Un alto número de mujeres nunca o rara vez alcanza el orgasmo: Imesex
La Jornada
27-Mayo-2011
La afirmación de que no hay anorgásmicas, sino hombres incompetentes, es una forma pobre de tratar el problema, exponen especialistas
La afirmación de que no hay anorgásmicas, sino hombres incompetentes, es una forma pobre de tratar el problema, exponen especialistas. Foto: Vanguardia/Especial
México, DF. De acuerdo con una investigación del Instituto Mexicano de Sexología (Imesex) en la que se entrevistó a alrededor de mil mujeres la mitad de las encuestadas dijo que nunca o rara vez alcanza un orgasmo en sus encuentros sexuales, informa Juan Luis Álvarez-Gayou, terapeuta fundador de esa institución.
El estudio se realizó en el Distrito Federal, Morelos, Oaxaca, Guanajuato, Guerreo, Yucatán, Chiapas y Aguascalientes.
El orgasmo, esa liberación energética que dura sólo unos segundos, es mucho más que una sensación corporal y puede abordarse desde las aristas biológica, sicológica y social, según especialistas entrevistados por este diario.
La anorgasmia –antes conocida como frigidez, término en desuso por los expertos, quienes lo consideran un concepto vago, cuando no peyorativo– es la incapacidad de llegar al clímax en una relación sexual.
Desde el punto de vista biológico, cambios endócrinos del cuerpo pueden hacer que disminuya el nivel de andrógenos y con ello el deseo sexual, explica Matilde Matuk, miembro de la Sociedad Sicoanalítica de México.
Otros factores biológicos que intervienen en el funcionamiento de la respuesta sexual pueden ser las infecciones vaginales, la menopausia o el efecto de algún medicamento.
No obstante, no hay un solo caso registrado de anorgasmia primaria, ni siquiera en mujeres que han sufrido mutilación genital (cliterodectomía), asegura Noemí Ehrenfeld, investigadora adscrita al departamento de Biología de la Reproducción de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Problemas sicológicos
La falta de placer sexual también puede ser ocasionada por factores sicológicos, sobre todo en aquellas personas que sufrieron un abuso sexual.
Por ejemplo, "cuando la persona tiene miedo de enfrentar la sexualidad por alguna experiencia anterior o por ideas equivocadas en torno al acto sexual, lo que ocasiona tensar involuntariamente los músculos de la vagina y que el coito sea doloroso. En ocasiones, ni siquiera se permite la penetración, mucho menos el orgasmo", expone Yolanda Falcón, sicoterapeuta corporal.
Los sicológico también interviene en cómo se experimenta el orgasmo, lo que constituye la diferencia entre tener una vivencia "estándar" y una experiencia única.
"La respuesta fisiológica del orgasmo es idéntica siempre. El cuerpo responde con toda la batería neurológica siempre igual. ¿Por qué un día se percibe como altamente satisfactorio y otro día no? Por factores de la vida cotidiana que a todos nos afectan", dice Ehrenfeld.
El estrés y la depresión son enemigos acérrimos del placer sexual, así como los problemas en la relación de pareja.
"La vida sexual es un reflejo objetivo de cómo es la vida en pareja. Si ahí uno miente, lo hace en otros aspectos de la relación", comenta Matuk.
En opinión de los expertos, es común que las mujeres finjan un orgasmo. "Muchas lo hacen para que el hombre no se sienta defraudado", cuando de lo que se trata es de encontrar la manera de que ambos disfruten, dice Falcón.
Señalan que el orgasmo está, hasta cierto punto, sobrevalorado. "Es una descarga que dura segundos, y el que no esté no habla de una relación sexual fallida. Es lo de menos cuando una persona disfruta todo el encuentro", comenta Falcón.
Para Ehrenfeld "hay muchos elementos en un encuentro sexual. El orgasmo no es obligatorio, no es una carrera".
La especialista refiere que hace unas décadas, cuando se publicitó ampliamente la capacidad multiorgásmica de la mujer, “el primer motivo de consulta en los consultorios de los llamados sexólogos era ‘¿por qué yo no soy multiorgásmica?’ No todo mundo tiene que serlo”.
Matuk opina que el orgasmo se puede alcanzar de muchas maneras, “no sólo por el coito; puede ser por medio de tocamientos, caricias; nos metemos en una serie de ‘tengo que’ y ya no es divertido, en vez de hacer del encuentro algo disfrutable”.
Juan Luis Álvarez-Gayou explica que muchas mujeres se sienten mal por no alcanzar el orgasmo tras la penetración, cuando "los seres humanos estamos mal diseñados para que el pene, durante el coito, pueda generarle un orgasmo a una mujer. Muchas lo viven, lo que no significa que quien no lo tenga esté mal".
Ehrenfeld señala que la idea de que el varón es el responsable del placer sexual de una mujer no es válida.
"Ella deposita en él la responsabilidad de su propio bienestar y sentir. La afirmación de que no hay mujeres anorgásmicas, sino hombres incompetentes, es una forma pobre de tratar el problema. Los varones se hacen cargo de sus cuerpos y nosotras nos tenemos que hacer cargo de los nuestros", afirma.
Mitos
Para los especialistas, los factores socioculturales son los que más afectan a las mujeres para experimentar el orgasmo.
Ideas erróneas en torno a la sexualidad, como que ejercerla es malo o pecado, derivan en culpas y prejuicios que inhiben el placer sexual. "La sociedad sigue penalizando tener un cuerpo sensitivo, erótico", explica Ehrenfeld.
Los terapeutas coinciden en que el mejor aliado contra la anorgasmia es la autoexploración.
"La palabra masturbación causa alboroto en mucha gente, pero es parte de la terapia sicocorporal", explica Falcón, quien lamenta que haya personas que se quedan toda la vida con una sexualidad mediocre.
Álvarez-Gayou recomienda reconocer el propio cuerpo "con tocamientos, caricias. De esa manera la mujer va recuperando su cuerpo y, por ende, sus sensaciones".
Ehrenfeld considera que la autoexploración es fundamental porque permite conocer cómo reacciona el cuerpo.
Sobre la rutina sexual, la académica puntualiza que "somos animales con mucha imaginación; hay que ejercerla".
http://www.vanguardia.com.mx/unaltonumerodemujeresnuncaoraravezalcanzaelorgasmoimesex-732375.html
domingo, 12 de junho de 2011
Vida longa ao sexo
Vida longa ao sexo
12/06/2011 07H11
População idosa brasileira cresce em ritmo acelerado e desperta cada vez mais interesse acerca da busca pela sexualidade satisfatória. Tratamentos e medicamentos têm sido mais procurados e o tabu sobre o tema diminui com o passar dos anos. No entanto, as novidades trazem um alerta: o índice de portadores do HIV na terceira idade têm aumentado bastante nos últimos anos
RODRIGO ANDRADE
O Brasil está ficando idoso. Relatório divulgado pelo Banco Mundial (Bird) mostra que a população do país envelhece em ritmo frenético – muito mais rápido do que nas nações consideradas desenvolvidas. Para se ter ideia, enquanto a França levou mais de um século para aumentar de 7% para 14% a população acima de 65 anos, o Brasil passará pelo mesmo processo em duas décadas: de 2011 a 2031. Segundo o Bird, a população idosa tupiniquim, que hoje corresponde a 11%, daqui a 40 anos será de 49%.
Mas o que interessa a DeFato, nesta matéria, é o vigor escondido sob as rugas e cabelos brancos. Vigor, leia-se, sexual. Isso mesmo. É cada vez maior o interesse dos idosos no aprimoramento da sexualidade e no convívio satisfatório com a libido. Trata-se da constante descoberta de que sexo, realmente, é vida – até na terceira idade.
Para a psicóloga e especialista em sexologia clínica, Andreza Figueiredo, a facilidade de acesso à informação e a nova maneira de entender e expressar a sexualidade contribuem para que os idosos busquem a maior satisfação nesse campo, mesmo na idade em que muitos já se consideram inválidos. “Acredito que as próximas gerações de idosos vão vivenciar a sexualidade mais ativamente. As discussões têm se tornado acessíveis, o que faz diminuir o tabu acerca do tema”, analisa a psicóloga.
