El estreno de su obra Grooming ha puesto a este joven dramaturgo en el punto de mira, tanto o más que a su director, el insigne José Luis Gómez, y a sus intérpretes, Antonio de la Torre y Nausicaa Bonnín. Él, encantado de dar la cara y de sentir que ya no le consideran un bicho raro.
Entrevista A.G.C.
Foto Miguel A. Fernández
Foto Miguel A. Fernández
24.02.2012
Lleva escribiendo obras de teatro desde los quince años, así que, con treinta y tres, no se considera ningún advenedizo. Por eso le molesta tanto que durante mucho tiempo le hayan rechazado en multitud de teatros por considerarle demasiado joven para estrenar una de sus funciones. "En España no te miran bien si pretendes estrenar y tienes menos de cuarenta. Un profesor de dramaturgia me dijo en su momento que hay que esperar a esa edad porque es cuando empiezas a producir material bueno. Luego me enteré de que él no había escrito ninguna función hasta esa edad...". No puede evitar ser irónico, y en este momento, con Grooming recién estrenada, hasta se lo puede permitir. "En países como Francia o Argentina hay dramaturgos de veintitantos que estrenan sus obras en grandes teatros. Aquí sigue siendo impensable". Ahora le hace hasta gracia que salas que hace unos años le rechazaban en base a su edad y su aspecto le empiecen a hacer encargos."Que un señor como José Luis Gómez hable maravillas de mí les ha hecho cambiar de opinión".
Este precoz autor, que desde el primer momento tuvo claro que lo suyo era el teatro, y que jamás se ha planteado escribir para cine o televisión, confiesa que llegó a sentirse un bicho raro. Pero no por ello se planteó abandonar su vocación. Menos aún cuando comenzó a ganar premios importantes, algo que no solo se tradujo en prestigio sino también en un empujón económico."Hasta ahora, que he empezado a ganar dinero gracias a mi trabajo, no había visto un duro. Salvo el de premios como el Nacional de Literatura Dramática y el Calderón de la Barca [que logró en 2009 por Dentro de la tierra]. Uno fueron veinte mil euros y el otro, diez mil. Mientras, seguía escribiendo en casa a diario. Y también haciendo otras cosas que no se pueden contar...".
Como curiosidad, sí se puede revelar que hizo sus pinitos como actor ("aunque hace diez años que no me presento a un casting"). Y que tuvo durante un tiempo su propio grupo musical, Hospital Provincial, que debutó en una de las fiestas de En Plan Travesti y se desvaneció tras su segunda actuación, en la que telonearon a Fangoria y a McNamara. Y que compone letras para su amiga La Prohibida, aunque de momento solo se ha editado una de sus colaboraciones, La química me ha dado lo que tú no me das. "Las tres canciones mías que están publicadas oficialmente son historias de travestis", apuntilla. Aunque de momento, a Paco no le ha dado por escribir una función travesti. Todo puede llegar.
Quizá ni él mismo se imaginó que un día escribiría una obra sobre el ciber-acoso sexual a menores, también llamado como su función, Grooming. Supone su primer estreno oficial en Madrid y es el resultado de su deseo por investigar universos distintos con cada obra que crea. "Soy muy ambicioso escribiendo", asegura, "y procuro que cada obra no tenga nada que ver con la anterior. Si en una había siete personajes y siete espacios, en la siguiente me planteo que solo haya dos personajes y transcurra en un único espacio y en un día". Es el caso de Grooming, en donde nos encontramos con un hombre y una joven. Las intenciones de él están claras; las de ella iremos descubriéndolas a lo largo de la función. El espectador, privilegiado voyeur, se interesa, inevitablemente, por las perversiones que rigen el desarrollo de la obra. Las desviaciones sexuales, o parafilias, se convirtieron en uno de los ejes de investigación de Bezerra para escribirla. "No las conocía a nivel científico. Sí tengo amigos a los que les gustan los gordos, y si un hombre pesa menos de ciento veinte kilos no les atrae. Pero descubrí otras parafilias más poéticas, como la dacrifilia, en que uno solo se excita sexualmente viendo llorar a otra persona. Y el keraunofílico es el que se excita con la visión de rayos y truenos en el cielo..., ¡qué maravilla!". Alguna nos resulta menos sorprendente, como la albutofilia, cuando solo se experimenta placer sexual al acudir a servicios públicos."En los 60, la homosexualidad todavía era considerada una parafilia", apunta Paco. "Hoy día, gracias a Internet, muchos parafílicos que igual antes se sentían muy solos han encontrado a gente, tal vez a millones de kilómetros, como ellos. A los que los rayos se la ponen dura y demás".
Los personajes de Grooming se conocen vía chat, y su encuentro en un parque sirve para revelar sus intenciones y secretos. Cuando llegó la hora del estreno, Paco Bezerra no se sorprendió en absoluto del montaje. José Luis Gómez le invitó a formar parte del proceso desde sus inicios, hace casi un año. Y está encantado con lo que ha visto. "El texto es algo sórdido, pero José Luis ha jugado a lo contrario en la puesta en escena. Hay una poesía en las imágenes que contrasta con lo crudo de la historia. ¿Y qué poesía puede haber en comportamientos parafílicos?". La respuesta, en el teatro de la Abadía.
LA OBRA GROOMING SE REPRESENTA EN EL TEATRO DE LA ABADÍA (C/FERNÁNDEZ DE LOS RÍOS, 42) HASTA EL 11 DE MARZO. MÁS INFORMACIÓN EN WWW.TEATROABADIA.COM.
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