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quinta-feira, 29 de março de 2012

Las cuatro formas del orgasmo


Las cuatro formas del orgasmo. Getty Images

Getty Images
Publicado: 2012-03-28

La liberación sexual operó como palanca de la agitación social que marcó la época de los 60. Pero, además, a esa década le debemos el orgasmo, tal y como lo conocemos hoy. Cuatro orgasmos para marcar la historia sexual de la mujer.

Revista Fucsia
A partir de los años 60, con la píldora, las mujeres, por primera vez, asumían la responsabilidad de la reproducción, imponiéndose como sujetos sexuales, con lo que comenzó la liberación femenina. Pero no sólo fue una década que rompió paradigmas establecidos con el pacifismo, sexo, drogas y rock and roll, sino que hubo más hechos que marcaron las relaciones de pareja en otros frentes, que demuestran que los 60 fueron más querevolución sexual.
En sexología, Master y Johnson, pioneros de la terapia sexual, estudian la relación en laboratorio. Y Shere Hite esboza su principal aporte ideológico (a menudo atribuido a Foucault) que confirmaría con el Informe Hite, publicado en los 70: “el sexo es una institución creada y diseñada culturalmente y no una realidad biológica inevitable; la sexualidad y la erótica tienen múltiples facetas”.
Culto y cultura del orgasmo
En los 60 las mujeres dieron señales de estar jartas de tener que encorsetar su deseo sexual, de fingirlo, y de no poder expresarlo con naturalidad. Antes, el orgasmo femenino, aunque no ignorado, parecía prescindible, hasta que fue objeto de estudio, mientras a los hombres se les pedía que separaran el orgasmo de la eyaculación, lo que sólo ha presentado problemas, pero promovió la iniciación en el Tantra y la revisión del Kama Sutra y de otras técnicas orientales.
Pero, antes de saber cómo se obtiene, hay que saber qué es: Se inicia en el cerebro, es el clímax de la excitación sexual, cuando todos los músculos contraídos por la estimulación se relajan, los latidos del corazón de la mujer aumentan, la respiración se acelera y la presión arterial sube; se sienten espasmos musculares por todo el cuerpo, especialmente en la vagina, el útero y el perineo. 
Las endorfinas entran al flujo sanguíneo causando sensaciones placenteras en todo el cuerpo, y hacen que las mujeres se sientan felices, mareadas, enardecidas o con sueño.
Primero: oral repetido y sostenido 
Según Kim Cattrall, más reconocida como Samanttha en Sex and the City, es el más seguro de conseguir en pareja. Y como herencia para todas las mujeres dedicó 140 páginas ilustradas para explicarlo en su libro Satisfaction, the Art of the Female Orgasm: “la primera vez, muchas mujeres vuelan hasta el clímax en la boca del hombre hasta no poder seguir más. Después de una experiencia con este tipo de relación, la mayoría encuentran que se pueden venir repetidamente si el hombre aligera la presión de su lengua cuando ella culmina y después sigue muy lenta y suavemente por un rato, evitando el contacto directo con el clítoris
El hombre debe seguir dibujando con su lengua círculos alrededor del clítoris, pero sin tocarlo. Sería mejor que se miraran a los ojos (en esa posición: él con su cara entre las piernas de ella), para demostrarse que están realmente allí, el uno para el otro, mientras él sigue lamiendo los labios vaginales y hace como si los aspirara, para luego dejar los labios de la vagina alrededor del clítoris.
Lentamente, y llenándose la boca de la lubricación, vuelve suavemente a dibujar círculos lentos con su lengua, apenas tocando el clítoris, para luego aumentar paulatinamente el contacto hasta que la mujer esté lista para más”.
Segundo: Simultáneo en pareja 
Sucede con la penetración. La pareja debe asumir una postura en la que el clítoris entre en juego durante la penetración, o que las manos de ambos queden libres para estimular las zonas erógenas. La vagina para poder cubrir el pene en su interior, debe estar lubricada, ya sea por excitación o por ayuda; y después de la penetración, conviene seguir estimulando la vulva para que la excitación siga subiendo, de lo contrario, tocaría volver a empezar.
La mujer debe elegir el momento de la entrada del pene, que suele ser en el estado de meseta, cuando se siente venir el orgasmo. Las investigaciones declaran menos frecuente el orgasmo por penetración inmediata, por lo que requiere de mayor estimulación.
Tercero: por el "Punto G"
Este tiene bastantes contradicciones y detractores. Beverly Whipple, de la Asociación Mundial de Sexología, quien lo redescubrió, le contó a FUCSIA que “es difícil, aunque no imposible, encontrarlo, a menos que utilice un vibrador diseñado para alcanzarlo. Es más fácil con ayuda de la pareja; está dentro de la vagina en su pared anterior, detrás del hueso pélvico. Si se empuja con dos dedos detrás del hueso pélvico y se hace un movimiento como de ‘ven acá’ esa área empezará a hincharse. A algunas mujeres les produce sensación de querer orinar, pero luego de unos segundos de masaje se pasa a un placer sexual intenso. 
Algunas mujeres han reportado orgasmos por la estimulación de esta área”. El ‘Punto G’ parece estar en el interior, pero de la cabeza: en el cerebro. Lo admite Whipple: “es importante conocerse y experimentar con sigo misma para comunicarle a la pareja lo que le gusta. He trabajado con mujeres que nunca habían tenido un orgasmo y lo logran con el pensamiento, sin contacto físico”.
Cuarto: Manual del clítoris 
Muchos estudiosos apuntan a que todos los orgasmos femeninos guardan relación fisiológica con el clítoris y, según esta teoría, otras percepciones son subjetivas ya que todos los orgasmos femeninos entrañan un contacto con la zona púbica, que genera fricción entre el clítoris y su propia capucha. Shere Hite confirma en sus estudios, que la misma fricción que ocurre durante la masturbación puede ocurrir durante el acto sexual, aunque en menor grado. 
Lo único que se ha revalorado de las teorías es que el clítoris no es sólo ese timbre rosado a la entrada de la vagina: mide unos 10 centímetros y el botón encapuchado que asoma discretamente entre los labios de la vagina es la punta de un enorme iceberg como “una masa de tejido piramidal—según la doctora australiana Helen O’Connell—  profusamente inervado” hacia cada uno de los labios menores.
El clímax es por manipulación directa. Para hacerlo en pareja, hay que guiar la mano del hombre hasta el monte de Venus, “la mejor manera de llegar no es usar uno o dos dedos intentando encontrar el clítoris —dice Hite—, sino cubrir suavemente la zona con la palma y moverse en círculos. Mientras tanto, la mujer puede poner la mano sobre la de su pareja y enseñarle cómo le gusta que la toquen”.

