Desmitificando los afrodisíacos

Desmitificando los afrodisíacos
04 de Agosto de 2006 • 07:00

SANTIAGO, agosto 4-.Desde la Antigüedad, el hombre ha buscado la forma de mejorar el estímulo sexual y todos aquellos que esté relacionado a su vida más íntima. Así es como surgen con el correr de los años, varios supuestos afrodisíacos, destinados a fomentar el instinto sexual. Pero, ¿qué son los afrodisíacos? El sexólogo Enrique de Rosa explica: “Son substancias que supuestamente aumentan o mejoran el estimulo o rendimiento sexual. Deriva del griego Aphroditeé: Afrodita, la diosa del amor y de los placeres venéreos. Se le llama afrodisíaco a cualquier sustancia a la que se le atribuya capacidad de estimular el deseo sexual o la capacidad física de respuesta”. Debido al interés generado entorno a este tema, es que con el tiempo surgieron más y más afrodisíacos y hoy podemos clasificarlos en Naturales y en Elaborados. Los primeros pueden ser: Vegetales; trufas; nuez moscada; frutas exóticas, mandrágora; yohimbina; aceite de oliva; gluten; albahaca; huevos de caguama; mariscos; cuerno de rinoceronte; mosca española, etcétera. Así como también algunos minerales como el zinc; litio; potasio; fósforo; calcio; hierro. Y entre los elaborados están: Tintura de mosca española, tinta china, sopa de cola de caguama, medicamentos, moscatel, licor de amor, tequila, licor de damiana, pulque, strega, vitamina A, D, E, B, nitrato de amilo, ácido paraminobenzóico, etcétera. ¿Cuál es su verdadero alcance?
-Esto es muy variable e incierto, ya que los estudios no son muy abundantes. Es un tema que la medicina ha evitado como muchos otros que considera poco serios y esto hace que pase por el circuito menos formal. En general tiene efectos a nivel de nuestro estado anímico más relajados, más eufóricos, o eventualmente aumento de la circulación sanguínea.
Si bien los afrodisíacos no están incluidos en los manuales médicos, sí son parte de los de farmacología, donde se les reconoce el efecto. “Actualmente por ejemplo se trabaja con la ocitocina con algún éxito y goza de cierto reconocimiento médico”, dice de Rosa. Por lo mismo, sí es usado en terapias de tratamiento de temas sexuales. “Si se pueden usar de maneras diversas, es decir, sabiendo qué se busca, asociarlo a lo que se hace y eventualmente si la misma tiene que ver con técnicas sexuales, permitir a las personas soltarse más”, dice el psiquiatra.
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