“Estou vivo”
O personagem de nossa matéria é um aposentado com o astral altíssimo. Aos 64 anos, ele afirma que “está vivo, e muito bem vivo”. Vamos chamá-lo pelo nome fictício de Alberto (ele não quis se revelar). “Tenho medo de que me chamem de velho pervertido”, brinca.
Alberto é casado há 48 anos. O aposentado diz que nunca traiu sua mulher e aponta os motivos para a fidelidade. “Ela me proporciona tudo o que me faz feliz, em todos os sentidos. É minha companheira. Olha, estou sendo sincero, a gente faz amor umas duas, três vezes por semana. E antes que me pergunte se isso é muito ou pouco, eu te respondo que, na nossa idade (ela tem 62), é bastante. Então, para quê vou procurar outra? Não preciso”, narra. “E tem o amor que sinto também, é claro”, acrescenta o aposentado, aos risos, safando-se de não ter mencionado o sentimento pela companheira.
Alberto, entretanto, admite que seu desempenho sexual não é o mesmo de outros tempos. “Às vezes falha, né?!”, diz. “Mas aí temos o milagroso remedinho azul”, completa, imediatamente.
Estimulante
O “remedinho azul” em questão é o Citrato de Sidenafil, mais famoso como Viagra. É um estimulante sexual que permite ao homem com disfunção erétil ter uma vida sexual ativa. Essa droga passou a ser vendida na década passada e, este ano, teve sua patente quebrada, ou seja, foi liberada a produção de seus genéricos. Isso tornou mais fácil o acesso.
Mas se engana quem pensa que o Viagra pode ser comprado por qualquer um. É necessário encaminhamento médico, pois há efeitos colaterais, sendo o mais perigoso a aceleração da frequência cardíaca. Alguns outros são: dor de cabeça, rubor facial, má digestão, congestão nasal, alteração na visão das cores (azul/verde) e diarréia.
“O uso de Cialis, Levitra ou Viagra depende de recomendação médica. Em muitos casos, adequações do casal à nova realidade sexual é que são necessárias. O uso das medicações é bem satisfatório quando o homem apresenta problemas orgânicos, que dificultam a ereção”, explica a psicóloga Andreza Figueiredo.
A nova realidade sexual a que ela se refere é a aceitação de que é normal o corpo mudar e o desempenho diminuir. O medicamento não funciona sozinho. Se o homem não consegue trocar com sua parceira carícias, beijos e toques, o remédio simplesmente não faz efeito. Portanto, a droga pode ser a solução para as disfunções eréteis, mas não resolve problemas de relacionamento. Para tanto, o melhor a se fazer é procurar a psicoterapia.
Terapia
De acordo com Andreza, Alberto está no perfil das pessoas que buscam ajuda para resolver problemas sexuais. Segundo a profissional, a maior parte do público da terceira idade que vai ao seu consultório é de homens, geralmente com formação superior ou técnica e com família constituída. As principais queixas são disfunção erétil, ejaculação precoce e desejo sexual inibido.
A psicóloga explica que a terapia busca dar conhecimento ao casal. Nessa fase, o processo de envelhecimento do corpo modifica a resposta sexual do organismo. “Há uma diminuição do desejo, tanto no homem como na mulher. Ele não consegue mais ereções tão rígidas, o estímulo sexual tem de ser maior”, detalha.
As três etapas da terapia são: anamnese, que é um questionário sexual para diagnosticar as disfunções; reestruturação cognitiva, que é o trabalho de modificação dos pensamentos dos pacientes; e o ensino de técnicas sexuais, que são exercícios realizados pelos atendidos para que vivenciem uma sexualidade adequada. Essas técnicas, praticadas fora do consultório, são específicas para cada caso de disfunção.
Cresce o índice de HIV
Segundo o Ministério da Saúde, em 2002, 39% dos brasileiros acima de 60 anos (faixa etária que marca o início da terceira idade) são sexualmente ativos. Entre 1993 e 2003, o número de soropositivos aumentou 130% entre os homens e 396% entre as mulheres com mais de 50 anos.
Em Itabira, esse índice também é crescente. De acordo com dados de abril deste ano, da Policlínica Municipal, 58 pessoas acima dos 50 anos fazem tratamento contra o HIV na cidade. Esse número representa 17,96% do total de soropositivos que se tratam na unidade. A incidência da doença nessa faixa etária dobrou nos últimos dez anos.
Para a coordenadora do Programa Municipal DST/Aids de Itabira, a enfermeira Maisa Colombo, há explicações. “Os idosos são de uma geração em que não se usava camisinha”, resume. Ela ressalta que a maior incidência está na faixa dos 25 a 49 anos (mais de 80%), mas que a preocupação com a doença deve ser para qualquer idade. “A Aids é assunto de todos: jovens, mulheres e pessoas com mais de 50 anos”, analisa.
Na Câmara Federal, em Brasília, tramita um projeto de lei que propõe uma campanha permanente e obrigatória de prevenção à Aids para pessoas da terceira idade. As informações devem circular, no mínimo, duas vezes por ano na mídia impressa e eletrônica. A proposta sugere que as mensagens publicitárias tenham como enfoque a prevenção.
Um estudo publicado pela psicóloga Marlene Zornetta, do hospital da Universidade Federal do Rio de Janeiro, aborda a questão do crescimento do HIV na terceira idade. “Normal para jovens de vinte e poucos anos, o preservativo não faz parte da rotina das pessoas mais velhas”, argumenta a profissional. Marlene ainda diz que o pensamento dos idosos, em certo ponto, se assemelha ao dos jovens. “Eles são preconceituosos e temerosos em revelar sua condição de soropositivos, dificultando o trabalho psicológico em grupo”, defende.
Nosso personagem não gosta nem de ouvir a palavra Aids. Alberto diz que já perdeu dois amigos, ainda jovens, por causa da doença. “Na nossa juventude, as pessoas tinham a ideia de que a promiscuidade demonstrava liberdade. Infelizmente, alguns ainda pagam por isso”, comenta. No entanto, ele admite que, para seus contemporâneos, há resistência quanto à camisinha. “A gente já não tem aquele ‘trem’ todo e a camisinha diminui ainda mais o desempenho!”, argumenta.
Saúde é tudo!
Muitos são os pontos de vista e as opiniões e, por isso mesmo, há várias divergências entre os estudiosos do tema. Porém, um ponto é unanimidade: a sexualidade satisfatória caminha junto com a saúde. É fundamental ficar longe dos vícios e realizar, com frequência, atividades físicas.
“Gosto de jogar minha petequinha e dar as minhas corridinhas. Tem hora que o corpo pesa, pede para parar. Mas a gente não pode amolecer, porque, nessa minha idade, se estacionar não arranca mais”, brinca o bem humorado Alberto.
A psicóloga Andreza concorda com os colegas especialistas e com o nosso personagem. “A sexualidade saudável depende de um conjunto de fatores, tais como a boa relação com o corpo, autoestima, entrosamento do casal, informação, intimidade e outros aspectos”, finaliza.
http://www.defatoonline.com.br/noticias/ultimas/?IdNoticia=17958
12/06/2011 07H11
População idosa brasileira cresce em ritmo acelerado e desperta cada vez mais interesse acerca da busca pela sexualidade satisfatória. Tratamentos e medicamentos têm sido mais procurados e o tabu sobre o tema diminui com o passar dos anos. No entanto, as novidades trazem um alerta: o índice de portadores do HIV na terceira idade têm aumentado bastante nos últimos anos
RODRIGO ANDRADE
O Brasil está ficando idoso. Relatório divulgado pelo Banco Mundial (Bird) mostra que a população do país envelhece em ritmo frenético – muito mais rápido do que nas nações consideradas desenvolvidas. Para se ter ideia, enquanto a França levou mais de um século para aumentar de 7% para 14% a população acima de 65 anos, o Brasil passará pelo mesmo processo em duas décadas: de 2011 a 2031. Segundo o Bird, a população idosa tupiniquim, que hoje corresponde a 11%, daqui a 40 anos será de 49%.
