quarta-feira, 20 de abril de 2011

¿Para qué sirve una sexóloga? (I)

¿Para qué sirve una sexóloga? (I)
por Sexorum
VIERNES 15 DE ABRIL DE 2011 A LAS 13:37 HORAS
Opinión > Cultura

Cuando comencé mis estudios de post-grado en sexología, coseché dos tipos de comentarios. El primero, solía provenir de los hombres y era: “llámame cuando empieces las prácticas”. El segundo, solía provenir de las mujeres y era: “Mmm, ya hablaremos cuando acabes”. Ambos acompañados de una mirada que sugería claramente a lo que se estaban refiriendo.

Lo que subyace debajo de los dos comentarios es que una sexóloga es una científica que estudia el sexo y, en los dos casos, están realizados partiendo de que el sexo es aquello que se hace (con frecuencia en la cama o en otro sitio que nos permita adoptar posturas de acople). Por eso, hay una creencia generalizada de que las sexólogas son una sabia mezcla entre geisha y experta en kamasutra y, además, conocen todas las artimañas que procuran placer (ya sea a uno mismo o a la pareja).

Y es que la palabra sexo tiene diferentes significados. Por un lado el sexo que se es, por otro el que se tiene y por último el que se hace. Si digo que mi sexo es femenino, me refiero al primero de los “sexos” que he mencionado, si digo que Pedro tiene un sexo grande, me refiero al segundo y por último, si digo que una persona ha tenido sexo esta noche, me refiero al último. Con frecuencia, la única forma de saber de qué sexo estoy hablando es el contexto en el que lo menciono.

La sexología es la ciencia que estudia el sexo. El sexo que se es. Lo trocea, lo desmenuza y lo estudia, para comprenderlo, no para juzgarlo, no para cambiarlo a lo que “debería ser”. En sexología se estudia:

La sexualidad, es decir, la particular manera que cada persona tiene de vivir su sexo (hombre o mujer).
La sexuación, es decir, el proceso que dura toda la vida y que va construyendo esa mujer o ese hombre que somos en cada instante.
La erótica, los deseos que se producen por el hecho de ser seres sexuados.
la amatoria, cómo llevamos a cabo esos deseos en la vida real.
La procreación, el deseo de tener hijos o no y, aún más allá, como las posibilidades de sinergia que se dan entre los proyectos de los sexos que conforman la pareja.
La pareja, la forma más frecuente usada por las personas, como seres sexuados, para organizar sus vidas entre ellos.

Todos ellos vistos desde los modos femenino y masculino, los matices heterosexual y homosexual y las peculiaridades de cada cual. Y por supuesto, con sus dificultades, cuando aparecen, si es que aparecen, y, desde luego, no partiendo de ellas.

La sexología se centra en el sexo, es decir estudia a las mujeres y los hombres, las diferencias que hay entre los unos y los otros, qué hace que una mujer sea una mujer o un hombre, un hombre, cómo gestionan los unos y los otros la vivencias que tienen, los placeres, de qué manera ligan, cómo se acercan el uno al otro, cómo se encuentran y cómo son esos encuentros. Todo eso es sexo y es apasionante.

Bien mirado, no parece políticamente correcto hablar de la diferencia cuando ahora todos tenemos que ser iguales. Sin embargo yo quiero estudiar la diferencia -me gusta la diferencia- y quiero que no desaparezca. Esto es fácil porque, por muchos ministerios que nos queramos inventar, un hombre será un hombre y una mujer será una mujer. Lo que sí sería deseable es la igualdad de derechos, la igualdad de oportunidades, la igualdad a la hora de medir el trabajo de las unas y los otros, la igualdad de salarios en igualdad de condiciones. Son frases que, aunque menos sonoras que “la igualdad” a secas, son mucho más claras. Y es que a fuerza de propugnar “la igualdad”, la estamos imponiendo en circunstancias y aspectos en los que es imposible.
http://www.eldigitaldemadrid.es/articulo_c/general/2117/iquest-para-que-sirve-una-sexologa-i

¿Para qué sirve una sexóloga? (II)

¿Para qué sirve una sexóloga? (II)
por Sexorum
MIÉRCOLES 20 DE ABRIL DE 2011 A LAS 17:32 HORAS
Opinión > Cultura
Una sexóloga no es una psicóloga, ni una médica, ni una socióloga, ni una antropóloga. La sexología es una ciencia y una disciplina propia e independiente y por lo tanto tiene sus propios campos de trabajo con un área propia de conocimiento.

