Sábado 1 de diciembre de 2012| por Patricia Schüller G.
A algunas mujeres la relación sexual les resulta dolorosa. Pueden experimentar desde leves sensaciones de ardor hasta dolores agudos que hacen que resulte imposible la intimidad con el sexo opuesto.
Se trata del vaginismo, definido como una contracción involuntaria de la musculatura del tercio externo de la vagina, pelvis y muslos en respuesta al intento de penetración.
No hay cifras que den cuenta del problema, porque suele ser un secreto que se comparte solo con la pareja, advierte la kinesióloga Odette Freundlich.
La profesional ha asistido cerca de 300 parejas en el centro especializado que creó para el tratamiento del vaginismo y otras disfunciones sexuales: www.miintimidad.cl.
Las mujeres suelen ignorar que padecen de vaginitis y consultan, generalmente, por una disfunsión sexual, cuenta la especialista a Nación.cl. De éstas, cerca del 17% sufre de vaginismo. Los matrimonios se demoran, en promedio, 4 años en ir a un médico, añade.
FOBIA A LA PENETRACIÓN
Las afectadas tienen en promedio 30 años y comparten varias características, detalla.
• No les gusta ir al ginecólogo.
• Tienen terror de mirarse la zona genital.
• Nunca han podido introducirse un tampón.
• Sienten fobia a la penetración.
• Y lo más importante: quieren mejorarse.
La dolencia tiene niveles. Desde, por ejemplo, la dispareunia, que es el dolor genital durante o después del coito, pasando por sensación de ardor, quemazón o dolor cortante.
Cuando la contracción es extrema el médico ni siquiera se puede realizar un examen, apunta Odette Freundlich.
EDUCACIÓN RESTRICTIVA
Diversos factores inciden en el desarrollo del problema, apunta:
• Una educación restrictiva (tanto en el hogar como en el colegio).
• Fobias.
• Miedo al dolor.
• Temor al embarazo.
• Espasmo muscular involuntario.
• Miedo a procedimientos médicos.
• Primera relación sexual dolorosa.
• Falta de educación sexual.
• Inhibición sexual.
• Temor a la intimidad.
• Conflictos sicológicos.
• Abuso sexual ( el 1% de quienes lo padecen han sufrido abuso)
TRATAMIENTO
Más que una enfermedad individual de algún miembro de la pareja se considera el vaginismo como causa de un vínculo disfuncional. El problema muchas veces puede conducir al divorcio.
El tratamiento se puede hacer en pareja y es multidisciplinario, sostiene la kinesióloga. Idealmente en la terapia deben participar un ginecólogo, sexólogo, ginecólogo y un terapeuta sexual.
“En promedio son 10 sesiones una vez por semana. Y la mejoría es de un 100%. Lo único que se requiere es que las personas sigan las instrucciones”, completa Freundlich.
EN QUÉ CONSISTE
La terapia consiste, en primer lugar, en educar sobre la anatomía sexual. “Luego se deben cambiar los pensamientos erróneos sobre el dolor. El objetivo es quitarles el miedo para que poco a poco se vayan aproximando a la zona genital”, explica.
Junto con ello se realizan ejercicios para mejorar la relajación de la musculatura vaginal, disminuir el dolor, mejorar la elasticidad de los tejidos y aumentar la amplitud vaginal.
MADRES “VÍRGENES”
Odette Freundlich cuenta que en el grupo de mujeres que ha asistido en los últimos años hay varias“madres vírgenes”.
Es decir, pacientes que quedaron embarazadas sin penetración.
“El hombre eyaculó cerca de la vagina y la mujer se embarazó”, dice.
La kinesióloga atiende en el centro médico ubicado en Avenida Apoquindo 5555, oficina 1101. Teléfono2207458.
http://www.lanacion.cl/-que-hacer-cuando-el-coito-duele/noticias/2012-11-23/161908.html
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