Mas o que interessa a DeFato, nesta matéria, é o vigor escondido sob as rugas e cabelos brancos. Vigor, leia-se, sexual. Isso mesmo. É cada vez maior o interesse dos idosos no aprimoramento da sexualidade e no convívio satisfatório com a libido. Trata-se da constante descoberta de que sexo, realmente, é vida – até na terceira idade.
Para a psicóloga e especialista em sexologia clínica, Andreza Figueiredo, a facilidade de acesso à informação e a nova maneira de entender e expressar a sexualidade contribuem para que os idosos busquem a maior satisfação nesse campo, mesmo na idade em que muitos já se consideram inválidos. “Acredito que as próximas gerações de idosos vão vivenciar a sexualidade mais ativamente. As discussões têm se tornado acessíveis, o que faz diminuir o tabu acerca do tema”, analisa a psicóloga.
“Estou vivo”
O personagem de nossa matéria é um aposentado com o astral altíssimo. Aos 64 anos, ele afirma que “está vivo, e muito bem vivo”. Vamos chamá-lo pelo nome fictício de Alberto (ele não quis se revelar). “Tenho medo de que me chamem de velho pervertido”, brinca.
Alberto é casado há 48 anos. O aposentado diz que nunca traiu sua mulher e aponta os motivos para a fidelidade. “Ela me proporciona tudo o que me faz feliz, em todos os sentidos. É minha companheira. Olha, estou sendo sincero, a gente faz amor umas duas, três vezes por semana. E antes que me pergunte se isso é muito ou pouco, eu te respondo que, na nossa idade (ela tem 62), é bastante. Então, para quê vou procurar outra? Não preciso”, narra. “E tem o amor que sinto também, é claro”, acrescenta o aposentado, aos risos, safando-se de não ter mencionado o sentimento pela companheira.
Alberto, entretanto, admite que seu desempenho sexual não é o mesmo de outros tempos. “Às vezes falha, né?!”, diz. “Mas aí temos o milagroso remedinho azul”, completa, imediatamente.
Estimulante
O “remedinho azul” em questão é o Citrato de Sidenafil, mais famoso como Viagra. É um estimulante sexual que permite ao homem com disfunção erétil ter uma vida sexual ativa. Essa droga passou a ser vendida na década passada e, este ano, teve sua patente quebrada, ou seja, foi liberada a produção de seus genéricos. Isso tornou mais fácil o acesso.
Mas se engana quem pensa que o Viagra pode ser comprado por qualquer um. É necessário encaminhamento médico, pois há efeitos colaterais, sendo o mais perigoso a aceleração da frequência cardíaca. Alguns outros são: dor de cabeça, rubor facial, má digestão, congestão nasal, alteração na visão das cores (azul/verde) e diarréia.
“O uso de Cialis, Levitra ou Viagra depende de recomendação médica. Em muitos casos, adequações do casal à nova realidade sexual é que são necessárias. O uso das medicações é bem satisfatório quando o homem apresenta problemas orgânicos, que dificultam a ereção”, explica a psicóloga Andreza Figueiredo.
A nova realidade sexual a que ela se refere é a aceitação de que é normal o corpo mudar e o desempenho diminuir. O medicamento não funciona sozinho. Se o homem não consegue trocar com sua parceira carícias, beijos e toques, o remédio simplesmente não faz efeito. Portanto, a droga pode ser a solução para as disfunções eréteis, mas não resolve problemas de relacionamento. Para tanto, o melhor a se fazer é procurar a psicoterapia.
Terapia
De acordo com Andreza, Alberto está no perfil das pessoas que buscam ajuda para resolver problemas sexuais. Segundo a profissional, a maior parte do público da terceira idade que vai ao seu consultório é de homens, geralmente com formação superior ou técnica e com família constituída. As principais queixas são disfunção erétil, ejaculação precoce e desejo sexual inibido.
A psicóloga explica que a terapia busca dar conhecimento ao casal. Nessa fase, o processo de envelhecimento do corpo modifica a resposta sexual do organismo. “Há uma diminuição do desejo, tanto no homem como na mulher. Ele não consegue mais ereções tão rígidas, o estímulo sexual tem de ser maior”, detalha.
As três etapas da terapia são: anamnese, que é um questionário sexual para diagnosticar as disfunções; reestruturação cognitiva, que é o trabalho de modificação dos pensamentos dos pacientes; e o ensino de técnicas sexuais, que são exercícios realizados pelos atendidos para que vivenciem uma sexualidade adequada. Essas técnicas, praticadas fora do consultório, são específicas para cada caso de disfunção.
Cresce o índice de HIV
Segundo o Ministério da Saúde, em 2002, 39% dos brasileiros acima de 60 anos (faixa etária que marca o início da terceira idade) são sexualmente ativos. Entre 1993 e 2003, o número de soropositivos aumentou 130% entre os homens e 396% entre as mulheres com mais de 50 anos.
Em Itabira, esse índice também é crescente. De acordo com dados de abril deste ano, da Policlínica Municipal, 58 pessoas acima dos 50 anos fazem tratamento contra o HIV na cidade. Esse número representa 17,96% do total de soropositivos que se tratam na unidade. A incidência da doença nessa faixa etária dobrou nos últimos dez anos.
Para a coordenadora do Programa Municipal DST/Aids de Itabira, a enfermeira Maisa Colombo, há explicações. “Os idosos são de uma geração em que não se usava camisinha”, resume. Ela ressalta que a maior incidência está na faixa dos 25 a 49 anos (mais de 80%), mas que a preocupação com a doença deve ser para qualquer idade. “A Aids é assunto de todos: jovens, mulheres e pessoas com mais de 50 anos”, analisa.
Na Câmara Federal, em Brasília, tramita um projeto de lei que propõe uma campanha permanente e obrigatória de prevenção à Aids para pessoas da terceira idade. As informações devem circular, no mínimo, duas vezes por ano na mídia impressa e eletrônica. A proposta sugere que as mensagens publicitárias tenham como enfoque a prevenção.
Um estudo publicado pela psicóloga Marlene Zornetta, do hospital da Universidade Federal do Rio de Janeiro, aborda a questão do crescimento do HIV na terceira idade. “Normal para jovens de vinte e poucos anos, o preservativo não faz parte da rotina das pessoas mais velhas”, argumenta a profissional. Marlene ainda diz que o pensamento dos idosos, em certo ponto, se assemelha ao dos jovens. “Eles são preconceituosos e temerosos em revelar sua condição de soropositivos, dificultando o trabalho psicológico em grupo”, defende.
Nosso personagem não gosta nem de ouvir a palavra Aids. Alberto diz que já perdeu dois amigos, ainda jovens, por causa da doença. “Na nossa juventude, as pessoas tinham a ideia de que a promiscuidade demonstrava liberdade. Infelizmente, alguns ainda pagam por isso”, comenta. No entanto, ele admite que, para seus contemporâneos, há resistência quanto à camisinha. “A gente já não tem aquele ‘trem’ todo e a camisinha diminui ainda mais o desempenho!”, argumenta.
Saúde é tudo!
Muitos são os pontos de vista e as opiniões e, por isso mesmo, há várias divergências entre os estudiosos do tema. Porém, um ponto é unanimidade: a sexualidade satisfatória caminha junto com a saúde. É fundamental ficar longe dos vícios e realizar, com frequência, atividades físicas.
“Gosto de jogar minha petequinha e dar as minhas corridinhas. Tem hora que o corpo pesa, pede para parar. Mas a gente não pode amolecer, porque, nessa minha idade, se estacionar não arranca mais”, brinca o bem humorado Alberto.
A psicóloga Andreza concorda com os colegas especialistas e com o nosso personagem. “A sexualidade saudável depende de um conjunto de fatores, tais como a boa relação com o corpo, autoestima, entrosamento do casal, informação, intimidade e outros aspectos”, finaliza.
http://www.defatoonline.com.br/noticias/ultimas/?IdNoticia=17958
sábado, 11 de junho de 2011
Do que os homens gostam?