En la intervención se trabaja desde el referente sexológico y el pedagógico, el primero nos da la epistemología y el segundo las herramientas y estrategias para realizar intervenciones de calidad. También la Sexología permite analizar las actitudes ya que nuestro modelo no parte ni de la permisividad ni de la prohibición, sino de la comprensividad.

En el artículo anterior hacíamos un repaso de los conceptos más importantes relativos al sexo: sexuación, sexualidad, erótica, amatoria, procreación y pareja. Estas son las áreas de conocimiento de la sexología y se aplican en nuestro campo de trabajo que es la relación entre los sexos.

Una sexóloga informa, educa y asesora. Los conocimientos de una sexóloga son útiles en momentos de cambios como pueden ser la adolescencia, el inicio de la convivencia en pareja, el embarazo, la crianza, la jubilación, la aparición de enfermedades, la menopausia, … El hecho de organizar ciclos de educación sexual en institutos o talleres en los que se trabaja la sexualidad en relación con estos momentos nos permiten transmitir esos conocimientos de una forma amena y provechosa.

Tal vez el campo de trabajo más conocido sea el del asesoramiento erótico. Los sexólogos podemos guiar a las parejas para que superen las dificultades comunes que puedan aparecer. Y digo bien dificultades comunes y no eyaculación precoz o vaginismo o cualquier otra palabra más o menos técnica, porque tal vez el primer cometido de un sexólogo sea precisamente el de eliminar etiquetas. Que alguien tropiece, no le convierte en un tropezador. Hablamos pues de dificultades cuando nos referimos a todas esas circunstancias que hacen que el encuentro amatorio no sea fácil y las apellidamos comunes porque son comunes a toda la población, sin por ello suponer ningún tipo de problema que sea merecedor de una etiqueta. Desde la sexología, se guía al cultivo erótico en pareja para superar estas dificultades.

En el ámbito de la pareja no sólo existen las dificultades comunes. La sexóloga, como modesta científica de los sexos, puede aportar sus conocimientos cuando surgen las desavenencias y los desencuentros. En nuestras consultas, es preferible que la pareja acuda de forma conjunta, ya que ambos tienen un proyecto común, aunque en ocasiones se trabaja de forma individual.

¡¡¡Un beso lectores!!!!

Arancha Gómez
Sexorum
Equipo Actividades Externas Incisex

Si quieres consultarnos puedes hacerlo en hablamos@sexorum.org
http://www.eldigitaldemadrid.es/articulo_c/general/2131/iquest-para-que-sirve-una-sexologa-ii

Sexo na balança

Sexo na balança
Quem foi que disse que tem que ser magra pra ser formosa? O prazer depende menos da forma física e mais da aceitação do próprio corpo

Por Maria Fernanda Schardong
21/11/2008

Como já dizia o Rei Roberto Carlos, passar fome não contribui em nada para a beleza. E, de acordo com uma pesquisa americana, para o sexo também não. Para especialistas brasileiros, o que determina o comportamento sexual é o quanto as mulheres estão - ou não - satisfeitas com o próprio corpo.

Segundo a pesquisa americana, dentre as sete mil mulheres entrevistadas, 92% daquelas consideradas acima do peso afirmaram ter uma vida sexual ativa. Enquanto 85% das magras disseram a mesma coisa.

A endocrinologista Ruth Clapauch, membro da Sociedade Brasileira de Endocrinologia e Metabologia, explica que o estudo deve ser interpretado de maneira correta. "O estudo não afirma que as mais gordas fazem mais sexo, e sim que essas mulheres podem ter vivenciado relações frustrantes e, por isso, acabaram ganhando mais peso do que as outras”, diz.