segunda-feira, 14 de novembro de 2011

La búsqueda del orgasmo simultáneo


Ilustración: Álvaro Pember | El Mundo

Ilustración: Álvaro Pember | El Mundo
  • Muchas parejas persiguen este objetivo y pueden frustrase si no lo logran

Para muchas parejas se ha convertido en el 'Santo Grial' de su sexualidad. La búsqueda del orgasmo simultáneo, o lo que es lo mismo que el hombre y la mujer alcancen el clímax a la vez tras la penetración, sigue siendo uno de los retos de muchas parejas que creen que es el mejor trayecto para alcanzar la satisfacción 'plena'.
Así lo acaba de constatar una nueva investigación que demuestra que tanto ellas como ellos refieren que el orgasmo simultáneo es el que más placer mental, sexual y de pareja proporciona. Admiten, no obstante, que también resultan placenteros la frecuencia en los encuentros con penetración o los orgasmos individuales.
El mito del clímax al mismo tiempo se extendió cuando la sociedad empezó a tener en cuenta que las mujeres sí disfrutan con la sexualidad. Se pasó de 'ignorarlas' en las relaciones sexuales a considerar que el máximo placer se conseguía cuando ambos miembros de la pareja alcanzaban el orgasmo a la vez. Una ardua tarea si se tiene en cuenta que las latencias orgásmicas (es decir, el tiempo que va desde el inicio de la estimulación hasta el orgamo) son distintas en ellos que en ellas. También si se valora, que la 'persecución' de este 'clímax ideal' puede conducir al fracaso en la relación.
Francisca Molero, directora del Instituto de Sexología de Barcelona y vicepresidenta de la Federación Española de Sociedad de Sexología (FESS), reconoce que, precisamente la "obsesión por lograr el clímax a la vez conduce a muchas parejas a fingir. Además, se puede producir lo que se conoce como 'autobservación' o 'altruismo excesivo'. Es decir, uno de los miembros de la pareja racionaliza demasiado el encuentro, en lugar de sentirlo, y en ese momento está tan preocupado por el otro, que se pueden producir problemas de disfunción sexual".

