La psicóloga Flavia Dos Santos responde las más picantes y curiosas preguntas en su nuevo libro ‘Qué hago con el sexo’. Compartió con los lectores de El País algunas de ellas.
Por: Redacción de El PaísDomingo, Noviembre 13, 2011
1. Tengo 18 años y mi amante 45. Ella le es infiel a su marido conmigo. Cuando nos vemos, ella sólo quiere tener sexo y nunca hablar de nuestra relación. ¿Qué puedo hacer?
La verdad es que lo que usted llama relación ella lo denomina satisfacción sexual. Para ella sus encuentros son momentos de puro placer prohibido con alguien lleno de energía y vitalidad, nada más. Es muy claro que ella no tiene la más mínima intención de desarrollar una relación sentimental, como sí lo quiere usted, que está joven, lleno de esperanza con la idea de un noviazgo y busca una comunicación entre el deseo y el corazón, y por eso algunas veces no logra la erección. El pene no se le para.
2. Estoy algo preocupada. A mi esposo le gusta ponerse mis tangas y eso me incomoda. Además, pienso que de pronto tiene tendencias homosexuales porque en algunas ocasiones hemos tenido relaciones anales.
Eso se llama ‘crossdresser’, una modalidad de excitarse con la ropa interior femenina o masculina para las mujeres. Los hombres se ponen prendas como tangas y hasta sostenes, y las mujeres calzoncillos; ambos se excitan porque sienten que se acercan al cuerpo del otro género. En su caso, no significa que su esposo sea gay. Lo que caracteriza la homosexualidad es el deseo hacia personas del mismo sexo y no hacia una zona del cuerpo o una prenda erótica.
3. Soy una mujer de 50 años, casada hace 31. hace mucho tiempo tengo sueños recurrentes en los que sostengo relaciones sexuales con mujeres. Esto jamás se me ocurre cuando estoy despierta. ¿Qué me pasa?
Fantasías sexuales. Y por más asustador que parezca, le digo con toda franqueza: ¡Tranquila! Las fantasías son normales y forman parte de una vida sexual humana saludable. Digo esto porque en el terreno de las fantasías, éstas no son determinantes, no tienen preferencias y tampoco significa que serían puestas en práctica.No se prohíba ni se critique. Deje volar su imaginación...
4. Tengo 23 años y una gran inquietud. Cuando está erecto, mi pene se ve torcido y me da miedo tener relaciones sexuales. ¿Me pasa algo malo? ¿Qué puedo hacer?
Lo más indicado para usted sería consultar con un médico urólogo porque de acuerdo con lo que me describe podría tener la enfermedad de Peyronie. Esta es una enfermedad que empieza en algún momento del desarrollo sexual. Se manifiesta con un enrojecimiento debajo de la piel del pene y este adquiere una curvatura pronunciada hacia la izquierda o hacia la derecha. No es contagiosa ni letal. Para algunos hombres no representa ningún problema ni afecta sus relaciones sexuales; otros, en cambio, sienten mucho dolor durante la erección.
5. Tengo 20 años y un novio del Chocó que quiere tener sexo conmigo, pero me da mucho miedo ya que soy virgen y creo que me va a doler debido al tamaño de su pene, que es muy grande.
Es muy interesante saber por qué muchos hombres piensan que tener un pene grande es un regalo de la naturaleza, cuando la única ventaja que tiene es la de impresionar a otros hombres en los vestidores. En cuanto a su caso, el problema consiste en anticipar
el miedo al dolor, ya que ve el pene muy grande para usted. Es posible que la dificultad de la penetración sea sólo
temor, lo cual hace que contraiga los músculos del periné y empeore las cosas.
el miedo al dolor, ya que ve el pene muy grande para usted. Es posible que la dificultad de la penetración sea sólo
temor, lo cual hace que contraiga los músculos del periné y empeore las cosas.
6. ¿Durante un orgasmo, es normal sentir tanto placer que se duerman las manos y se vaya el aire?
Vamos a hablar claramente. Usted tiene orgasmos pero no se imagina la cantidad de consultas que he recibido de personas que sufren de anorgasmia, o sea, la incapacidad de experimentar el máximo placer físico del ser humano. Además de tener orgasmos, como dijo usted, la intensidad es tan fuerte que le falta el aliento y se les duermen las manos. Eso, para mí, no debe ser motivo de preocupación ni un problema, ¡a menos que sufra de asma! No me queda más que felicitarla por conocer su cuerpo, por saber aprovechar al máximo el placer en todas sus relaciones.
7. Hasta hace unos años mi relación era placentera, pero de un tiempo para acá me he dado cuenta de que a mi esposo le gusta mi hermano. Los sorprendí a punto de besarse y cuando le hice el reclamo a mi marido me dijo que había sido una cuestión de tragos.
La mejor forma de comprobar si su esposo es gay es preguntándole. Algunos hombres sí tienen la homosexualidad latente y pasan la vida tratando de esconderla por las convenciones sociales, por una obligación del mundo moderno de ser heterosexuales. Ponga las cartas sobre la mesa, un matrimonio es, también, un juego abierto.
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