Na opinião do sexólogo Arnaldo Risman, a questão do prazer ;é definida além do peso. É a autoestima que influencia diretamente no comportamento sexual. “A coragem de decidir o que está bom ou não, e mudar isso influi diretamente na qualidade do sexo. Se o peso incomoda o indivíduo, é preciso reagir e buscar emagrecer e, quem sabe assim, melhorar a vida sexual” aconselha o sexólogo.

Na sociedade atual, o padrão de beleza preza o corpo esbelto. E, segundo Arnaldo, esse padrão se configura como um mito, pois a magreza não significa uma boa qualidade de sexo. “Fazer sexo não significa estar feliz sexualmente. O que importa, de verdade, é gostar de você como você é”, garante ele.

Ruth concorda. Segundo ela, o peso em si não é determinante e a palavra de ordem é a autoestima. “O importante é se cuidar, tentar se colocar sempre em primeiro lugar, deixar um pouco os problemas de lado, se gostar”, garante Ruth.
http://www.maisde50.com.br/editoria_conteudo2.asp?conteudo_id=6943

Os verbos do sexo Oito termos, transitivos, que dão as cartas quando o assunto é afeto e intimidade

Os verbos do sexo
Oito termos, transitivos, que dão as cartas quando o assunto é afeto e intimidade

Por Rodrigo Amorim
24/10/2008

Para quem sonha amar com frenesi, o primeiro recado: sexo vai além, muito além da genitalização. E as palavras, ou melhor, os verbos nos quais se baseia a relação, também contam. Na direção contrária ao movimento que prega orgasmo a todo custo, há quem defenda o sexo feito com calma, serenidade e, sobretudo, amor.

O sexólogo Pedro Jurberg, do Rio de Janeiro, faz parte desse time. Segundo ele, fazer sexo é bem menos complicado do que pode parecer. E muito mais prazeroso do que muitas experiências demonstram. "Em primeiro lugar, é preciso acabar com o preconceito de que relações duradouras estão fadadas a uma vida sexual medíocre. O tempo não elimina o sexo. É possível manter o interesse no parceiro mesmo com o passar dos anos", diz.

Para uma vida sexual ativa ao longo do tempo é necessário apenas entender as transformações pelas quais passamos. "É importante mudar a forma de entender a sexualidade. Pensar que é necessário que o sexo ique mais qualitativo do que quantitativo. Sexualidade não é só penetração e sim carinho, afeto", defende o sexólogo.

Sexo bom, portanto, é aquele em que há desejo, mas, fundamentalmente, aquele em que se conjugam os verbos amar, verbalizar, trocar, conhecer. A lista, claro, é bem extensa. Abaixo, segue uma breve explicação de oito verbos e o que eles podem fazer por uma relação. Ou melhor, como os parceiros podem se beneficiar com cada um deles.

Amar - No topo da lista e a explicação é quase óbvia: de onde virá prazer maior que de um sentimento recíproco, profundo e sincero? Diferente das sensações que a paixão desperta, o amor é duradouro.

Verbalizar - Dialógo é essencial. É a oportunidade de expor ao outro o que nos satisfaz e o que nos aflige. Falar é um dos melhores artifícios para manter uma boa relação.

Ouvir - O diálogo envolve duas vias: o falar e o ouvir. É preciso estar atento ao que diz o outro. É como iniciamos o processo lento mas possível de consertar desacordos e imperfeições de ambas as partes.

Conhecer - Toda relação exige dedicação, paciência, vontade. Conhecer o outro é ir além do que está aparente. É estar disposto a aceitar as qualidades, mas, também, as imperfeições, as idiossincrasias. Conhecer exige um eterno dedicar-se.

Trocar - Ato de dividir sucessos e angústias com o outro, a troca é essencial e precisa ser estimulada. É o que dá a segurança do afeto e a certeza de que é possível contar com o outro sempre. É que caminho para a confiança e um relacionamento saudável.

Brincar - Melhor maneira de estabelecer o desejo sexual. Isso exige intimidade, boa comunicação e uma vida saudável de todas as partes. Fantasias e erotismo são palavras que fazem parte desse processo.

Negar / permitir - Em uma relação saudável a escolha sobre preferências pessoais deve ser de pleno conhecimento para o casal. O que é negado ou permitido pode fazer a diferença para o estabelecimento da confiança. Mas os limites devem ser respeitados.

