentes. Esto incluye toda la tecnología disponible (como GPS) y también citaciones periódicas de control que permitan saber dónde está ese pedófilo, qué actividades está realizando y verificar si ha reincidido o no.
Según explicó este experto, un registro nacional de pedófilos es absolutamente recomendable, mientras su acceso sea restringido para que no ocurra como en algunos estados norteamericanos, en que estos datos son de dominio popular y la población llega hasta sus casas para denunciarlos y molestarlos. “Esto hace que ellos se escondan, traten de escapar y no acudan a sus controles, lo que hace más difícil su seguimiento”, explicó. Esto, más terapia química y sicológica permanente podrían ayudar a controlarlos con mayor efectividad. Por el momento, el único camino.

Plan piloto de castración química en el Reino Unido

En la prisión Whatton de Nottinghamshire, en el Reino Unido, la totalidad de los 840 reclusos son hombres que han sido condenados por delitos sexuales. El 70% de ellos por pedofilia. Es el más grande centro de rehabilitación sexual europeo.
Desde hace tres años se realiza un plan piloto, en el que participa voluntariamente un grupo de 60 reos que están recibiendo terapia conductual. A ellos se les ofrece un tratamiento químico que incluyen dos tipos de drogas: antidepresivos y bloqueadores hormonales que bajan su libido y con ello, los pensamientos e impulsos sexuales.
Según las autoridades de la prisión, el tratamiento da resultados en cuanto se reducen efectivamente los deseos de tener relaciones sexuales con menores, pero se ha medido sólo al interior del recinto.
El Dr. Kaul Adarsh, director clínico del Centro de Salud para el Delincuente en Nottinghamshire NHS Trust, explicó que los fármacos apuntan a bajar el volumen de los pensamientos sexuales y a reducir la presencia de testosterona con el fin de disminuir la excitación sexual.
“Los altos niveles de preocupación sexual y de excitación sexual son dos factores de riesgo muy importantes en los delincuentes sexuales de alto riesgo que hemos tratado. Ambos elementos han demostrado una mejoría estadísticamente significativa tras el tratamiento con la medicación adecuada”, dijo Adarsh a La Tercera.
En el caso del plan piloto que llevan a cabo en Whatton, todos los reos que participan en el plan piloto ya han estado asistiendo a sesiones de terapia conductual en el mismo centro.
Respecto de la respuesta al tratamiento en forma individual y la posibilidad de reinserción posterior en la sociedad, Adarsh aclaró que “todos los pedófilos no son iguales, por lo que su respuesta al tratamiento y, por lo tanto, su reinserción dependen de una serie de factores diferentes, incluyendo si son de alto o bajo riesgo”, señaló.

Mulheres pensam mais em comida que sexo


mulher pensando em comida

De acordo com a pesquisa quase dois terços das mulheres britânicas não estão satisfeitas com o seu peso e 53% destas que participaram da pesquisa admitiram pensar sobre o seu peso até 10 vezes por dia.
O relatório também apontou o dia e horário que as mulheres sentiam que seria a melhor oportunidade para começar uma dieta com sucesso.
Três a cada quatro mulheres questionadas pensavam que o melhor momento para começar um plano de alimentação saudável era aproximadamente às 11h das terças-feiras.
Sexo Mulheres
O estudo financiado pelos Vigilantes do Peso sobre mulheres, sexo e comida mostrou que 58% das mulheres pensam sobre sexo ao menos 10 vezes durante o dia, enquanto cerca de 70% admitiu ter fantasias muito mais regulares com alimentos.
“Muitas pessoas sentem que na terça-feira ainda tem a energia do começo da semana e a atitude positiva de poder que precisam para realizar uma dieta”, disse uma porta-voz dos Vigilantes do Peso.
A pesquisa dos Vigilantes do Peso também revelou que os alimentos mais comuns que interrompem as dietas das mulheres são chocolate, álcool, salgadinhos, batatas e sobremesas. [Telegraph]

Oh please, not the “sex causes heart attack” story again


POSTED MARCH 24, 2011, 10:18 AM

Sexual activity nearly triples the risk of having a heart attack, report researchers from Tufts University and the Harvard School of Public Health in yesterday’s Journal of the American Medical Association.
For anyone who is sexually active—especially anyone worried about his or her heart—that’s an eye-catching and fear-inducing finding. It’s a message reinforced by television (Downton Abbey, Mad Men, and Rescue Me are just a few series that have used heart attack after sex as a plot device). But before you swear off sex forever, realize that “triples” refers to the relative risk. It’s calculated like this: A day or two day after having a heart attack, an individual is asked to recount all of the things he or she had done in the hours before the attack. Then as a “control,” the person is asked to list what he or she had done the day before (a day without a heart attack). The various activities on the heart attack day are compared with those on the non-attack day to calculate the relative risk.
But the relative risk isn’t nearly as important as the absolute risk. Here’s a calculation by Dr. James E. Muller, a cardiologist at Harvard-affiliated Massachusetts General Hospital, in an earlier article about sex and heart attack. The absolute risk of heart attack for a 50-year-old man who exercises regularly is 1 chance in a million per hour. Tripling that risk by engaging in sexual activity boosts it to 3 in one million per hour, and only for the two-hour period during and after sexual activity. For a heart attack survivor who is getting back into shape, the absolute risk of 10 in one million per hour increases to 30 in one million per hour.
In other words, sex can trigger a heart attack, but it doesn’t happen very often. What’s more, in the JAMA study the chances of having a sex-related heart attack was lower in people who regularly exercised than it was among those who rarely exercised.
When sex is classified as a form of physical exertion, it’s pretty far down there in the mild to moderate intensity category. Sexual activity averages 2 to 3 metabolic equivalents (METs), a measure of energy expenditure, and may go up to 3 to 4 METs at orgasm. In comparison, walking slowly on level ground or doing light housework clocks in at 2 METs; climbing stairs, 3 to 4 METs; shoveling light snow, 6 to 7 METs.
The numbers for sexual activity are averages, of course. Sexual positions affect the potential effects on the heart. A study published in the Archives of Internal Medicineshowed greater energy expenditure during sexual intercourse for both partners with the man on top (2.0 to 5.4 METs) than with the woman on top (2.5 to 3.0 METs). And sex with a new partner in an unfamiliar setting increases the relative risk more than sex with a familiar partner in a familiar setting.
The good news from this study is that sex is a relatively rare trigger of heart attack or sudden death—even less than shoveling snow. The even better news is that regular physical activity, like walking or having sex, reduces the relative risk of having a heart attack while exercising or having sex by five-fold or more, according to the JAMA study. Factor in the fact that regular physical activity improves sexual function, and it’s amazing that walking trails, cycling routes, and other exercise venues aren’t always mobbed.
To learn more about the benefits of exercise, take a look at “Exercise: A program you can live with” a Special Health Report from Harvard Health Publications. Click here to see the contents and read an excerpt.

