Si bien la sexualidad plena no se resume al orgasmo simultáneo, profesionales del área explican cómo alcanzarlo.
Aunque el clímax simultáneo es una excepción, puede llegarse a él a partir de la confianza mutua de la pareja.
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miércoles, 09 de noviembre de 2011
El hecho de que el hombre y la mujer alcancen el clímax a la vez, tras la penetración, sigue siendo uno de los retos de muchas parejas que creen que es el mejor trayecto para alcanzar la satisfacción “plena'”. ¿Será tan así, o en la mitad del esfuerzo se diluirá lo más divertido y excitante?
Una nueva investigación demuestra que tanto ellas como ellos refieren que el orgasmo simultáneo es el que más placer mental, sexual y de pareja proporciona. Admiten, no obstante, que también resultan placenteras la frecuencia en los encuentros con penetración, o los orgasmos individuales.
El mito del clímax al mismo tiempo se extendió cuando la sociedad empezó a tener en cuenta que las mujeres sí disfrutan con la sexualidad. Se pasó de “ignorarlas” en las relaciones sexuales, a considerar que el máximo placer se conseguía cuando ambos miembros de la pareja alcanzaban el orgasmo a la vez.
Una ardua tarea, si se tiene en cuenta que las latencias orgásmicas (es decir, el tiempo que va desde el inicio de la estimulación hasta el orgasmo) son distintas en ellos que en ellas. También si se valora que la “persecución” de este “clímax ideal” puede conducir al fracaso en la relación.
"Dime de qué te jactas, y te diré de qué careces"
Si bien es una frase de aplicación caprichosa, el hecho de tener que conseguir, sí o sí, el orgasmo simultáneo en una pareja se vincula en realidad con implicancias más profundas, incluso, hasta de contexto.
Según la licenciada Alejandrina Román de Giro (psicóloga clínica, sexóloga, y docente) “el tema del orgasmo simultáneo se vincula con la sociedad exitista en la que vivimos. Si bien está claro que todos pueden intentarlo, y muchos lo llevan a la realidad, lo cierto es que no es sencillo. Para darse son importantes dos cosas: que la pareja se conozca mucho íntimamente, y que la mujer sea activa en su sexualidad; es decir, que conozca su cuerpo, las situaciones, o cosas que le dan placer”.
Desde la publicación que investiga el tema, Francisca Molero, directora del Instituto de Sexología de Barcelona y vicepresidenta de la Federación Española de Sociedad de Sexología (FESS), reconoce en el artículo que, precisamente, la “obsesión por lograr el clímax a la vez conduce a muchas parejas a fingir. Además se puede producir lo que se conoce como ‘auto-observación’ o ‘altruismo excesivo’. Es decir, uno de los miembros de la pareja racionaliza demasiado el encuentro, en lugar de sentirlo, y en ese momento está tan preocupado por el otro que se pueden producir problemas de disfunción sexual”.
Ese mandato cultural
“Las mujeres deben ser hacedoras de su propio placer”, sostiene la sexóloga.“El mandato social, en donde no se la tenía en cuenta, y en donde pasaba desapercibido su deseo o placer viró con el tiempo la mirada. Por ello, y para poder desarrollarse más plenamente en lo sexual, nada mejor que la mujer sepa qué le gusta, y qué no”, aconsejó la profesional.
El logro del orgasmo simultáneo es algo complejo, pero efectivamente se puede obtener cuando la pareja está más compenetrada, hay mayor vinculación afectiva, seguridad para dejarse llevar, y conocimiento del otro.
Molero, por su lado, reconoce que aunque “cada vez más el mito del clímax simultáneo se está abandonando sigue vigente y en ciertas relaciones puede ser un hándicap para lograr la satisfacción sexual”.
Las causas por las cuales pueden existir impedimentos para lograr la meta también se vinculan con prejuicios, mandatos familiares, y restricciones.
“Hay que pensar que el placer existe igual, más allá de que se logre de manera simultánea - o no - Si se da: genial, pero sin dejar de entender que si no se da, igual se puede vivir a pleno la sexualidad. De hecho es bueno que la mujer acabe primero que el hombre, ya que la posibilidad de ser multiorgásmica que tienen algunas de ellas, puede hacer posible que termine en una segunda o tercera instancia, con el hombre”, aconsejó Román de Giro.