Mayor satisfacción para ambos

En la nueva investigación, Stuart Brody, de la Universidad del Oeste de Escocia y Petr Weiss, del Instituto de Sexología de la Universidad Charles, en Praga (República Checa), entrevistaron a 1.570 varones y féminas checos de entre 35 y 65 años sobre aspectos como la satisfacción sexual, la frecuencia en el orgasmo simultáneo por penetración (PVI, sus siglas en inglés) o, en el caso de las mujeres, el orgasmo vaginal, con o sin estimulación del clítoris.
Los datos, publicados en 'Journal of Sexual Medicine' revelan que un 17% de las mujeres reconoció no haber alcanzado nunca el clímax vaginalmente. En cuanto al número de hombres y mujeres que confesaban haber logrado casi siempre el orgasmo simultáneo con sus parejas tras la penetración, los resultados muestran que131 hombres y otras tantas mujeres lo conseguían de forma habitual frente a los 428 varones y a las 377 féminas que afirmaban obtenerlo ocasionalmente.
Tal y como defienden los científicos, "el logro simultáneo del orgasmo se asoció con una mayor satisfacción para ambos sexos en todos los ámbitos (sexual, la vida, la salud mental y la pareja). El valor de la satisfacción del orgasmo simultáneo fue similar para ambos sexos, lo cual es consistente con el concepto de que el PVI tiene una connotación especial para hombres y mujeres, a nivel emocional y sensorial".

Vínculo de pareja

En general, "los resultados confirman los hallazgos de estudios previos en los que el sexo masculino y el femenino muestran una mayor satisfacción con la vida, en general, asociada con la frecuencia en lograr el PVI, en contraste con otras actividades sexuales realizadas en solitario o en pareja. En el caso de las mujeres, además se constata que muestran mayor complacencia con el orgasmo vaginal que con el del clítoris.
La similitud de los beneficios del orgasmo simultáneo PVI para hombres y mujeres es notable, y de acuerdo con un efecto de vínculo de pareja, así como un alto grado de empatía sexual". Seguramente, como específica Francisca Molero, "porque saben que es más difícil conseguirlo".
El logro del orgasmo simultáneo es algo "complicado, pero efectivamente se puede obtener cuando la pareja está más compenetrada, hay mayor vinculación afectiva, seguridad para dejarse llevar y conocimiento del otro". Reconoce, además, que aunque "cada vez más el mito del clímax simultáneo se está desmitificando, sigue vigente y en ciertas relaciones puede ser un hándicap para lograr la satisfacción sexual", insiste la experta española.
Es interesante "recalcar que el orgasmo es placer, independientemente de la vía como se consigue y el momento. Y lo que realmente vincula a la pareja y aumenta la intimidad son las relaciones emocionales y sexuales gratificantes", apostilla.

quarta-feira, 9 de novembro de 2011

Juntos hasta... en el clímax


Si bien la sexualidad plena no se resume al orgasmo simultáneo, profesionales del área explican cómo alcanzarlo.

Juntos hasta... en el clímax
Aunque el clímax simultáneo es una excepción, puede llegarse a él a partir de la confianza mutua de la pareja.

Notas Relacionadas

miércoles, 09 de noviembre de 2011
El hecho de que el hombre y la mujer alcancen el clímax a la vez, tras la penetración, sigue siendo uno de los retos de muchas parejas que creen que es el mejor trayecto para alcanzar la satisfacción “plena'”. ¿Será tan así, o en la mitad del esfuerzo se diluirá lo más divertido y excitante?

Una nueva investigación demuestra que tanto ellas como ellos refieren que el orgasmo simultáneo es el que más placer mental, sexual y de pareja proporciona. Admiten, no obstante, que también resultan placenteras la frecuencia en los encuentros con penetración, o los orgasmos individuales.

El mito del clímax al mismo tiempo se extendió cuando la sociedad empezó a tener en cuenta que las mujeres sí disfrutan con la sexualidad. Se pasó de “ignorarlas” en las relaciones sexuales, a considerar que el máximo placer se conseguía cuando ambos miembros de la pareja alcanzaban el orgasmo a la vez. 

Una ardua tarea, si se tiene en cuenta que las latencias orgásmicas (es decir, el tiempo que va desde el inicio de la estimulación hasta el orgasmo) son distintas en ellos que en ellas. También si se valora que la “persecución” de este “clímax ideal” puede conducir al fracaso en la relación.

"Dime de qué te jactas, y te diré de qué careces"
Si bien es una frase de aplicación caprichosa, el hecho de tener que conseguir, sí o sí, el orgasmo simultáneo en una pareja se vincula en realidad con implicancias más profundas, incluso, hasta de contexto.