Do que os homens gostam?
Saiba o que fazer para agradar o público masculino
Mulheres querem respeito, carinho, dedicação, educação, amor, sinceridade. Mas e os homens, o que eles desejam e esperam de uma mulher? Muitas pesquisas foram realizadas no mundo e os resultados vêm a seguir:
O que você (homem) espera de uma mulher no relacionamento?
- honestidade e comunicação aberta, falando o que pensa;
- emoção, firmeza, flexibilidade e romantismo;
- inteligência nos atos do dia-a-dia para evitar o desgaste da rotina;
- ter um companheirismo sem cobranças; - ter a capacidade de ser criança, mãe e amante ao mesmo tempo;
- saber organizar e dividir o tempo para as coisas de seu homem, dos filhos, da família, e também entre estudos, trabalho, lar e amigos.
O que você (homem) acha sexy em uma mulher?
- os olhos;
- lábios provocantes;
- bom senso de humor;
- pernas e seios bonitos;
- firmeza muscular;
- como andam e balançam os cabelos;
- vestimentas que mostram as curvas;
- o seu cheiro;
- ela sentir-se a melhor amante do mundo
E sexualmente, o que faz uma mulher ser uma boa parceira? - saber seduzir;
- saber usar a linguagem do corpo;
- me faça estremecer com toques;
- não ter vergonha de experimentar (um número cada vez maior de homens está se dando conta de que sente prazer em ser seduzido). Nessa pesquisa, cerca de mil homens foram entrevistados. A passividade das mulheres na cama foi considerada a maior queixa entre eles, que desejam companheiras mais ativas. Os homens reconheceram que estão cansados de assumir a responsabilidade de tornar o sexo satisfatório para o casal, principalmente de sentirem que a mulher fica na expectativa de que eles lhe proporcionem o orgasmo e comandem toda a situação. Porém poucos homens têm a coragem de pedir a uma mulher que conduza o sexo.
Na verdade, como o homem teme ser rejeitado sexualmente, levar um "não" ou achar que não está desempenhando o papel de "homem de verdade", faz com que ele omita sua vontade de ser dominado sexualmente. Se não diz, a mulher fica com receio de arriscar uma ousadia.
A mulher, assumindo o controle do sexo uma vez ou outra, vai oferecer um estimulante poderoso para a fantasia sexual masculina. Assim, ela vai ver que isso faz parte dos seus delírios sexuais do parceiro, ainda que nem sempre dito por ele.
As mulheres que estão acostumadas a tomar iniciativa na cama sabem o quanto isso aumenta a excitação de ambos e o quanto o relacionamento fica mais gostoso, malicioso e cheio de cumplicidade. O jogo do amor deve sempre ter muita fantasia, criatividade nos toques e nas posições sexuais, cumplicidade e muito sentimento.
Veja aqui do que os homens mais gostam nas mulheres: - Bom humor;
- sensualidade;
- sensibilidade;
- maneira carinhosa de ser;
- maneira cuidadosa e delicada de falar, andar, comunicar-se;
- firmeza de caráter;
- inteligência;
- fogosidade sexual;
- sociabilidade,
- charme e beleza;
- amizade;
- da sua forma forte de vencer adversidades, de adaptar-se a dificuldades e sair delas rapidamente;
- de sua maneira sutil e franca de dizer as coisas;
- da capacidade de manter os gastos dentro de patamares que não leve à falência.
Eles gostam daquela mulher: - Que sabe o que pode comprar;
- que vibra tanto com uma singela rosa quanto com um colar de diamantes;
- que vendo-o doente, não se afasta de seu leito;
- que, quando ele não está, é mãe, pai e chefe de família sem perder a feminilidade;
- que quando ele encontra-se indisposto, faz-lhe uma massagem e toma-o no colo;
- que diz que ele é o melhor amante do mundo, o mais viril dentre todos os homens da Terra
Em resumo, o que os homens querem é uma mulher companheira, parceira, esposa e amante.
http://minhavida.uol.com.br/conteudo/817-Do-que-os-homens-gostam.htm
Saiba o que fazer para agradar o público masculino
Mulheres querem respeito, carinho, dedicação, educação, amor, sinceridade. Mas e os homens, o que eles desejam e esperam de uma mulher? Muitas pesquisas foram realizadas no mundo e os resultados vêm a seguir:
O que você (homem) espera de uma mulher no relacionamento?
- honestidade e comunicação aberta, falando o que pensa;
- emoção, firmeza, flexibilidade e romantismo;
- inteligência nos atos do dia-a-dia para evitar o desgaste da rotina;
- ter um companheirismo sem cobranças; - ter a capacidade de ser criança, mãe e amante ao mesmo tempo;
- saber organizar e dividir o tempo para as coisas de seu homem, dos filhos, da família, e também entre estudos, trabalho, lar e amigos.
O que você (homem) acha sexy em uma mulher?
- os olhos;
- lábios provocantes;
- bom senso de humor;
- pernas e seios bonitos;
- firmeza muscular;
- como andam e balançam os cabelos;
- vestimentas que mostram as curvas;
- o seu cheiro;
- ela sentir-se a melhor amante do mundo
E sexualmente, o que faz uma mulher ser uma boa parceira? - saber seduzir;
- saber usar a linguagem do corpo;
- me faça estremecer com toques;
- não ter vergonha de experimentar (um número cada vez maior de homens está se dando conta de que sente prazer em ser seduzido). Nessa pesquisa, cerca de mil homens foram entrevistados. A passividade das mulheres na cama foi considerada a maior queixa entre eles, que desejam companheiras mais ativas. Os homens reconheceram que estão cansados de assumir a responsabilidade de tornar o sexo satisfatório para o casal, principalmente de sentirem que a mulher fica na expectativa de que eles lhe proporcionem o orgasmo e comandem toda a situação. Porém poucos homens têm a coragem de pedir a uma mulher que conduza o sexo.
Na verdade, como o homem teme ser rejeitado sexualmente, levar um "não" ou achar que não está desempenhando o papel de "homem de verdade", faz com que ele omita sua vontade de ser dominado sexualmente. Se não diz, a mulher fica com receio de arriscar uma ousadia.
A mulher, assumindo o controle do sexo uma vez ou outra, vai oferecer um estimulante poderoso para a fantasia sexual masculina. Assim, ela vai ver que isso faz parte dos seus delírios sexuais do parceiro, ainda que nem sempre dito por ele.
As mulheres que estão acostumadas a tomar iniciativa na cama sabem o quanto isso aumenta a excitação de ambos e o quanto o relacionamento fica mais gostoso, malicioso e cheio de cumplicidade. O jogo do amor deve sempre ter muita fantasia, criatividade nos toques e nas posições sexuais, cumplicidade e muito sentimento.
Veja aqui do que os homens mais gostam nas mulheres: - Bom humor;
- sensualidade;
- sensibilidade;
- maneira carinhosa de ser;
- maneira cuidadosa e delicada de falar, andar, comunicar-se;
- firmeza de caráter;
- inteligência;
- fogosidade sexual;
- sociabilidade,
- charme e beleza;
- amizade;
- da sua forma forte de vencer adversidades, de adaptar-se a dificuldades e sair delas rapidamente;
- de sua maneira sutil e franca de dizer as coisas;
- da capacidade de manter os gastos dentro de patamares que não leve à falência.