Es interesante recalcar que el orgasmo es placer, independientemente de la vía por la que se consigue y del momento. Y lo que realmente vincula a la pareja, y aumenta la intimidad, son las relaciones emocionales y sexuales gratificantes. Analía de la Llana - adelallana@losandes.com.ar
Una nueva investigación demuestra que tanto ellas como ellos refieren que el orgasmo simultáneo es el que más placer mental, sexual y de pareja proporciona. Admiten, no obstante, que también resultan placenteras la frecuencia en los encuentros con penetración, o los orgasmos individuales.
El mito del clímax al mismo tiempo se extendió cuando la sociedad empezó a tener en cuenta que las mujeres sí disfrutan con la sexualidad. Se pasó de “ignorarlas” en las relaciones sexuales, a considerar que el máximo placer se conseguía cuando ambos miembros de la pareja alcanzaban el orgasmo a la vez.
Una ardua tarea, si se tiene en cuenta que las latencias orgásmicas (es decir, el tiempo que va desde el inicio de la estimulación hasta el orgasmo) son distintas en ellos que en ellas. También si se valora que la “persecución” de este “clímax ideal” puede conducir al fracaso en la relación.
"Dime de qué te jactas, y te diré de qué careces"
Si bien es una frase de aplicación caprichosa, el hecho de tener que conseguir, sí o sí, el orgasmo simultáneo en una pareja se vincula en realidad con implicancias más profundas, incluso, hasta de contexto.
Según la licenciada Alejandrina Román de Giro (psicóloga clínica, sexóloga, y docente) “el tema del orgasmo simultáneo se vincula con la sociedad exitista en la que vivimos. Si bien está claro que todos pueden intentarlo, y muchos lo llevan a la realidad, lo cierto es que no es sencillo. Para darse son importantes dos cosas: que la pareja se conozca mucho íntimamente, y que la mujer sea activa en su sexualidad; es decir, que conozca su cuerpo, las situaciones, o cosas que le dan placer”.
Desde la publicación que investiga el tema, Francisca Molero, directora del Instituto de Sexología de Barcelona y vicepresidenta de la Federación Española de Sociedad de Sexología (FESS), reconoce en el artículo que, precisamente, la “obsesión por lograr el clímax a la vez conduce a muchas parejas a fingir. Además se puede producir lo que se conoce como ‘auto-observación’ o ‘altruismo excesivo’. Es decir, uno de los miembros de la pareja racionaliza demasiado el encuentro, en lugar de sentirlo, y en ese momento está tan preocupado por el otro que se pueden producir problemas de disfunción sexual”.
Ese mandato cultural
“Las mujeres deben ser hacedoras de su propio placer”, sostiene la sexóloga.“El mandato social, en donde no se la tenía en cuenta, y en donde pasaba desapercibido su deseo o placer viró con el tiempo la mirada. Por ello, y para poder desarrollarse más plenamente en lo sexual, nada mejor que la mujer sepa qué le gusta, y qué no”, aconsejó la profesional.
El logro del orgasmo simultáneo es algo complejo, pero efectivamente se puede obtener cuando la pareja está más compenetrada, hay mayor vinculación afectiva, seguridad para dejarse llevar, y conocimiento del otro.
Molero, por su lado, reconoce que aunque “cada vez más el mito del clímax simultáneo se está abandonando sigue vigente y en ciertas relaciones puede ser un hándicap para lograr la satisfacción sexual”.
Las causas por las cuales pueden existir impedimentos para lograr la meta también se vinculan con prejuicios, mandatos familiares, y restricciones.
“Hay que pensar que el placer existe igual, más allá de que se logre de manera simultánea - o no - Si se da: genial, pero sin dejar de entender que si no se da, igual se puede vivir a pleno la sexualidad. De hecho es bueno que la mujer acabe primero que el hombre, ya que la posibilidad de ser multiorgásmica que tienen algunas de ellas, puede hacer posible que termine en una segunda o tercera instancia, con el hombre”, aconsejó Román de Giro.
Es interesante recalcar que el orgasmo es placer, independientemente de la vía por la que se consigue y del momento. Y lo que realmente vincula a la pareja, y aumenta la intimidad, son las relaciones emocionales y sexuales gratificantes. Analía de la Llana - adelallana@losandes.com.ar
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