Beijar - Qual relação se estabelece sem um beijo agradável? Beijar é fundamental para a expressão do sentimento. Através do beijo é possível medir o grau de intimidade do casal.
http://www.maisde50.com.br/editoria_conteudo2.asp?conteudo_id=6890

¿Qué es lo que te excita?

Publicado el 04-27-2011
¿Qué es lo que te excita?

José G. Bruzón

DETERMINANTE. Como fantasía sexual o conducta adquirida, las parafilias pueden llegar a ser desde inofensivos hasta penados por la ley como son los casos del voyeurismo, pedofilia y necrofilia.

En nuestra edición anterior comenzamos a escribir acerca de las parafilias, misma que definimos como un patrón de comportamiento sexual en el que la fuente predominante del placer no se encuentra en la penetración del pene en la vagina, sino en alguna otra cosa o actividad que lo acompaña. Es decir, que el placer sexual se alcanza con prácticas anormales de conducta.
Según la Asociación Mundial de Psiquiatría, la parafilia se agrupa en tres grados: el mínimo –obtención del placer por medio de fantasías que no alteran las actividades sexuales normales–; el acentuado –se busca de manera insistente la realización de la fantasía para alcanzar la satisfacción sexual– y el dependiente –la fantasía erótica afecta o interfiere en la relación sexual, de tal forma que se pierde la libertad de elegir y no se puede dejar de actuar de cierta manera–.
Hoy en día, tratar las parafilias es un reto para la psicoterapia y la psiquiatría, en donde la finalidad es que el paciente abandone su manera de actuar que hace daño a terceras personas. Hay que recordar que no todas la parafilias provocan daños a otros individuos. De hecho, hay comportamientos que no necesitan tratamiento médico y que están avalados cuando ambas partes de la pareja lo disfrutan.
Lo anterior no ocurre con las parafilias que son penadas por la ley, como es el caso de voyeurismo, específicamente el “video voyeurismo”, lo cual implica filmar a alguien sin su consentimiento mientras se encuentra en situaciones privadas. También se incluyen a la pedofilia y la necrofilia.
Si usted considera que tiene algún tipo de parafilia, lo mejor es consultar a un psicólogo para que le ayude.
http://www.elmundonewspaper.com/noticia/11443/que-es-lo-que-te-excita

Cómo renovar el deseo en la pareja

iCómo renovar el deseo en la pareja
10 consejos de los sexólogos estos consejos de la sexología pueden contribuir a que su vida íntima vuelva a recargar sus baterías.

Deseo sexual
Martes, 19/04/2011 | 06:45 hs


10 consejos de los sexólogos. Si se siente aburrido… si advierte que está perdiendo el entusiasmo… estos consejos de la sexología pueden contribuir a que su vida íntima vuelva a recargar sus baterías.
Con el paso del tiempo, el sexo comienza a tornarse menos intenso, más monótono y demasiado predecible. Existen muchas barreras emocionales que impiden que la pareja pueda disfrutar de una buena relación sexual, desde tener una imagen negativa del propio cuerpo hasta el simple aburrimiento. Pero lo bueno es que estas barreras pueden superarse para que la pareja pueda recuperar la sensualidad y volver a disfrutar plenamente de su encuentro íntimo.
1.- Aprenda a estar a gusto con su cuerpo
Para tener una buena vida sexual, tenemos que sentirnos bien con nuestro cuerpo. Lamentablemente, muchas mujeres tienen una imagen negativa de sus cuerpos. Cuando se miran al espejo, sus ojos se enfocan inmediatamente en las zonas que ellas consideran “problemáticas”. Y esta sensación de descontento con el propio cuerpo se transmite después a la cama: en lugar de disfrutar de las caricias de sus parejas, están pensando en lo gordas que están o en lo feas que se sienten.
Para aprender a estar a gusto con su cuerpo, antes que nada, trate de pensar de manera realista. Cuando vaya de compras o esté en el gimnasio, mire a su alrededor: verá que hay muchas mujeres hermosas y, sin embargo, si presta atención a los detalles, verá también que todas tienen distintas formas de cuerpo y distintas medidas.
Además, pídale a su pareja que le diga cuáles son las partes de su cuerpo que más le gustan y que se lo repita con frecuencia.
Por último, admírese a usted misma. Mírese al espejo y las partes de su cuerpo que más le gustan. Destaque qué es lo que más le gusta de ellas (por ejemplo, que los brazos lucen bien formados y con músculos tonificados, etc.). Esto la ayudará a apreciar más su cuerpo.