Eles gostam daquela mulher: - Que sabe o que pode comprar;
- que vibra tanto com uma singela rosa quanto com um colar de diamantes;
- que vendo-o doente, não se afasta de seu leito;
- que, quando ele não está, é mãe, pai e chefe de família sem perder a feminilidade;
- que quando ele encontra-se indisposto, faz-lhe uma massagem e toma-o no colo;
- que diz que ele é o melhor amante do mundo, o mais viril dentre todos os homens da Terra
Em resumo, o que os homens querem é uma mulher companheira, parceira, esposa e amante.
http://minhavida.uol.com.br/conteudo/817-Do-que-os-homens-gostam.htm
Seis razões pelas quais as mulheres fingem o orgasmo
Seis razões pelas quais as mulheres fingem o orgasmo
Segredos íntimos podem revelar sentimentos como insegurança e comodismo
Por Especialistas
Tenho recebido com frequência em meu consultório, mulheres que aparentam ser um furacão na cama e que confidenciam nunca terem tido um orgasmo. Isso mesmo, muitas vezes aquele monumento de mulher que até nós mulheres paramos para olhar quando passa, tem um segredo. É difícil acreditar porque o celular dela está sempre tocando e o assédio dos homens é enorme. Sempre com um namorado bonitão do lado, um corpo de dar inveja a qualquer garotinha e aquelas roupas super transadas. Pois é, essa mulher pode nunca ter tido um orgasmo, ou até mesmo não sentir prazer nas suas relações sexuais. A disfunção sexual feminina é um problema multidimensional, definida pela Associação Americana de Psiquiatria como um distúrbio do desejo e das alterações psicofisiológicas que caracterizam a resposta sexual e causam angústia, stress e dificuldades interpessoais.
O que mais me chama atenção é que mesmo com todas as mudanças comportamentais ocorridas nos últimos anos, a disseminação dos conhecimentos em relação a sexualidade feminina e diante da onda de sedução que presenciamos nos dias atuais, a disfunção sexual feminina ainda apresenta uma alta prevalência, atingindo de 20 a 50% das mulheres. Um estudo realizado pelo National Institute of Mental Health and Social Life Survey demonstrou que 43% das mulheres americanas têm algum tipo de disfunção sexual. No Brasil, dados do estudo do comportamento sexual do brasileiro (ECOS), mostram uma prevalência de 30%, sendo as principais queixas a falta de desejo (34,65%) e dificuldades para obter o orgasmo (29,3%).
"a comunicação é a peça chave na busca do prazer, tanto feminino quanto masculino"
Da mesma forma que os homens em algum momento da sua vida já falharam durante o ato sexual, quase todas as mulheres em algum ponto de suas vidas já fingiram orgasmo ou êxtase. O mais alarmante é que todo esse fingimento vem acompanhado de diferentes sentimentos como baixa auto-estima, frustração, solidão e depressão. Essa situação na grande maioria das vezes é banalizada e negligenciada pela mulher que demora a buscar ajuda e sofre sozinha. Mas por que ao invés de realizarem seus desejos e se sentirem plenas, as mulheres preferem agradar seus parceiros dando a eles a falsa impressão de que cumpriram seu papel, levando-as ao êxtase total? Qual a necessidade disso? Por que será que as mulheres fingem o orgasmo?
Diferentes estudos mostram que as causas que prejudicam a resposta sexual feminina, seja de forma pontual ou prolongada, são inúmeras, deflagrando as disfunções sexuais. Dentre elas, podemos citar: repercussões de uma educação rígida, estimulação inadequada das zonas erógenas, conflitos conjugais, falta de atração pelo parceiro, história de violência sexual, ansiedade, depressão, fadiga, doenças físicas (diabetes, coronariopatias, distúrbios hormonais, dislipidemias, entre outras) e uso de medicamentos que inibem a libido. Somam-se a isso as variações de resposta durante o ciclo menstrual (fase estrogênica e fase progesterônica) e o ciclo de vida feminino, cujas sucessivas etapas (menarca, ciclo gravídico-puerperal, climatério, menopausa e senilidade) repercutem de forma diversa, mas sempre impactante, sobre a atividade sexual da mulher.
Saiba Mais
Caminhada alivia a vontade de comer
Aprenda a comer depois de fazer exercícios
Coração saudável e atividade física
Mas eis aqui as 6 principais razões pelas quais as mulheres dizem fingir um orgasmo:
1. Medo de ser considerada fria;
2. Medo de desagradar o parceiro: muitas mulheres se sentem na obrigação de dizer para o homem que estão satisfeitas; 3. Insegurança: Por serem inseguras, algumas mulheres têm medo de mostrar que o parceiro não a está satisfazendo;
4. Baixa auto-estima;
5. Monotonia: Algumas mulheres mantêm um relacionamento, mas já não sentem nenhum desejo pelo marido. O elo que a liga ao parceiro é financeiro ou emocional. Geralmente essas mulheres tentam evitar o sexo com as mais variadas desculpas: dor de cabeça, cansaço, preocupação e sono. Muitas vezes o ato sexual nada mais é do que uma obrigação e nesses casos as mulheres fingem o orgasmo para que o ato sexual seja o mais curto possível. Depois de ver a mulher em pleno êxtase o parceiro se sente liberado para buscar seu prazer e;
6. Medo da solidão.
Para concluir, vale ressaltar que a comunicação é a peça chave na busca do prazer, tanto feminino quanto masculino. Afinal, o ato sexual é apenas consequência de uma relação. Transparência, respeito e amizade podem romper qualquer tipo de barreira emocional e se a causa for orgânica é preciso procurar o tratamento adequado. Há muito mais numa relação do que o prazer. A mulher pode se sentir satisfeita, física e emocionalmente, mesmo não atingindo o orgasmo. Basta ser feliz.
http://minhavida.uol.com.br/conteudo/11856-Seis-razoes-pelas-quais-as-mulheres-fingem-o-orgasmo.htm
Segredos íntimos podem revelar sentimentos como insegurança e comodismo
Por Especialistas
Tenho recebido com frequência em meu consultório, mulheres que aparentam ser um furacão na cama e que confidenciam nunca terem tido um orgasmo. Isso mesmo, muitas vezes aquele monumento de mulher que até nós mulheres paramos para olhar quando passa, tem um segredo. É difícil acreditar porque o celular dela está sempre tocando e o assédio dos homens é enorme. Sempre com um namorado bonitão do lado, um corpo de dar inveja a qualquer garotinha e aquelas roupas super transadas. Pois é, essa mulher pode nunca ter tido um orgasmo, ou até mesmo não sentir prazer nas suas relações sexuais. A disfunção sexual feminina é um problema multidimensional, definida pela Associação Americana de Psiquiatria como um distúrbio do desejo e das alterações psicofisiológicas que caracterizam a resposta sexual e causam angústia, stress e dificuldades interpessoais.
O que mais me chama atenção é que mesmo com todas as mudanças comportamentais ocorridas nos últimos anos, a disseminação dos conhecimentos em relação a sexualidade feminina e diante da onda de sedução que presenciamos nos dias atuais, a disfunção sexual feminina ainda apresenta uma alta prevalência, atingindo de 20 a 50% das mulheres. Um estudo realizado pelo National Institute of Mental Health and Social Life Survey demonstrou que 43% das mulheres americanas têm algum tipo de disfunção sexual. No Brasil, dados do estudo do comportamento sexual do brasileiro (ECOS), mostram uma prevalência de 30%, sendo as principais queixas a falta de desejo (34,65%) e dificuldades para obter o orgasmo (29,3%).
"a comunicação é a peça chave na busca do prazer, tanto feminino quanto masculino"
Da mesma forma que os homens em algum momento da sua vida já falharam durante o ato sexual, quase todas as mulheres em algum ponto de suas vidas já fingiram orgasmo ou êxtase. O mais alarmante é que todo esse fingimento vem acompanhado de diferentes sentimentos como baixa auto-estima, frustração, solidão e depressão. Essa situação na grande maioria das vezes é banalizada e negligenciada pela mulher que demora a buscar ajuda e sofre sozinha. Mas por que ao invés de realizarem seus desejos e se sentirem plenas, as mulheres preferem agradar seus parceiros dando a eles a falsa impressão de que cumpriram seu papel, levando-as ao êxtase total? Qual a necessidade disso? Por que será que as mulheres fingem o orgasmo?
