EL EROTICÓN
eyaculación precoz
@María Victoria Ramírez* - 12/05/2008
Muchos hombres, en la actualidad, se preocupan por el tiempo que tardan en eyacular. En las consultas de sexología se atienden con frecuencia a varones que plantean problemas como el siguiente:
“Soy un varón de mediana edad y desde hace tiempo sufro de eyaculación precoz... por más que lo intento, no logro aguantar lo suficiente como para que mi pareja tenga un orgasmo. Lo he intentado todo (pellizcarme, pensar en cosas desagradables...), pero no logro ningún resultado, mi pareja se frustra, yo me frustro, y ya llega un momento en que ni me apetece siquiera... ¿Qué puedo hacer? ¿Existe algún remedio?"
Lo cierto es que la eyaculación precoz es más una etiqueta que un problema real. De hecho, entre los profesionales de la sexología, no se ha llegado a ningún acuerdo acerca del tiempo por debajo del cual un hombre debe considerarse eyaculador precoz.
La mayor o menor tardanza para eyacular es variable incluso dentro de la misma persona, dependiendo del momento, del cansancio, del propio deseo o de cómo se sienta la persona (algo tensa, distraída...). En casos como éste es importante plantearse los motivos por los que este hecho supone un problema para el varón. ¿Le preocupa el placer de la pareja? ¿Se preocupa por su propio placer? ¿Por qué motivo?
En muchos casos, detrás de un hombre preocupado por su supuesta eyaculación precoz, se encuentra la presión (creada socialmente) de que las mujeres tengan orgasmos mediante el coito (solamente o principalmente). De hecho, es una preocupación más típica de hombres heterosexuales que de hombres homosexuales.
Muchos hombres se empeñan en que sus parejas (mujeres) obtengan un orgasmo únicamente mediante este estímulo (coito), y si dicho orgasmo no se logra, consideran que "no han aguantado lo suficiente" o que "no han dado el tiempo necesario a su pareja para que tenga un orgasmo durante el mismo". A veces su parejas comparten esta opinión. Otras veces, en cambio, las mujeres afirman que no les importa cuánto tarda él en eyacular, ya que tienen orgasmos y placer por otro tipo de relaciones eróticas no coitales.
Teniendo en cuenta que, para muchas mujeres (perfectamente normales) la estimulación del coito resulta insuficiente por si sola para la consecución de orgasmos, la solución no es tanto retrasar la eyaculación como cambiar a un tipo de estimulación más adecuada para ella (que incluya la estimulación del clítoris). Si la preocupación del varón tiene que ver con el placer de su pareja, puede hablarlo con ella e intercambiar impresiones al respecto, si no lo han hecho hasta ahora.
El orgasmo conseguido mediante relaciones eróticas distintas al coito es de la misma calidad que el orgasmo conseguido con el coito. Si en algún momento no se consigue con el coito, no es necesario interrumpir la relación, ni tampoco resignarse a que ella no va a tener orgasmos. Simplemente, hay que usar una estimulación erótica alternativa al coito.
Si a pesar de ello la pareja desea aprender a jugar más con la excitación para prolongar algo más el coito, existen determinadas técnicas orientadas al reconocimiento progresivo de las sensaciones pre-eyaculatorias que pueden ayudar (siempre con la guía de un sexólogo/a).
Las cremas, sprays, lociones... u otro tipo de remedios no funcionan en estos casos. Tampoco resulta adecuado pensar en escenas desagradables o poco excitantes para retrasar la eyaculación. En todo caso pueden contribuir a que los encuentros eróticos en los que esté presente la eyaculación, se vuelvan desagradables.
En cualquier caso, a las parejas les suele enriquecer mucho ampliar su gama de relaciones eróticas, incluyendo por ejemplo, la masturbación mutua y el sexo oral... o el coito con estimulación del clítoris (todo ello favorece el orgasmo femenino). Si a pesar de ello la pareja no se siente satisfecha, o continúan con preocupaciones, lo ideal es acudir a un sexólogo/a.
*María Victoria Ramírez es psicóloga y sexóloga.
Asociación www.lasexologia.com
http://www.elconfidencial.com/cache/2008/05/12/35_existe_eyaculacion_precoz.html
Lo cierto es que la eyaculación precoz es más una etiqueta que un problema real. De hecho, entre los profesionales de la sexología, no se ha llegado a ningún acuerdo acerca del tiempo por debajo del cual un hombre debe considerarse eyaculador precoz.
La mayor o menor tardanza para eyacular es variable incluso dentro de la misma persona, dependiendo del momento, del cansancio, del propio deseo o de cómo se sienta la persona (algo tensa, distraída...). En casos como éste es importante plantearse los motivos por los que este hecho supone un problema para el varón. ¿Le preocupa el placer de la pareja? ¿Se preocupa por su propio placer? ¿Por qué motivo?
En muchos casos, detrás de un hombre preocupado por su supuesta eyaculación precoz, se encuentra la presión (creada socialmente) de que las mujeres tengan orgasmos mediante el coito (solamente o principalmente). De hecho, es una preocupación más típica de hombres heterosexuales que de hombres homosexuales.
Muchos hombres se empeñan en que sus parejas (mujeres) obtengan un orgasmo únicamente mediante este estímulo (coito), y si dicho orgasmo no se logra, consideran que "no han aguantado lo suficiente" o que "no han dado el tiempo necesario a su pareja para que tenga un orgasmo durante el mismo". A veces su parejas comparten esta opinión. Otras veces, en cambio, las mujeres afirman que no les importa cuánto tarda él en eyacular, ya que tienen orgasmos y placer por otro tipo de relaciones eróticas no coitales.
Teniendo en cuenta que, para muchas mujeres (perfectamente normales) la estimulación del coito resulta insuficiente por si sola para la consecución de orgasmos, la solución no es tanto retrasar la eyaculación como cambiar a un tipo de estimulación más adecuada para ella (que incluya la estimulación del clítoris). Si la preocupación del varón tiene que ver con el placer de su pareja, puede hablarlo con ella e intercambiar impresiones al respecto, si no lo han hecho hasta ahora.
El orgasmo conseguido mediante relaciones eróticas distintas al coito es de la misma calidad que el orgasmo conseguido con el coito. Si en algún momento no se consigue con el coito, no es necesario interrumpir la relación, ni tampoco resignarse a que ella no va a tener orgasmos. Simplemente, hay que usar una estimulación erótica alternativa al coito.
Si a pesar de ello la pareja desea aprender a jugar más con la excitación para prolongar algo más el coito, existen determinadas técnicas orientadas al reconocimiento progresivo de las sensaciones pre-eyaculatorias que pueden ayudar (siempre con la guía de un sexólogo/a).
Las cremas, sprays, lociones... u otro tipo de remedios no funcionan en estos casos. Tampoco resulta adecuado pensar en escenas desagradables o poco excitantes para retrasar la eyaculación. En todo caso pueden contribuir a que los encuentros eróticos en los que esté presente la eyaculación, se vuelvan desagradables.
En cualquier caso, a las parejas les suele enriquecer mucho ampliar su gama de relaciones eróticas, incluyendo por ejemplo, la masturbación mutua y el sexo oral... o el coito con estimulación del clítoris (todo ello favorece el orgasmo femenino). Si a pesar de ello la pareja no se siente satisfecha, o continúan con preocupaciones, lo ideal es acudir a un sexólogo/a.
*María Victoria Ramírez es psicóloga y sexóloga.
Asociación www.lasexologia.com
http://www.elconfidencial.com/cache/2008/05/12/35_existe_eyaculacion_precoz.html
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