2.- Mantenga el cuerpo conectado con la mente
Cuando una mujer tiene una imagen negativa de sí misma, tiende a “desconectar” el cuerpo de la mente.
Para restablecer ese vínculo, al menos una vez al día haga algo que le permita sentirse bien con usted misma y, en especial, con su cuerpo: puede ser una clase de gimnasia o baile, masajes, una caminata intensa al aire libre. Cuando una se reconecta con su cuerpo y con lo que éste es capaz de hacer, siempre se siente más sensual.

3.- “Prohíbase” el sexo por unos días
Es una medida extrema, pero altamente eficaz. Esto se debe a que, cuando una sabe que no puede hacer algo, lo desea aún más, lo cual es válido, también, para las relaciones sexuales, en especial, si usted y su pareja ya llevan mucho tiempo juntos y el sexo se ha tornado algo casi “automático”.
Cuando esté en la cama con su pareja, en lugar de ir directamente a la relación sexual, acaríciense el uno al otro y disfruten de la sensualidad de las caricias. Desvístanse, bajen las luces y túrnense para acariciar y explorar el cuerpo del otro.
Cuando sea usted quien está acariciando, concéntrese en comunicarle amor y sensualidad a su pareja y, cuando le toque a usted el turno de recibir las caricias, trate de disfrutar las sensaciones de cada una de ellas.
Cuando ya se hayan acariciado por bastante tiempo, resístanse (¡si es que pueden!) y no tengan sexo por una o dos noches. Esto ayudará a ir aumentando el deseo y la expectativa.

4.- Realicen actividades audaces juntos
Después de haber pasado varios años juntos, la pareja tiende a ser un poquito “haragana” en la cama. Pero esto se puede mejorar. Las investigaciones demuestran que las actividades nuevas y audaces estimulan al cerebro a que produzca dopamina, una sustancia que juega un papel crucial en el deseo sexual. Cuando uno hace algo que requiere audacia, los niveles de dopamina se incrementan considerablemente, lo que lleva a que aumente el deseo sexual.
Invite a su pareja a viajar y realizar actividades desafiantes como, por ejemplo, caminar por las montañas. El hecho de experimentar algo nuevo y excitante juntos ayuda a reproducir esa misma sensación que la pareja tenía cuando recién se conocieron y no podían resistir el deseo de estar juntos.

5.- Muéstrele a su pareja qué es lo que más le gusta
A la hora del sexo, al hombre le encanta saber qué es lo que más excita a su pareja. El problema es que, ante esto, algunas mujeres realmente no saben qué decir.
Muéstrele qué es lo que le gusta: ponga su mano sobre la de él y vaya guiándolo en cómo y dónde le gusta que la toque (incluso, qué cantidad de presión le gusta que use). Y cuando sienta que desea otros juegos sexuales, dígaselo: es la única forma de que él sepa qué es lo que usted desea.

6.- Cambie su rutina diaria
Cuando se está con estrés, es difícil sentir ganas de tener sexo. Esto se debe a que, si una mujer experimenta tensión en forma crónica, su organismo produce mayores cantidades de oxitocina, una sustancia que contrarresta los efectos de la hormona sexual testosterona y, en consecuencia, la libido baja notablemente. La solución para esto es hacer cosas que bajen el nivel de estrés. Cuando empiece a sentirse más relajada y a gusto con usted misma, verá que el deseo sexual comienza a retornar.