Diferentes estudos mostram que as causas que prejudicam a resposta sexual feminina, seja de forma pontual ou prolongada, são inúmeras, deflagrando as disfunções sexuais. Dentre elas, podemos citar: repercussões de uma educação rígida, estimulação inadequada das zonas erógenas, conflitos conjugais, falta de atração pelo parceiro, história de violência sexual, ansiedade, depressão, fadiga, doenças físicas (diabetes, coronariopatias, distúrbios hormonais, dislipidemias, entre outras) e uso de medicamentos que inibem a libido. Somam-se a isso as variações de resposta durante o ciclo menstrual (fase estrogênica e fase progesterônica) e o ciclo de vida feminino, cujas sucessivas etapas (menarca, ciclo gravídico-puerperal, climatério, menopausa e senilidade) repercutem de forma diversa, mas sempre impactante, sobre a atividade sexual da mulher.
Saiba Mais
Caminhada alivia a vontade de comer
Aprenda a comer depois de fazer exercícios
Coração saudável e atividade física
Mas eis aqui as 6 principais razões pelas quais as mulheres dizem fingir um orgasmo:
1. Medo de ser considerada fria;
2. Medo de desagradar o parceiro: muitas mulheres se sentem na obrigação de dizer para o homem que estão satisfeitas; 3. Insegurança: Por serem inseguras, algumas mulheres têm medo de mostrar que o parceiro não a está satisfazendo;
4. Baixa auto-estima;
5. Monotonia: Algumas mulheres mantêm um relacionamento, mas já não sentem nenhum desejo pelo marido. O elo que a liga ao parceiro é financeiro ou emocional. Geralmente essas mulheres tentam evitar o sexo com as mais variadas desculpas: dor de cabeça, cansaço, preocupação e sono. Muitas vezes o ato sexual nada mais é do que uma obrigação e nesses casos as mulheres fingem o orgasmo para que o ato sexual seja o mais curto possível. Depois de ver a mulher em pleno êxtase o parceiro se sente liberado para buscar seu prazer e;
6. Medo da solidão.
Para concluir, vale ressaltar que a comunicação é a peça chave na busca do prazer, tanto feminino quanto masculino. Afinal, o ato sexual é apenas consequência de uma relação. Transparência, respeito e amizade podem romper qualquer tipo de barreira emocional e se a causa for orgânica é preciso procurar o tratamento adequado. Há muito mais numa relação do que o prazer. A mulher pode se sentir satisfeita, física e emocionalmente, mesmo não atingindo o orgasmo. Basta ser feliz.
http://minhavida.uol.com.br/conteudo/11856-Seis-razoes-pelas-quais-as-mulheres-fingem-o-orgasmo.htm
Hombres que odian a las mujeres
Hombres que odian a las mujeres
Por lo general, los hombres aman a las mujeres. Pero hay hombres que odian a las mujeres.
Pese a odiar a las mujeres, como le pasa a todos los humanos, tienen necesidad de amor… por lo que muchos de ellos conviven con mujeres a los que acaban maltratando, insultando, dominando y haciendo la vida imposible.
Ahora que me siento a escribir, me doy cuenta que como colaboradora en un portal para mujeres; me gustaría escribir sobre otras temáticas; quiero decir, anhelaría que la realidad que nos rodea a “nosotras” sea más placentera, armónica, y satisfactoria.
Que no hubiera necesidad de crear artículos con información acerca de la violencia de género, las consecuencias del abandono emocional, infidelidades, traiciones, abusos, humillaciones. Tomo conciencia que osaría redactar fantasías, tips para que te liberes a tus sueños, listas de posibilidades para que sigas riendo, consejos para que puedas seguir desarrollando tu potencial interior.
Sin embargo, pasando revistas, la vida actual es un escenario de cotidianas violencias, de infracciones para el alma, que tienen la mayoría de las veces como escenario: la pareja.
Pienso, ¿Qué pasará en la cabeza de las personas que buscamos la mayor parte de nuestro tiempo el amor, y cuando lo tenemos lo dejamos ir? Si el amor es el bien más deseado, ¿por qué lo castigamos? ¿Por qué le huimos?
¿Por qué hay hombres capaces de escupir, golpear, e insultar a sus novias o esposas? ¿Por qué hay hombres que creen que golpear a una mujer es signo de masculinidad? ¿Por qué habrá hombres que engañan, se burlan y victimizan con sus parejas? ¿Por qué habrá tantos hombres que odian a nuestro género?
Investigando un poco, y con conocimiento de experiencias personales –propias y ajenas- pero todas cercanas, me topé con una palabra muy concurrida y escuchada: “misógino”.
Busque la etimología del vocablo para aclarar mis inquietudes y descubro que la misma deviene del griego “miso” que significa odiar y “gyné” que significa “mujer”, por ende “misógino es el que odia a las mujeres”.
La pregunta consiguiente es:
¿Por qué un hombre llega a odiar a una mujer?
Porque es la respuesta emocional que encuentra para protegerse de lo que teme. El misógino como cualquier otro ser humano, anhela ser amado pero a su vez teme ser abandonado o destruido emocionalmente por esa mujer.
En esa ambigüedad amor-temor se origina el odio. Para el misógino la mujer representa el poder; y el poder se desea, se aspira, se pretende porque no se tiene; pero así mismo se detesta, se reprocha por es inalcanzable. El poder es el instrumento que representa “lo que quiero y lo que no tengo”, lo que me recuerda “lo que quisiera y el temor de nunca poseerlo”.
La mujer para el misógino es la figura que puede satisfacer sus carencias emocionales y a la vez, reducirlo a nada. El misógino se basa en la creencia de que el amor es dependencia, y sufrimiento.
Si se entrega a esa mujer y la ama; ella lo abandonará, lo castigará; él perderá el control.
Por eso su mejor defensa es la estrategia de “desvirtuar el poder de la mujer”; utilizando como herramientas la humillación, los insultos, el desinterés, la indiferencia, los golpes. Busca avasallar el amor propio de su pareja para restarle poder; para “controlar”, para sentir lo que no tiene: “poder.”
De esta forma la mujer aplastada en su autoestima comenzará a depender de él, y se aferrará a la relación por temor a ser abandonada.
Sus conductas abusivas, humillantes, agresivas, ultrajantes tienen origen en las vivencias infantiles; en la historia del seno familiar, en la relación que sus padres tuvieron, en los códigos que les trasmitieron, en las vivencias.
Si este hombre nació en una familia donde los golpes e insultos hacia la mujer era moneda corriente, repetirá la historia; pues para él “eso es amor”. Su cosmovisión sobre las relaciones de pareja se dispara desde lo vivido en su hogar.
Los padres son protagonistas fundamentales en nuestras vidas; la madre es el contacto primerizo con el amor, y el padre con la primera experiencia de límites. En el caso de los hombres misóginos, “el odio surge” por imitación de la imagen paterna (padre misógino que detenta el poder, que todo lo puede, que se le respeta por temor) o por representación de la imagen materna (madre controladora). En ambos casos el niño busca identificarse con aquél que se arrogué el “poder/control”.
Cuando no existe un equilibrio entre los progenitores, los roles se invierten, los que tienen que cuidar requieren protección de quién tendrían que cuidar. Si la madre sufre, el niño siente que debe protegerla, convertirse en el hombre de la casa. Esta función no acorde a su edad, crea los resentimientos que en el futuro proyectará en sus mujeres.
Un misógino es el niño interior herido en el cuerpo de un hombre adulto; que no ha sido recompensado en sus necesidades de protección y dependencia; al que no se le ha permitido crecer, desarrollarse, expandirse. Un hombre que alberga un inmenso enojo, ira, bronca y odio hacia su madre; que años más tarde traslada a la mujeres; pues vive en él, el sentimiento latente del abandono que recibió cuando niño – madre víctima a la que debía proteger/madre sofocante que no le permitía ser – y se defiende a cualquier precio.
Autor: Chuchi González.
Coach Motivacional.
http://www.todamujeresbella.com/9338/hombres-que-odian-a-las-mujeres/
Por lo general, los hombres aman a las mujeres. Pero hay hombres que odian a las mujeres.
Pese a odiar a las mujeres, como le pasa a todos los humanos, tienen necesidad de amor… por lo que muchos de ellos conviven con mujeres a los que acaban maltratando, insultando, dominando y haciendo la vida imposible.