Según la licenciada Alejandrina Román de Giro (psicóloga clínica, sexóloga, y docente) “el tema del orgasmo simultáneo se vincula con la sociedad exitista en la que vivimos. Si bien está claro que todos pueden intentarlo, y muchos lo llevan a la realidad, lo cierto es que no es sencillo. Para darse son importantes dos cosas: que la pareja se conozca mucho íntimamente, y que la mujer sea activa en su sexualidad; es decir, que conozca su cuerpo, las situaciones, o cosas que le dan placer”.

Desde la publicación que investiga el tema, Francisca Molero, directora del Instituto de Sexología de Barcelona y vicepresidenta de la Federación Española de Sociedad de Sexología (FESS), reconoce en el artículo que, precisamente, la “obsesión por lograr el clímax a la vez conduce a muchas parejas a fingir. Además se puede producir lo que se conoce como ‘auto-observación’ o ‘altruismo excesivo’. Es decir, uno de los miembros de la pareja racionaliza demasiado el encuentro, en lugar de sentirlo, y en ese momento está tan preocupado por el otro que se pueden producir problemas de disfunción sexual”.

Ese mandato cultural
“Las mujeres deben ser hacedoras de su propio placer”, sostiene la sexóloga.“El mandato social, en donde no se la tenía en cuenta, y  en donde pasaba desapercibido su deseo o placer viró con el tiempo la mirada. Por ello, y para poder desarrollarse más plenamente en lo sexual, nada mejor que la mujer sepa qué le gusta, y qué no”, aconsejó la profesional.

El logro del orgasmo simultáneo es algo complejo, pero efectivamente se puede obtener cuando la pareja está más compenetrada, hay mayor vinculación afectiva, seguridad para dejarse llevar, y conocimiento del otro. 

Molero, por su lado, reconoce que aunque “cada vez más el mito del clímax simultáneo se está abandonando sigue vigente y en ciertas relaciones puede ser un hándicap para lograr la satisfacción sexual”.

Las causas por las cuales pueden existir impedimentos para lograr la meta también se vinculan con prejuicios, mandatos familiares, y restricciones. 

“Hay que pensar que el placer existe igual, más allá de que se logre de manera simultánea - o no - Si se da: genial, pero sin dejar de entender que si no se da, igual se puede vivir a pleno la sexualidad. De hecho es bueno que la mujer acabe primero que el hombre, ya que la posibilidad de ser multiorgásmica que tienen algunas de ellas, puede hacer posible que termine en una segunda o tercera instancia, con el hombre”, aconsejó Román de Giro.

Es interesante recalcar que el orgasmo es placer, independientemente de la vía por la que se consigue y del momento. Y lo que realmente vincula a la pareja, y aumenta la intimidad, son las relaciones emocionales y sexuales gratificantes. Analía de la Llana - adelallana@losandes.com.ar

domingo, 6 de novembro de 2011

La búsqueda del orgasmo simultáneo


SALUD SEXUAL | Satisfacción de pareja

Ilustración: Álvaro Pember | El Mundo

Ilustración: Álvaro Pember | El Mundo
  • Muchas parejas persiguen este objetivo y pueden frustrase si no lo logran

quinta-feira, 21 de julho de 2011

Orgasmo - Chegar lá, juntos!

Orgasmo - Chegar lá, juntos!
Qui, 01/01/2009 - 12h42 - Amor e Sexo

O orgasmo é o troféu do sexo. Alcançá-lo na mesma hora que o parceiro então, é como vencer o campeonato com empate - e ainda assim explodir de felicidade.

Mas o orgasmo simultâneo é tão especial quanto raro. A socióloga Márcia Goldstein, especialista em sexualidade, afirma que mesmo que a maioria dos casais consiga, em algum momento da relação, a proporção é baixíssima - e pode levar ao sentimento de frustração.

Segundo ela, a descontração é a chave para chegar ao orgasmo na mesma hora. Não pensar muito no assunto, fazer sexo sem esse objetivo e se preocupar o mínimo possível em quando o outro vai chegar lá pode servir de fórmula perfeita. A dica é não dar tanta importância e, quanto menos se espera, ele surge.

Márcia indica que as melhores posições sexuais para a goleada boa do orgasmo simultâneo vão depender do casal e das características fisiológicas de cada um. “Mas a posição da colherzinha facilita que o homem proporcione estímulo clitoriano na parceira”, indica. Incluir um vibrador pode potencializar a brincadeira. “É muito importante estimular o clitóris durante a penetração”, reforça. Segundo Márcia, isso pode ser o grande diferencial na hora de garantir o prazer completo a dois.

O mais importante é não transferir a responsabilidade do prazer ao outro. E lembrar que marcar gol dos dois lados depende muito da qualidade do estímulo erótico. Dos dois times.