7.- Tome usted la iniciativa de acercarse a él
Según un estudio reciente llevado a cabo en la Universidad de Virginia, la felicidad de las mujeres en cuanto a su vida matrimonial depende del grado de participación emocional de sus maridos. Cuando marido y mujer comparten momentos agradables, ambos son felices. Pero, si la mujer se siente como “desconectada”, tanto la relación de pareja como la vida sexual comienzan a deteriorarse.
La razón de esto es la siguiente: la mujer necesita sentirse “cerca” de su pareja para estar inspirada a tener sexo, y el hombre, por su lado, a veces necesita tener sexo para “acercarse” a su pareja. Para solucionar esto, tome usted la iniciativa
Haga algo simple como, por ejemplo, agradecerle por algo que realizó. Esas pequeñas cosas significan mucho para él y, entonces, él comenzará a actuar de la misma manera con usted y, probablemente, eso sea lo que usted necesita para aumentar el deseo sexual.

8.- Pídale a su pareja que la ayude en las tareas de la casa
Aun en estos tiempos modernos, las mujeres pasan más horas que los hombres con los quehaceres domésticos y el cuidado de los hijos. Es de esperar, entonces, que a la hora del sexo una esté cansada y no sienta ganas. Pero, según investigaciones realizadas en la Universidad de Washington, cuando los hombres ayudan en la casa, las mujeres suelen estar mucho más satisfechas con la relación de pareja y desear mucho más el contacto sexual. Una buena idea, entonces, es hacerle ver a su pareja que el ayudar en la casa es, en cierto modo, el paso previo al sexo: verá que él se sentirá más motivado que nunca para ayudarla en los quehaceres domésticos.

9.- Planee una salida de fin de semana
Siempre es bueno tomarse un tiempo para alejarse del trabajo y los quehaceres domésticos y concentrarse totalmente en la pareja. Si no puede irse a algún lado durante el fin de semana, al menos salga una noche a cenar afuera.
Otra idea es visitar a su pareja en el trabajo. El verlo en un lugar en donde una no acostumbra a verlo puede revelar otra faceta de él y hacer que usted sienta algo similar a lo que sintió cuando se enamoró de él.

10.- Haga ejercicio físico
Hacer ejercicio es una excelente forma de mejorar la vida sexual. El ejercicio estimula no sólo el cuerpo sino, también, el sistema nervioso y el cerebro. De esa manera, la mujer se encuentra fisiológicamente más excitable y se torna más receptiva al sexo. Además, el ejercicio mejora la circulación y hace que la sangre fluya hacia donde más se la necesita para el sexo.
También, hace que la mujer se encuentre en un mejor estado de ánimo para el sexo debido a que reduce el estrés y mejora la autoestima. Hacer ejercicio produce una especie de sensación de orgullo y satisfacción. Y, si una lo practica con regularidad, la hace sentir bien consigo misma.

El ejercicio ayuda a “reconectarse” con el cuerpo y a “desconectarse” del mundo. Pilates y los ejercicios con sobrecarga, que son los que precisan concentración en los músculos son los más indicados para esto. En este tipo de ejercicios, toda la atención está dirigida hacia el
propio cuerpo y esto conduce a un estado más sensual.

CÓMO ENFRENTAR JUNTOS ALGUNAS SITUACIONES
Período refractario después de los 40. Los varones no tienen, a partir de cierta edad, la capacidad de tener más de un orgasmo en un mismo encuentro. No es falta de amor o de excitación. Sólo un hecho fisiológico llamado período refractario, donde lo más natural es no recuperar la erección hasta pasadas 24 horas de la última eyaculación. Obviamente si la mujer se quedó frustrada, puede pedir, luego de un descanso que su compañero la ayude por algún otro estímulo a llegar al orgasmo. Eso sería como vencer el “natural egoísmo masculino.”
Eyaculación precoz. Las compañeras de hombres con este problema podrían ayudarlos con juegos sexuales mas prolongados y tranquilos, tratando de que la penetración se produzca en un momento de baja ansiedad y preferentemente con la mujer arriba y que los movimientos sean lentos. Evitar la exigencia del orgasmo por penetración ayudaría también. La consulta al sexólogo/a ofrece muy buenos resultados para superar este problema.

Edad. Con los años la mayoría de los varones prolongan largamente el tiempo de aparición de su erección. Necesitan estímulos directos en el pene manuales u orales. Sus compañeras deberían ayudarlos a esperar un buen tiempo para que la erección aparezca. Fantasías verbales son muy importantes para los varones. Al igual que las mujeres, los varones necesitan incrementar su narcisismo sexual.