Ahora que me siento a escribir, me doy cuenta que como colaboradora en un portal para mujeres; me gustaría escribir sobre otras temáticas; quiero decir, anhelaría que la realidad que nos rodea a “nosotras” sea más placentera, armónica, y satisfactoria.
Que no hubiera necesidad de crear artículos con información acerca de la violencia de género, las consecuencias del abandono emocional, infidelidades, traiciones, abusos, humillaciones. Tomo conciencia que osaría redactar fantasías, tips para que te liberes a tus sueños, listas de posibilidades para que sigas riendo, consejos para que puedas seguir desarrollando tu potencial interior.
Sin embargo, pasando revistas, la vida actual es un escenario de cotidianas violencias, de infracciones para el alma, que tienen la mayoría de las veces como escenario: la pareja.
Pienso, ¿Qué pasará en la cabeza de las personas que buscamos la mayor parte de nuestro tiempo el amor, y cuando lo tenemos lo dejamos ir? Si el amor es el bien más deseado, ¿por qué lo castigamos? ¿Por qué le huimos?
¿Por qué hay hombres capaces de escupir, golpear, e insultar a sus novias o esposas? ¿Por qué hay hombres que creen que golpear a una mujer es signo de masculinidad? ¿Por qué habrá hombres que engañan, se burlan y victimizan con sus parejas? ¿Por qué habrá tantos hombres que odian a nuestro género?
Investigando un poco, y con conocimiento de experiencias personales –propias y ajenas- pero todas cercanas, me topé con una palabra muy concurrida y escuchada: “misógino”.
Busque la etimología del vocablo para aclarar mis inquietudes y descubro que la misma deviene del griego “miso” que significa odiar y “gyné” que significa “mujer”, por ende “misógino es el que odia a las mujeres”.
La pregunta consiguiente es:
¿Por qué un hombre llega a odiar a una mujer?
Porque es la respuesta emocional que encuentra para protegerse de lo que teme. El misógino como cualquier otro ser humano, anhela ser amado pero a su vez teme ser abandonado o destruido emocionalmente por esa mujer.
En esa ambigüedad amor-temor se origina el odio. Para el misógino la mujer representa el poder; y el poder se desea, se aspira, se pretende porque no se tiene; pero así mismo se detesta, se reprocha por es inalcanzable. El poder es el instrumento que representa “lo que quiero y lo que no tengo”, lo que me recuerda “lo que quisiera y el temor de nunca poseerlo”.
La mujer para el misógino es la figura que puede satisfacer sus carencias emocionales y a la vez, reducirlo a nada. El misógino se basa en la creencia de que el amor es dependencia, y sufrimiento.
Si se entrega a esa mujer y la ama; ella lo abandonará, lo castigará; él perderá el control.
Por eso su mejor defensa es la estrategia de “desvirtuar el poder de la mujer”; utilizando como herramientas la humillación, los insultos, el desinterés, la indiferencia, los golpes. Busca avasallar el amor propio de su pareja para restarle poder; para “controlar”, para sentir lo que no tiene: “poder.”
De esta forma la mujer aplastada en su autoestima comenzará a depender de él, y se aferrará a la relación por temor a ser abandonada.
Sus conductas abusivas, humillantes, agresivas, ultrajantes tienen origen en las vivencias infantiles; en la historia del seno familiar, en la relación que sus padres tuvieron, en los códigos que les trasmitieron, en las vivencias.
Si este hombre nació en una familia donde los golpes e insultos hacia la mujer era moneda corriente, repetirá la historia; pues para él “eso es amor”. Su cosmovisión sobre las relaciones de pareja se dispara desde lo vivido en su hogar.
Los padres son protagonistas fundamentales en nuestras vidas; la madre es el contacto primerizo con el amor, y el padre con la primera experiencia de límites. En el caso de los hombres misóginos, “el odio surge” por imitación de la imagen paterna (padre misógino que detenta el poder, que todo lo puede, que se le respeta por temor) o por representación de la imagen materna (madre controladora). En ambos casos el niño busca identificarse con aquél que se arrogué el “poder/control”.
Cuando no existe un equilibrio entre los progenitores, los roles se invierten, los que tienen que cuidar requieren protección de quién tendrían que cuidar. Si la madre sufre, el niño siente que debe protegerla, convertirse en el hombre de la casa. Esta función no acorde a su edad, crea los resentimientos que en el futuro proyectará en sus mujeres.
Un misógino es el niño interior herido en el cuerpo de un hombre adulto; que no ha sido recompensado en sus necesidades de protección y dependencia; al que no se le ha permitido crecer, desarrollarse, expandirse. Un hombre que alberga un inmenso enojo, ira, bronca y odio hacia su madre; que años más tarde traslada a la mujeres; pues vive en él, el sentimiento latente del abandono que recibió cuando niño – madre víctima a la que debía proteger/madre sofocante que no le permitía ser – y se defiende a cualquier precio.
Autor: Chuchi González.
Coach Motivacional.
http://www.todamujeresbella.com/9338/hombres-que-odian-a-las-mujeres/
Cómo saber si eres una mujer maltratada
Cómo saber si eres una mujer maltratada
¿Eres una mujer maltratada?
¿Cómo saber reconocer si estás siendo maltratada?
Suele ser difícil reconocer la situación, pensamos que lo que ocurre es normal, que son imaginaciones nuestras… así que aquí tienes unas buenas pistas para descubrir si estás siendo maltratada.
Eres una mujer maltratada… cuando tu novio, marido o compañero te golpea, te insulta, te amenaza, te hace sentir humillada, estúpida e inútil.
Eres una mujer maltratada… si te impide ver a tu familia o tener contacto con tus amigos, vecinos…
Eres una mujer maltratada… si no te deja trabajar o estudiar.
Eres una mujer maltratada… si te quita el dinero que ganas o no te da lo que precisas para las necesidades básicas de la familia.
Eres una mujer maltratada… si te controla, te acosa y decide por ti.
Eres una mujer maltratada… si te descalifica o se mofa de tus actuaciones.
Eres una mujer maltratada… si te castiga con la incomunicación verbal o permanece sordo ante tus manifestaciones.
Eres una mujer maltratada… si te desautoriza constantemente en presencia de los hijos, invitándoles a no tenerte en cuenta.
Eres una mujer violada… entonces eres una mujer maltratada. ¡Basta ya!
http://www.todamujeresbella.com/41/%C2%BF-como-saber-si-somos-maltradas/
¿Eres una mujer maltratada?
¿Cómo saber reconocer si estás siendo maltratada?
Suele ser difícil reconocer la situación, pensamos que lo que ocurre es normal, que son imaginaciones nuestras… así que aquí tienes unas buenas pistas para descubrir si estás siendo maltratada.
Eres una mujer maltratada… cuando tu novio, marido o compañero te golpea, te insulta, te amenaza, te hace sentir humillada, estúpida e inútil.
Eres una mujer maltratada… si te impide ver a tu familia o tener contacto con tus amigos, vecinos…
Eres una mujer maltratada… si no te deja trabajar o estudiar.
Eres una mujer maltratada… si te quita el dinero que ganas o no te da lo que precisas para las necesidades básicas de la familia.
Eres una mujer maltratada… si te controla, te acosa y decide por ti.
Eres una mujer maltratada… si te descalifica o se mofa de tus actuaciones.
Eres una mujer maltratada… si te castiga con la incomunicación verbal o permanece sordo ante tus manifestaciones.
Eres una mujer maltratada… si te desautoriza constantemente en presencia de los hijos, invitándoles a no tenerte en cuenta.
Eres una mujer violada… entonces eres una mujer maltratada. ¡Basta ya!
http://www.todamujeresbella.com/41/%C2%BF-como-saber-si-somos-maltradas/
Sexualidad: descubrí el "petting" o la eterna previa
Sexualidad: descubrí el "petting" o la eterna previa
10 de junio de 2011 • 11:53
Petting, una solución posible para mujeres que no logran alcanzar el orgasmo.
