segunda-feira, 7 de maio de 2012

«La comunicación en una pareja es uno de los pilares para el buen funcionamiento»


Trabaja en el gabinete Aiala de psicología y sexología junto a su compañera psicoterapeuta Sandra Marcos 

06.05.12 - 01:57 - 


Gurutze Olaizola trabaja en Zarautz desde el año 2003. Es licenciada en Psicología y posee un máster en sexología. La inquietud personal le llevó a realizar este máster ya que le pareció interesante, novedoso y diferente. Después de terminar los estudios realizó un estudio de servicios y observó que en Zarautz y en la zona no existía nadie que ofreciera este servicio. Hoy en día, vive en San Sebastián, aunque viene todos los días a Zarautz a trabajar al Gabinete Aiala de psicología y sexología que comparte con su compañera psicoterapeuta Sandra Marcos.
-Supongo que sería difícil vivir en la misma localidad en la que trabaja.
-Por poder, se puede, pero este trabajo es muy delicado: la gente te cuenta su vida y sus problemas y si es alguien conocido, todo resulta más complicado. Es mejor vivir en otro pueblo.
-¿Qué tipo de gente requiere sus servicios?
-Viene gente de todo tipo: en pareja o individualmente, pero, en general, viene gente más joven que mayor. A la hora de hacer terapia me encuentro con personas de veintitantos a cuarenta y tantos. A partir de los 50 años viene menos gente; en esa franja de edad no se atreven a venir pues llevan muchos años de pareja... La terapia puede ser individual o en pareja, aunque yo recomiendo que los dos integrantes de la pareja se impliquen puesto que el problema afecta a los dos.
-Tampoco se publicita mucho.
-No tengo placa en la consulta, pero sí me publicito. La discreción es muy importante. De todos modos, parte de nuestra clientela proviene derivada de otros servicios médicos: los ginecólogos, psiquiatras u otros especialistas médicos, ya que en la comarca del Urola Kosta soy la única especialista en sexología.
-¿Cuál es la época del año que más gente acude?
-Suele haber oleadas de pacientes, pero puedo decir que en primavera y en verano tengo más pacientes que en las otras temporadas del año.
-¿Con qué patologías se encuentra?
-En mujeres los problemas suelen ser el vaginismo, la faltas de orgasmo y la ausencia del deseo: los hombres, en cambio, vienen con problemas de eyaculación precoz, retardada, impotencia, orientación sexual... Todos estos trastornos tienen un origen psicológico, de ahí que el modo de tratarlos sea desde el diálogo, ya que se supone que el médico ya ha descartado problemas físicos
-El problema surge cuando...
-Los problemas empiezan con los síntomas: «me duele», «no tengo ganas», «eyaculo en seguida»... Hay otras parejas que tienen conflicto de pareja, aunque sexualmente funcionen. Ellos mismos son los que detectan los síntomas y ven que existe un problema. La sexualidad es una marca de cada individualidad, es algo en desarrollo, y las dificultades pueden aparecer cuando interaccionamos con otra persona.
-Y la solución viene...
-Mediante la terapia. Nosotras somos psicólogas y no empleamos medicamentos. Intentamos solucionar los problemas desde el diálogo.
-¿Cuánto tiempo se requiere para solucionar este tipo de dificultades sexuales?
-Los pacientes piensan, a veces, que con una receta mágica se solucionan este tipo de problemas en un breve tiempo, pero la realidad no es así. Yo doy plazos de un año por lo menos; los cambios suelen ser lentos y se producen poco a poco. La realidad es que para cuando llegan a nuestro gabinete, las personas y las parejas están en muy mala situación, traen un largo recorrido.
-Los problemas de los demás, ¿llegan a afectarle?
-Por lo general, no. Eso no quiere decir que, en ocasiones, un caso te toca o te llega más. Pero es mi trabajo y hay que aprender a gestionar esas situaciones. Hay que cuidar la distancia, pues si marcas mucha distancia, te alejas de la persona y quedas distante, no siendo bueno para la persona a la que trato.
-¿Hay miedo a ir al sexólogo?
-Yo creo que sí. El que acude a nuestro gabinete, lo hace después de haberlo pensado mucho y tras haber agotado otros recursos y no debería ser así ya que estamos para ayudar: yo soluciono los problema y las dificultades sexuales, tanto de manera individual como en pareja con una terapia que se realiza en sesiones semanales.
-¿Los años de convivencia traen problemas en las relaciones sexuales de una pareja?
-La pasión puede durar cerca de dos años, pero luego el deseo en una pareja continua. La comunicación en una pareja es uno de los pilares y es con lo que trabajamos: hay que explicar los sentimientos de uno, para quitar barreras y mejorar la comunicación. Se dice que la rutina no es buena, pero no suele crear ningún problema si la pareja está a gusto en esa rutina.
-¿La crisis puede influir en el ánimo de la gente y eso derivar en problemas sexuales?
-Si tienes problemas la cabeza no está para mantener relaciones sexuales y de ahí pueden surgir problemas.
-¿Las mujeres no pueden separar las emociones y el sexo?
-Yo creo que los hombres tampoco: los hombres también requieren cariño. Ellos también demandan ser mimosos. A veces, ellos demandan sexo y ella piensa que solo es para eso y él, en cambio, piensa que es el único momento de cariño que tiene con su pareja
-¿Cuesta ir a los terapeutas?
-Sí, pero cada vez menos. Cuando no se conoce... La gente acude a nosotras cuando ha agotado los demás recursos y están con una crisis muy fuerte. Ese es el mejor momento para llegar a la comprensión con la pareja y empezar con el cambio por ambas partes. En esas ocasiones suele ser muy importante contar con una buena red familiar: ayuda mucho.
-¿Podrían evitar más de un divorcio?
-Si se viniera antes, se podrían solucionar algunos problemas sin llegar tan al límite. Si están por esa labor los dos integrantes de la pareja, la situación se puede solucionar en la mayoría de las ocasiones. A veces el conflicto es tan grande que hay que tratar individualmente, para luego trabajar en pareja. Si ellos se quieren el camino es que se vayan entendiendo. Que uno le vaya entendiendo al otro. Ese sería el logro de la terapia.
-Parece que cada vez tenemos más miedo a emparejarnos. ¿Es así?
-Tenemos miedo a relacionarnos: antes nos casábamos, luego surgieron las parejas de hecho y hoy en día se vive en pareja sin papel ninguno. No queremos atarnos, nos dan miedo las relaciones. Tampoco sabemos cual es una relación sana y buena. Lo que hemos visto en casa es lo que conocemos...

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