Sexualidad reproductiva vs. sexualidad placentera. Algunos varones las confunden. Creen que no poder engendrar es una forma de impotencia erectiva o de cualquier otra disfunción sexual. Se deprimen y las consecuencias aparecen. Es muy importante saber estos temas en casos de tratamientos por fertilidad asistida y que ambos traten de mantener activa la sexualidad, pues aunque el tratamiento por fertilidad sea exitoso, la problemática sexológica se puede instalar en la pareja.
http://www.elintransigente.com/notas/2011/4/19/icomo-renovar-deseo-pareja-79315.asp

Conduta sexual ainda é reprimida

20/04/2011 -- 15h40
Conduta sexual ainda é reprimida
Controlar a sexualidade das pessoas significa controlar as pessoas. Esse processo se inicia na infância e continua por toda a vida
Muita gente pensa que hoje o sexo é livre. Afinal, ele está em toda parte. A quantidade de programas de TV com apelos sexuais seria a prova incontestável disso, entretanto, na vida de cada um liberdade sexual é objetivo difícil de ser atingido.

O sexo é alvo da maior perseguição na área dos costumes e fonte de grandes sofrimentos. Todos se reprimem e estão sempre prontos a criticar o outro por sua conduta sexual.

As pessoas padecem por conta das próprias fantasias, desejos, culpas, medos e frustrações sexuais. E quem é feliz está livre da sede de poder e se você tem a sensação de uma vida viva, alcança uma autonomia que se nutre das potencialidades do eu.

Em tempos atrás o golpe de mestre na aniquilação da liberdade sexual foi em todo o Ocidente, a liberação da pornografia. ''Vocês querem sexo? Então vão ter.'' A partir daí passamos a ser bombardeados por um sexo obsceno, sujo, impessoal, de baixo nível. Essa estratégia se mantém, impedindo a verdadeira liberação da sexualidade.

Controlar a sexualidade das pessoas significa controlar as pessoas. Esse processo se inicia na infância e continua por toda a vida.

Os valores repressores são absorvidos de tal forma que, não percebendo sua existência, as escolhas pessoais, predeterminadas no inconsciente, assumem aparência de escolhas livres.

Esse é o grande perigo da repressão sexual e o principal motivo da baixa qualidade do sexo praticado.

Quanto mais a pessoa amplia, aprofunda e diversifica sua vida sexual, mais corajosa se torna. Vive com mais vontade, mais alegria, esperança e decisão. Pode vir a representar perigo do ponto de vista da ordem estabelecida.

Por ser arriscado, a maior parte das pessoas renuncia à sexualidade e fica quieta no seu canto e vai se apagando de vida, de corpo e de espírito.

Para a maioria o sexo está a serviço de outros objetivos. Nos últimos 40 anos a moral sexual sofreu grandes transformações, no inconsciente os antigos tabus ainda persistem. O sexo continua sendo um problema complicado, com muitas dúvidas.

A maioria das pessoas dedica um tempo enorme de suas vidas às suas fantasias, desejos, vergonhas, medos e culpa.

Não é de admirar que tanta gente renuncie à sexualidade ou que a atividade sexual exercida em nossa cultura seja de tão baixa qualidade.

Na maioria das vezes ela é praticada como uma ação mecânica, rotineira, desprovida de emoção, com o único objetivo de atingir o orgasmo o mais rápido possível. Resulta um desempenho bastante ansioso, levando a um bloqueio emocional e vários tipos de disfunção, como impotência, ejaculação precoce, ausência de desejo e de orgasmo, sem falar nos casos mais graves de enfermidades psíquicas.

É preciso descomplicar o sexo. Mas é inegável que, apesar de tudo, algumas pessoas consigam romper com a repressão e alcançam a autonomia para buscar no sexo a única coisa que ele pode oferecer: prazer sexual.

Eliane Marçal- psicóloga clínica e hipnoterapeuta (Londrina)
http://www.bonde.com.br/?id_bonde=1-27--121-20110420&tit=conduta+sexual+ainda+e+reprimida