LOS MUSEOS ERÓTICOS EUROPEOS
¿Creados para estimular el erotismo o para informarse y aprender?
Conociendo la Ciudad de Berlín, con su impactante historia, tanto la de 1945 como la de 1961 -28 años de muro separando las dos Alemanias- tuve el impulso, como Médica Sexóloga que soy, de interiorizarme sobre la forma en que este pueblo había vivido su erotismo, siendo tan convulsionadas sus vidas. Así es como visité el Erotik Museum de Berlín, llamativamente situado a pocos metros de la llamada “Iglesia sin techo” (Kaiser-Wilhelm-Gedächniskirche) - hoy en plena restauración- en el centro mismo de esta ciudad. Comparativamente lo hice recientemente con el Museo de la Erótica en Barcelona.
Ya desde el ingreso, en ambos se comienza a “sentir el placer sexual”.
Falos de todo tipo, piedra, metal, marfil o madera, tallas de Indonesia, cinturones de castidad medievales, pinturas en seda, obras de arte de porcelana china con libidinosas iconografías, máscaras empleadas en rituales sexo-eróticos africanos, huacos peruanos, escenografías sadomasoquistas del siglo XVII, el maniquí del “pintor retratando a la dama” dispuesta para una penetración vaginal posterior, la “silla del placer”, existente desde tiempos inmemorables, donde el falo que se centra en ella es lo suficientemente explícito para reconocerla como tal, la salita íntima para ver films pornográficos (representación del máximo hedonismo de la época), guionados y sin tanta muestra explícita de lo sexo-genital, y tantos otros objetos y muestras de obras de arte -de no tan reconocidos pintores- que, sin ningún tipo de reparo ni pudor, aparecen en estos museos.
La sección oriental es la más grande en cada uno de ellos, dado que manifiestamente esta cultura es la que ha tenido una perspectiva “ritual”,casi exquisita, para el desarrollo de sus vidas lúdicas-libidinosas.
Presentan sus puertas abiertas, integrándose con las veredas donde camina el peatón, con luminarias que los anuncian en su cuadra de recorrido. Se los muestra como algo absolutamente natural, incorporado a la vida de la ciudad como cualquier otro lugar de esparcimiento.
Todo esto lleva a pensar cómo el hombre, a lo largo de la historia, en todas las civilizaciones y geografías, ha estado permanentemente en la búsqueda del despertar de los sentidos, de los placeres y del gozo sexual.
En resumen: Los Museos europeos muestran “la erótica” de sus pueblos sin pudor ni tapujos. Abren sus puertas para que el público local y visitante pueda ilustrarse, enterarse, observar y, por qué no, “saborear” los placeres de tiempos remotos. Han conservado su historia erótica, tanto como cualquier otra historia. La muestran y la disfrutan.
DRA. VICTORIA ALFARO.
MEDICINA SEXUAL
E-mail: vealfa@arnet.com.ar
Tel móvil: (011) 15-6567-4981
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