Por Sabrina Passos (MBPress)
http://vilamulher.terra.com.br/orgasmo-chegar-la-juntos-3-1-31-162.html

domingo, 20 de março de 2011

Orgasmos simultáneos

Orgasmos simultáneos

La obsesión por alcanzar juntos el clímax, a veces es enemiga del placer, una frustración que acaba por minar tanto a hombres como a mujeres
5 Marzo 11 - - Silvia C. Carpallo
María y Juan se meten en la cama, se buscan, se encuentran, pero en mente, sólo tienen una idea, llegar juntos al climax. El orgasmo simultáneo se ha convertido en la meta de muchas carreras de las parejas españolas. Una meta a la que no es fácil llegar, y que muchas veces, consigue hacer que los corredores se olviden de disfrutar del camino.

Se trata de una doble obsesión, encontrar el sumo placer sexual, y conseguir el vínculo de máxima unión emocional, sobre todo en el caso femenino. Pero la realidad es que todas estas ideas no van más allá de ser un simple mito. Porque el placer no sólo se esconde en esta experiencia, la cual en realidad ha conseguido frustrar, tensionar, e incluso crear dificultades sexuales a muchos hombres y mujeres.

«El mito de la simultaneidad o sincronización del orgasmo se ha creado a lo largo del último siglo y repetido en las novelas románticas e historias eróticas». Así es como Faustino R. Pérez, catedrático de ginecología de la Universidad de Zaragoza, comienza su explicación, a la que añade que «ese objetivo de llegar al mismo tiempo, genera una gran carga de frustración por la dificultad de conseguir el mismo grado de excitación por las diferencias anatómicas y umbral de sensibilidad entre ellos y ellas».

Según el experto, la sexualidad a lo largo de los últimos años ha evolucionado, y ya «se admiten otros modelos de sexualidad abiertos o circulares». Al respecto de estos patrones, destaca las teorías e investigaciones de Rosemary Basson, que «ha propuesto un modelo más acorde con la realidad femenina que incorpora aspectos emocionales íntimos, estímulos sexuales y satisfacción de la relación».

Frustración innecesaria
«En nuestra cultura, para muchas personas, este orgasmo resulta una verdadera obsesión, para ellos no existe otra meta. He tenido a algunas personas perseguidas por este mito, y creo que algunos supuestos sexólogos, en conjunto con algunos medios de comunicación, mitificaron erróneamente al ansiado orgasmo simultáneo», afirma Manuel Lucas Matheu, presidente de la Sociedad Española de Intervención en Sexología (SEIS). Por otra parte, el experto acuña una reflexión basada en su propia experiencia personal, «yo he experimentado el orgasmo simultáneo, y no es mucho mejor para mí, que disfrutar del propio y del de mi pareja por separado, ¡dos veces!».

Por norma general, suele ser el hombre quien, con el propósito de alcanzar el éxtasis paralelo, «espera» a la mujer, lo que convierte a veces la experiencia sexual en una carrera de fondo más que en un momento de disfrute. Por su parte, en la mujer, se genera más ansiedad, puesto que siente que defrauda igualmente a su pareja al no poder llevar un mismo ritmo. «No es infrecuente que mujeres que han tenido relaciones sexuales con diferentes personas, en ocasiones logran a partir de los 40 años sincronizar sus orgasmos. Ese malentendido del orgasmo simultáneo crea ansiedad y frustración, especialmente entre las mujeres que llegan a pensar que tienen alguna alteración, cuando la anomalía puede ser causada por una deficiente técnica, o problemas en el varón como la eyaculación precoz, la disfunción eréctil...», incide Pérez.

Si bien, llegar juntos al orgasmo, no debe ser el objetivo último de la relación sexual, si es cierto que hay otros modos algo menos complejos para alcanzarlo, como puede ser la masturbación conjunta, en vez de la penetración. De esta forma es más fácil buscar los puntos de placer de la pareja, y adecuar los ritmos a las necesidades de cada uno de los miembros de la pareja. «Las técnicas de masturbación mutua pueden contribuir al control del orgasmo, pueden ser aprendidas, y pueden permitir el orgasmo simultáneo. En estos casos debe haber un consenso sobre su desarrollo y forma., y el aprendizaje puede ayudar al control mental de la interacción sexual», apunta el catedrático de ginecología, que igualmente aclara que esta técnica no tiene porqué proporcionar el orgasmo simultáneo como norma.
http://www.larazon.es/noticia/3211-orgasmos-simultaneos