domingo, 6 de fevereiro de 2011

‘Placeres’ riesgosos con objetos extraños

Consentidas o no, las prácticas sexuales con objetos extraños son de alto riesgo para quien las usa.

Hombres y mujeres recurren a diario a hospitales y clínicas para que les extraigan objetos extraños introducidos por vía rectal o genital.

Aunque cada persona tiene derecho a la libertad, autonomía, privacidad y placer sexual según la Asociación Mundial para la Salud Sexual, quienes tengan prácticas de este tipo con objetos extraños u obliguen a otros a usarlas, deben reconocer los riesgos que corren.

“Esas prácticas están clasificadas dentro de unas alteraciones denominadas parafilia, que recogen no sólo las que son con objetos sino también unas contranatura en las que se siente placer sexual con animales, cadáveres, orina o excremento, entre otras”, afirmó Ruben Sabogal Barrios, subdirector Científico del Hospital Universitario del Caribe.

Son diferentes los objetos que se pueden llegar a encontrar en estos casos.

“Se han encontrado remolachas, zanahorias, vibradores, bombillas eléctricas, botellas de licor, baterías de foto de mano, en fin, toda clase de objetos que a veces obedecen a prácticas sexuales voluntarias o involuntarias,”, dijo Sabogal Barrios.

En ocasiones estos objetos no llegan hasta los órganos de las personas de manera voluntaria, sino que son producto de abusos que las convierten en prácticas no consentidas.

Las consecuencias

Hay muchas personas que han estado en peligro a causa de estas prácticas sexuales.

Los casos son tan riesgosos que quienes llegan buscando atención médica para extraer los objetos pueden incluso morir, peor aún si esconden lo que les sucede por pena o temor a ser juzgados socialmente.

“Al ingresar al hospital la mayoría de los pacientes niegan lo que ha pasado y cuando los examinamos encontramos lesiones tumorales, masas duras abdominales; sin saber lo que sucede realizamos estudios y posteriormente deben ser intervenidos quirúrgicamente, habiendo ya intentado extraer el objeto directamente”, explicó el Subdirector Científico del Hospital Universitario del Caribe.

“El objeto queda obstruyendo el intestino y se realiza una cirugía abdominal llamada laparotomía en la que se abre el abdomen, se ubica la zona de la lesión (habitualmente es el intestino grueso en la desembocadura al ano), se abre el intestino y se retira el objeto extraño y se hace una colostomía (abertura realizada desde afuera del cuerpo para que los desechos evacuen)”, agregó.

Luego de la cirugía la persona recibe un tratamiento postquirúrgico y posteriormente se cierra la colostomía.

Este tipo de procedimientos no están exentos de riesgos para la vida, pues ya se han presentado casos de personas que han fallecido en la cirugía.

“El riesgo es inminente si se tiene en cuenta que la parte final del intestino (recto) maneja bacterias muy contaminantes y en estas situaciones de extrema urgencia el paciente puede llegar a tener complicaciones, sumado al hecho de que estas personas pueden tener a veces connotaciones sexuales diferentes en las que no dimensionan el riesgo que corren por buscar placer y se ponen en peligro de muerte”, concluyó el profesional médico.

Órganos o escondites

Pero este tipo de prácticas en las que se introducen objetos extraños en el recto y los genitales, no tiene sólo connotaciones sexuales.

Existen lugares como las cárceles, en los que es muy común verlas, debido a la búsqueda de esconder a costa de lo que sea, objetos en los órganos.

“No siempre tienen una connotación sexual ni son voluntarias; en las cárceles se encuentran frecuentemente casos de hombres o mujeres escondiendo celulares, droga e incluso armas de fuego que también ponen en riesgo sus vidas”, afirmó la sicóloga Claudia Ayola Escallón.

Aunque no existan circunstancias de placer en estos casos, los riesgos siguen siendo los mismos.

“No son enfermedades”

Además del peligro en el que están las personas cuando necesitan extracciones de objetos extraños en su cuerpo por connotaciones sexuales, también están expuestas a ser juzgadas por su acción.

“Quienes han pasado por estas situaciones no deben ser juzgados aunque muchas personas socialmente quieran condenarlos, debido a que estas conductas no son enfermedades, todos tiene derecho a la libertad en cuestiones sexuales”, dijo Claudia Ayola Escallón.

“Me parece que es más una cuestión de desconocimiento por parte de la gente por no usar los elementos adecuados para esas prácticas; en muchas ocasiones también es imposibilidad porque como no existe esa cultura abierta y los pocos lugares de venta de este tipo de objetos que existen, tienen costos muy altos que no están al alcance de todas las perso-nas”, agregó la Sicóloga.

Según la profesional, más allá de las prácticas sexuales con objetos extraños, existe una enorme preocupación por el manejo de este tipo de información en el área de la salud.

“Es preocupante que a ve-ces en los servicios de salud se maneje esta información como pública y en ocasiones con sensacionalismo, porque no sólo se avergüenza a los pacientes que están en peligro de muerte por las circunstancias, sino que además puede hacer que las futuras personas con situaciones similares no acu-dan a los servicios médicos e intenten extraer los objetos de otras formas más riesgosas”, puntualizó.
http://www.eluniversal.com.co/cartagena/vida-sana/%E2%80%98placeres%E2%80%99-riesgosos-con-objetos-extranos-5330

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