Legislando contra violadores

Política |7 Jun 2012 - 10:40 pm

Congresistas reaccionan ante el espantoso crimen contra Rosa Elvira Cely

Por: Redacción Política

La castración química y revivir los espacios en televisión en que se difundía la imagen de los violadores, son dos de los proyectos que parlamentarios buscan revivir en la próxima legislatura.

El pasado domingo, cientos de mujeres manifestaron su rechazo e indignación por el crimen contra Rosa Elvira Cely. / Gustavo Torrijos

El asesinato de Rosa Elvira Cely revive el debate sobre qué hacer con los violadores. En medio de éste se escuchan propuestas como la prisión perpetua, la exhibición pública o la castración química. Todas propuestas que ya se empiezan a barajar en el Congreso de la República y dividen opiniones.

El senador Roy Barreras anunció el pasado miércoles que presentará un proyecto de ley para establecer la castración química. “Tenemos un problema social y penal claro: los violadores y asesinos no se resocializan. Son incurables. Hoy hay cerca de 1.000 violadores, 200 se encuentran en libertad condicional y ese es un riesgo de reincidencia. Por eso, una de las medidas que se podrían aplicar es la terapia hormonal de bloqueo”, explicó el parlamentario del Partido de la U.

Esta medida, según Barreras, ha sido probada con éxito en Francia, Polonia, España y Alemania. “Esta claro que no es suficiente, no va a curar un sociópata, pero si disminuye el riesgo de que reincidan. Le ofrece al juez un mecanismo para otorgar la libertad condicional. Es una manera de proteger a la sociedad de estos criminales”, insistió.

La propuesta de Barreras también tiene serios detractores. Para el constitucionalista Carlos Gaviria Díaz, la castración química sería volver a la época de las cavernas. “Renunciar a la resocialización, a que las personas dejen el crimen por conciencia, es completamente inadecuado y es contrario al espíritu de la Constitución”, sostuvo el expresidente de la Corte Constitucional. Desde el punto de vista jurídico, Gaviria sostiene que no tiene cabida, “pues el espíritu de la carta constitucional es humanista y se orienta en un sentido absolutamente contrario”.

La congresista Gilma Jiménez también se considera opositora a la iniciativa de Barreras y argumenta: “Seguiré insistiendo en la prisión perpetua para esos individuos. Sobre todo por la implicación simbólica que tiene. La castración química ha sido probada en todo el mundo y en muchos sitios no ha funcionado”.

Para Jiménez, este método es muy costoso y depende de que el individuo se tome la droga. “Pero además, la violencia sexual no siempre es genital. A la mayoría de los niños no los penetran, los abusan de otras formas, los ponen a tener sexo oral, los manosean o los obligan a hacer cosas, justamente para no dejar la huella del acceso carnal. En ese orden de ideas eso no serviría para nada”, refutó la legisladora del Partido Verde.

Por su parte, para la senadora Alexandra Moreno Piraquive, quien propone revivir los anuncios en televisión en los que se exhibía la identidad de los violadores, “eso son medicamentos que les bajan la lívido a las personas, pero creo que el Estado no tiene los recursos para esos tratamientos. Así que creo que es inviable. Por otro lado, para someter a una persona a una medicación tiene que haber un proceso previo que aquí no se hace. No lo veo ajustado a la realidad colombiana”, expresó.

Desde el punto de vista médico, el doctor Mario Santos, urólogo de la Clínica Reina Sofía, aseguró que la castración química o quirúrgica como método para suprimir la testosterona y evitar el impulso sexual no es un método óptimo para enfrentar a los violadores, porque nadie puede asegurar que el victimario tome juiciosamente la medicación. En el caso de la inyección semestral, la misma que se utiliza para el cáncer de próstata, el problema son los efectos secundarios, como la osteoporosis, lo cual no es para los médicos ético.

A juicio del doctor Santos, esta propuesta tampoco asegura que el violador no siga cometiendo delitos. “Si es un psicópata, la castración no es garantía, porque para hacer el mal, al violador le bastaría simplemente su desviación mental, así no sienta deseo sexual”.

En este sentido, Javier Augusto Rojas, psiquiatra forense y perfilador criminal, aseguró que la castración no puede ser una medida generalizada. Según él, existen violadores con motivaciones sexuales, otros es por rabia contra las mujeres o la sociedad y unos más padecen de parafilia, lo que anteriormente se conocía como aberraciones.

“Está demostrado que la castración ha dado mejores resultados cuando la misma persona pide voluntariamente la aplicación de esta medida, en lo cual probablemente encuentra un alivio, pero si someten a este método a una persona que viola por rabia, lo único que se lograría sería que el victimario se llene de más odio y salga a cometer delitos peores utilizando otros métodos”, concluyó Rojas.

• Redacción Política | Elespectador.com

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