10 de junio de 2011
Muchos dirían que tener sexo sin penetración es imposible y hasta aburrido. Pero nada más alejado a la realidad. En esto consiste el “petting” (del verbo to pet, en inglés, acariciar, mimar, besar), una práctica ultra hot capaz de hacer volar la imaginación de cualquiera, un juego exploratorio cuyo objetivo es alcanzar el orgasmo sin necesidad del coito. En definitiva, una eterna previa.
“Es lo que todos hacíamos de jóvenes sin darnos cuenta, cuando nos manoseábamos en el parque o en la entrada de casa. Está centrado en las caricias, en el toqueteo, en los besos –explica la licenciada Yanina Cotarelo-. En el petting vale todo, desde el sexo oral hasta algunos juguetes sexuales que no impliquen penetración como lenguas vibradoras, labiales o brochas”.
Esta práctica es muy recomendada para chicos jóvenes, que recién se inician en la sexualidad, como para ir conociendo sus cuerpos y el de sus noviecitos. “Es una buena manera para que los chicos vírgenes vayan perdiéndole el miedo a lo desconocido y a dar ‘el gran paso’. Además, es una buena manera de prevenir embarazos indeseados o enfermedades de transmisión sexual”, asegura Cotarelo.
Sin embargo, el petting va un poco más allá y los especialistas suelen recomendárselo también a algunas de las parejas mayores que acuden a sus consultorios. “Es una gran alternativa para matrimonios consumados, es decir, para aquellos que intentan tener relaciones pero que les resulta imposible porque ella tiene problemas de vaginismo. En estos casos, el petting les permite tener una sexualidad muy viva durante años”, sigue la sexóloga.
“También puede resultar para parejas hundidas en la monotonía, que perdieron el contacto sexual, el ritmo y que no encuentran tiempo ni lugar para tener sexo. Mediante el petting, ellos pueden empezar el juego, estimularse, actualizarse. Este juego favorece la conciencia y la forma en que a vos te gusta que te besen, que te toquen y crea un vínculo de mayor intimidad que cuando vas directo a la penetración”, agrega Cotarelo.
Pero el petting funciona, sobre todo, para aquellas mujeres que no logran alcanzar el orgasmo mediante la penetración. “Para nosotras, es muy importante la previa, ya que nuestra sexualidad es ondulada y, en esa onda, llegamos al orgasmo. Si no llegamos a excitarnos lo suficiente o se corta la onda, tenemos que empezar de cero. Para el hombre, en cambio, es un proceso escalonado, va subiendo y no suele bajar escalones. Muchas mujeres, al estar acompañadas por compañeros que van al coito directo, jamás construyen esa onda, jamás llegan al orgasmo”.
Y, aunque si bien el petting favorece al orgasmo femenino, también hay beneficios para el varón: “Ellos podrán explorar nuevos placeres que, antes, por centrar todo en el coito, no conocían”.
¿Qué consejos dan los sexólogos para implementar el petting? “Para empezar, hay que aprender a disfrutar del beso, a tener más conciencia de lo que estamos haciendo y que no sea un acto mecanizado. Besarse el cuerpo y hacer una retroalimentación con el compañero. Jugar con tocarse, incluir elementos como una pluma, si se desea, y dejar el sexo oral para el final”, sugiere Cotarelo.
Y sigue: “Jugar con el lóbulo de la oreja, decirnos cosas al oído. La piel es nuestra zona erógena por excelencia, así que se puede experimentar desde los pies a la cabeza. Está bueno ir cambiando y no insistir una y otra vez con lo mismo y entender que cada uno tiene zonas erógenas diferentes. Está quien le gusta los pies y quien no los puede ni ver”.
Parece que todo es cuestión de abrir la mente, dejarse llevar y entender de una buena vez por todas que la sexualidad es mucho más que penetración.
http://vidayestilo.terra.com.ar/mujer/sexualidad-descubri-el-petting-o-la-eterna-previa,6a12636fbe970310VgnVCM10000098f154d0RCRD.html
10 de junio de 2011 • 11:53
Petting, una solución posible para mujeres que no logran alcanzar el orgasmo.
10 de junio de 2011
Muchos dirían que tener sexo sin penetración es imposible y hasta aburrido. Pero nada más alejado a la realidad. En esto consiste el “petting” (del verbo to pet, en inglés, acariciar, mimar, besar), una práctica ultra hot capaz de hacer volar la imaginación de cualquiera, un juego exploratorio cuyo objetivo es alcanzar el orgasmo sin necesidad del coito. En definitiva, una eterna previa.
“Es lo que todos hacíamos de jóvenes sin darnos cuenta, cuando nos manoseábamos en el parque o en la entrada de casa. Está centrado en las caricias, en el toqueteo, en los besos –explica la licenciada Yanina Cotarelo-. En el petting vale todo, desde el sexo oral hasta algunos juguetes sexuales que no impliquen penetración como lenguas vibradoras, labiales o brochas”.
Esta práctica es muy recomendada para chicos jóvenes, que recién se inician en la sexualidad, como para ir conociendo sus cuerpos y el de sus noviecitos. “Es una buena manera para que los chicos vírgenes vayan perdiéndole el miedo a lo desconocido y a dar ‘el gran paso’. Además, es una buena manera de prevenir embarazos indeseados o enfermedades de transmisión sexual”, asegura Cotarelo.
Sin embargo, el petting va un poco más allá y los especialistas suelen recomendárselo también a algunas de las parejas mayores que acuden a sus consultorios. “Es una gran alternativa para matrimonios consumados, es decir, para aquellos que intentan tener relaciones pero que les resulta imposible porque ella tiene problemas de vaginismo. En estos casos, el petting les permite tener una sexualidad muy viva durante años”, sigue la sexóloga.
“También puede resultar para parejas hundidas en la monotonía, que perdieron el contacto sexual, el ritmo y que no encuentran tiempo ni lugar para tener sexo. Mediante el petting, ellos pueden empezar el juego, estimularse, actualizarse. Este juego favorece la conciencia y la forma en que a vos te gusta que te besen, que te toquen y crea un vínculo de mayor intimidad que cuando vas directo a la penetración”, agrega Cotarelo.
Pero el petting funciona, sobre todo, para aquellas mujeres que no logran alcanzar el orgasmo mediante la penetración. “Para nosotras, es muy importante la previa, ya que nuestra sexualidad es ondulada y, en esa onda, llegamos al orgasmo. Si no llegamos a excitarnos lo suficiente o se corta la onda, tenemos que empezar de cero. Para el hombre, en cambio, es un proceso escalonado, va subiendo y no suele bajar escalones. Muchas mujeres, al estar acompañadas por compañeros que van al coito directo, jamás construyen esa onda, jamás llegan al orgasmo”.
Y, aunque si bien el petting favorece al orgasmo femenino, también hay beneficios para el varón: “Ellos podrán explorar nuevos placeres que, antes, por centrar todo en el coito, no conocían”.
¿Qué consejos dan los sexólogos para implementar el petting? “Para empezar, hay que aprender a disfrutar del beso, a tener más conciencia de lo que estamos haciendo y que no sea un acto mecanizado. Besarse el cuerpo y hacer una retroalimentación con el compañero. Jugar con tocarse, incluir elementos como una pluma, si se desea, y dejar el sexo oral para el final”, sugiere Cotarelo.
Y sigue: “Jugar con el lóbulo de la oreja, decirnos cosas al oído. La piel es nuestra zona erógena por excelencia, así que se puede experimentar desde los pies a la cabeza. Está bueno ir cambiando y no insistir una y otra vez con lo mismo y entender que cada uno tiene zonas erógenas diferentes. Está quien le gusta los pies y quien no los puede ni ver”.
Parece que todo es cuestión de abrir la mente, dejarse llevar y entender de una buena vez por todas que la sexualidad es mucho más que penetración.
http://vidayestilo.terra.com.ar/mujer/sexualidad-descubri-el-petting-o-la-eterna-previa,6a12636fbe970310VgnVCM10000098f154d0RCRD.html
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