Crianças pensam no outro sexo como se fosse outra espécie


menino menina



Crianças pensam no outro sexo da mesma forma que pensam sobre espécies de animais – por exemplo, elas acreditam que meninos gostam de futebol e meninas preferem bonecas da mesma forma que gatos e cachorros são diferentes.
Este é o resultado de um novo estudo de pesquisadores da Universidade Luterana do Pacífico (PLU) e da Universidade de Michigan, nos EUA, que aparece na edição de Março/Abril de 2009 da revista científica Child Development.
“Esses resultados mostram como as crianças pensam em como suas atividades são culturalmente associadas com o outro gênero. Por exemplo, meninos imaginam como as meninas pensam nas aulas de Matemática ou Ciências”, explica Marianne Taylor, professora assistente de psicologia na PLU, que liderou o estudo.
Os pesquisadores entrevistaram mais de 450 estadunidenses de diversas etnias e condições sociais, entre 5 e 17 anos. Os resultados do estudo confirmaram o pensamento de que adultos e crianças pensam que diferentes espécies têm diferenças biológicas profundas. Mas o estudo mostra que até os 10 anos, as crianças tratam diferenças de gênero como se fossem diferenças de espécie. [Scientific Blogging]

A new option for orgasm problems in men


A new option for orgasm problems in men

When men in steady relationships contemplate their sexual woes, erectile dysfunction (ED) is usually at the top of the list. That’s understandable, since 20 to 30 million American men suffer from ED, and ads for drugs such as Viagra, Levitra, and Cialis carpet-bomb our consciousness of it in the media.
But there is another problem in the bedroom that men are sometimes reluctant to talk about and doctors are unlikely to ask about. It’s called anorgasmia—the inability to reach a climax during usual sexual activity.
For men with ED, doctors can prescribe any of several effective medications. Not so for those with delayed or nonexistent orgasms. “It’s a tough problem because there just isn’t a lot out there,” says Dr. Michael O’Leary, an associate professor of surgery at Harvard Medical School and a urologist at Brigham and Women’s Hospital.
Doctors may now have a new option. Researchers from Baylor College of Medicine report that a drug called cabergoline (Dostinex, generic) restored half of men to normal orgasm. The findings were presented at the annual meeting of the American Urological Association in Atlanta.

The prolactin cure

The study grew out of a basic observation, said lead researcher Dr. Tung-Chin Hsieh. When men have an orgasm and ejaculate, the amount of the hormone prolactin in the bloodstream surges. Cabergoline lowers prolactin levels, which is why it’s used to treat pituitary gland tumors that cause an overabundance of the hormone. Hsieh and his colleagues in the Baylor College men’s health clinic started to prescribe cabergoline “off label” to see if reducing prolactin levels in men might cure anorgasmia.
It apparently did. In the very preliminary pilot study presented at the American Urological Association meeting, Hsieh said that 50 of the 72 men in the study (69%) said their orgasms improved after taking 0.5 milligrams of cabergoline twice a week for an average of 10 months. Of the 50 men who said things got better, half (26) said their orgasm function returned to normal.

New option

There are several important caveats to this study: The cabergoline finding is limited to a single clinic, over a relatively short period of time, in a small group of men taking a single medication, in a trial lacking basic controls for random effects. For example, the men involved in the study might have simply recovered their ability to experience orgasms over time for reasons unrelated to taking cabergoline. In addition, the study looked mainly at the possible effectiveness of cabergoline, not the balance of benefits against the possible risks, like the drug’s potential side effects.
On the other hand, treatment of anorgasmia lacks options to such a degree that any news is good news. Dr. O’Leary, for instance, says cabergoline is now on the table for his patients. “It’s a drug we’re familiar with for a relatively rare condition,” he says. “It’s worth a try and unlikely to be harmful.”
Even if future, more detailed studies show that cabergoline isn’t effective for anorgasmia, it’s important that men understand that difficulty reaching orgasm is a legitimate health complaint. “It’s something that men should feel comfortable talking to their doctors about and there are treatment options out there for them,” says Dr. Hsieh.