“Sadomasoquismo” Cuando el dolor y la sumisión son el placer

“Sadomasoquismo” Cuando el dolor y la sumisión son el placer
escrito por DLA MERIDA
domingo, 05 de junio de 2011
Pregunta de un lector: me gusta darle nalgadas a mi esposa cuando le hago el amor ¿tengo un trastorno?

Sadomasoquismo es un acrónimo de los términos sadismo y masoquismo.

El término deriva del Marqués de Sade, escritor de nacionalidad francesa, y de Leopold von Sacher-Masoch, escritor de nacionalidad austríaca especializado en el tema.

El sadismo es la obtención de placer al realizar actos de crueldad o dominio. Este disfrute puede ser de naturaleza sexual y consensuada, en cuyo caso se considera una de las Parafilias que se engloban en el manual diagnóstico de enfermedades en sexología del cual soy coautor. En caso contrario, puede ser indicativo de trastorno mental o el resultado de emociones humanas como el odio, la venganza e incluso ciertas concepciones de la justicia. Estamos, pues, ante una polisemia con matices de significado netamente diferenciados.

Su antónimo y complemento potencial es el masoquismo. El masoquismo es la obtención de placer al ser víctima de actos de crueldad o dominio. Este disfrute también puede ser sexual o asexual. La característica fundamental del masoquismo que lo distingue de otros tipos de sumisión es la algolagnia, esto es, la satisfacción obtenida sufriendo dolor físico en distintos grados.

En sus dos versiones contrapuestas, el manual diagnóstico de enfermedades en sexología deja claro que para ser catalogado como un trastorno sexológico propiamente dicho, la persona debe tener la particularidad de que no se excita sexualmente sino practicando actividades propias del sadismo y el masoquismo, en virtud de esto si una persona puede tener actividad sexual bajo otros métodos entonces puede ser considerado una variante fisiológica del sexo y su función.

Otra posibilidad es que esta conducta se presente como un síntoma secundario a un enfermedad psiquiátrica como puede ser un trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad, lo que lo convertiría en un trasgresor de la ley si no se practicada en consenso o con el consentimiento de la pareja involucrada.

Una característica que es común a sádicos y masoquistas es su propensión más frecuente a intercambiar los roles ("switch" o "conmutador"), lo que ya observó Krafft-Ebing en un buen número de sus famosos casos. Freud profundizó en ese concepto, afirmando que el masoquismo masculino no es sino una transformación del sadismo.

Se observa, de la experiencia, que un elevado porcentaje de personas dispuestas a tomar parte en prácticas sadomasoquistas de alto nivel pueden hacerlo desde cualquiera de los dos papeles, lo que resulta menos frecuente en las personas interesadas primordialmente en las relaciones de dominación/sumisión sin un intenso componente sadomasoquista.

Se ha documentado que los sádicos patológicos, en entornos psiquiátricos y penitenciarios, son extremadamente proclives a adoptar roles masoquistas e incluso buscarlos activamente. Serían, pues, "sádico-masoquistas" que sólo llaman la atención de la sociedad y las autoridades por sus actividades sádicas, pero en quienes las masoquistas están igualmente presentes.

Ahora bien en general el grueso de las persona interesadas en este tipo de prácticas ejercen el llamado Sadomasoquismo light que no es más que hacer las actividades inherentes para producir y recibir dolor de una manera simulada o que verdaderamente produzca una sensación dolorosa poco intensa, como por ejemplo nalgadas, halar el cabello, aruñar, entre otras.

La actividad sexual siempre debe tener variantes que mantengan vivo el interés de ambos integrantes, sin embargo hay que tener cuidado de no salir de la norma sociocultural, transgredir la leyes o visto desde el punto de vista médico sexológico de salir del rango fisiológico y convertirse en un trastorno, en cuyo caso es imperativo la intervención de un facultativo especialista en sexología médica.

Recuerda que el médico es tu amigo, y si tu trastorno es sexológico debes acudir a un médico sexólogo.
http://diariodelosandes.com/content/view/156842/105852/